Han sido dos años de un trabajo tenaz frente a muchas vicisitudes para llegar al punto de maduración precisa y ahora la representación de la leyenda, Rodrigo y Marica: los amantes de Graus está lista para comenzar a recoger sus frutos. Este 15 de julio se representará en la plaza Mayor de Graus, a las 22:00, en lo que se espera que sea el punto de inicio de una cita con continuidad, que tenga su hueco en el calendario cultural de la villa y contribuya a su dinamización turística.
Como impulsores de esta iniciativa, los hermanos Miguel Ángel y José María Clavería, y la alcaldesa de la villa, Gema Betorz, han explicado los pormenores de este proyecto, en una rueda de prensa celebrada este miércoles en la Diputación Provincial de Huesca.
Miguel Ángel Clavería es el autor del libro Rodrigo ama a Marica, con subtitulo Una leyenda grausina, editado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses y en colaboración con el Ayuntamiento local. La trama se desarrolla el Graus medieval y el autor emplea décimas escritas en la versión grausina del bajorribagorzano.
La leyenda cuenta un amor imposible entre Rodrigo, de la señorial Casa Mur, y Marica hija del boticario y musulmana. Gracias a la inscripción "Rodrigo ama a Marica" grabada en la piedra de los dinteles de puertas y ventanas del palacio del enamorado, la leyenda ha perdurado hasta nuestros días, aunque existen diversas versiones.
El Grupo Medieval Graus, que dirige Valentín Trell, acudió a la alcaldesa para buscar su apoyo y encontró rápidamente el respaldo de Gema Betorz, quien ha indicado que, aunque la leyenda es muy conocida en Graus, no ocurre lo mismo fuera de sus límites y esta representación puede darle "el valor que le corresponde".
Son muchas personas las que han hecho posible que esta iniciativa se haya hecho realidad, además de la propia Gema Betorz, los hermanos Clavería y Valentín Trell, el gran reclutador de voluntarios e impecable en labores organizativas. Se ha citado a Pedro Ríos, de la compañía La Melinguera, "que le va a dar empaque" a la función, encarna el papel de Rodrigo y realiza labores de dirección artística. Y, sobre todo, se ha valorado la implicación de numerosos vecinos, cerca de 40, que están viviendo con verdadera ilusión la puesta en marcha de esta obra teatral.
La pandemia constituyó un gran obstáculo, porque, entre otras cosas, paralizó los ensayos y obligó a introducir cambios y relevos de personajes -algunos han pasado hasta por tres personas distintas-, pero con mucho esfuerzo y tesón han logrado superar todas las dificultades. "Queremos que se convierta en un hito más dentro de la importante oferta cultural que hay en Graus y como dinamizador turístico", ha subrayado la alcaldesa.
José María Clavería es el autor de los decorados y del cartel anunciador de la representación. "Es un artista", ha dicho su hermano Miguel Ángel con orgullo. El escenario está diseñado con dos alturas, una de ellas la ocuparán los actores -casi todos amateurs- y en él se acomodarán varios decorados que irán sucediéndose, y en la otra, un grupo de cuatro trovadores cantará con sus instrumentos tradicionales momentos de la obra que no se pueden representar, para evitar que la función se alargue innecesariamente.
La idea es que este proyecto, que además de la ayuda del Ayuntamiento ha recibido una aportación del Departamento de Política Lingüística del Gobierno de Aragón, no se quede reducido a la representación del 15 de julio, sino que tenga una continuidad y, una vez al año, dedicarles la jornada a Rodrigo y Marica, con la participación de todos los vecinos que así lo deseen. La plaza Mayor de Graus puede acoger a un millar de personas. Que no falte nadie.