Continúa el Ciclo de Folclore Aragonés de Huesca, que se ha reanudado en la mañana de este domingo con el grupo San Lorenzo, que combina los aspectos más tradicionales de la jota con un soplo de aire fresco, adaptándose a los tiempos actuales.
El repertorio seleccionado se ha mostrado como una amalgama de los trabajos realizados a lo largo del curso y la participación de los miembros disponibles.
Esta formación se fundó en 1996, abrazado desde sus inicios la labor de recopilar danzas, música, letras y una variada y bella indumentaria. Jairo Pérez, profesor de canto y baile, ha manifestado cómo la evolución temporal ha influido en la agrupación. Por ello, en sus actuaciones, siempre se entrelazan los elementos el pasado y la indumentaria aragonesa típica, con otros elementos contemporáneos.
Se les puede ver ataviados con los vestidos de Hecho, Ansó, Gistaín, Serrablo o Tena, dependiendo del repertorio interpretado. San Lorenzo es un conjunto inquieto que siempre ofrece una propuesta alternativa.
"Buscamos hacer cosas relacionadas con la actualidad en nuestras puestas en escena. La jota es la jota, sus raíces son sus raíces y la música es la música, pero la interpretamos utilizando los instrumentos que consideramos más adecuados en cada momento. Tanto una guitarra eléctrica como una mesa de mezclas pueden reproducir cualquier estilo. No deseamos que la jota sea percibida como algo añejo, sino que se reconozca como una manifestación actual", ha declarado.
La indumentaria tradicional, "aunque es parte inseparable de nuestra cultura, no es necesaria para salir a la calle ni para subir a un escenario", ha añadido, para destacar después, que "la jota sigue siendo enseñada en las escuelas y se mantiene viva en nuestra sociedad".
Desde el patio de butacas del Centro Cultural Manuel Benito Moliner se han escuchado las voces de Marcos Boned, Lorena Laglera, Óscar Badías, Laura Mairal, Gloria Brosed y Ana Pérez, y también sobre la tarima se han lucido la rondalla y los cuadros de baile.
El enfoque innovador del grupo San Lorenzo, sin perder la esencia de las raíces, nos invita a admirar y valorar nuestra cultura, manteniéndola viva en cada nota y en cada danza.