El Grupo Folklórico San Lorenzo ha ofrecido este domingo una actuación en el Parque Miguel Servet de Huesca, dentro de su programación previa a las Fiestas de San Lorenzo. La actividad ha reunido a numeroso público en un entorno natural, en una jornada que ha buscado acercar el folclore aragonés al público general.
El grupo ha interpretado un repertorio tradicional compuesto por piezas emblemáticas de la cultura popular aragonesa. La actuación ha comenzado con el Bolerón Aginense, una composición de ritmo pausado y estructura sobria, poco frecuente en exhibiciones urbanas y con raíces en los Valles Occidentales.
Posteriormente, se ha interpretado el Bolero Najino, la Jota de San Juan de Plan y el paloteo de Lanuza, una danza tradicional con palos propia del valle de Gistaín. Esta pieza ha exigido una alta coordinación entre los danzantes y ha sido ejecutada con precisión por los miembros del grupo.

Uno de los momentos centrales ha sido la Jota de San Lorenzo, muy vinculada a las fiestas patronales oscenses, que ha destacado por su fuerza escénica y por la respuesta positiva del público. También se ha incluido la Jota de La Dolores, una pieza de origen lírico integrada hoy en el repertorio folclórico, que ha permitido el lucimiento vocal de los solistas.
El grupo ha incorporado también jotas de estilo, interpretadas en formato individual, permitiendo mostrar la versatilidad técnica de los cantadores. Han participado los siguientes solistas: Ana Pérez, Gloria Brosed, Laura Mairal, Adrián Jiménez y Óscar Badías, quienes han demostrado dominio técnico y expresivo del canto tradicional aragonés.
La actuación ha servido también para mostrar el trabajo desarrollado durante el curso 2024–2025, que ha tenido como objetivo principal la preparación del repertorio para las próximas Fiestas de San Lorenzo. El profesor y bailarín Jairo Périz ha anunciado que habrá novedades, aunque todavía no se han desvelado detalles.
En conjunto, el Grupo Folklórico San Lorenzo ha ofrecido una actuación cuidada, representativa del folclore aragonés, y ha dejado claro que la tradición continúa viva y en evolución constante, de cara a uno de los momentos más esperados del calendario cultural oscense.