Homenaje en Huesca a los Reyes de Aragón que merecen "reconocimiento y respeto"

Solemne ceremonial de la Asociación de Obreros de San Pedro el Viejo en el Claustro y la Capilla de San Bartolomé con ofrenda floral a Alfonso el Batallador y Ramiro el Monje

02 de Junio de 2023
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Homenaje a los Reyes de Aragón en San Pedro el Viejo

"Los Reyes de Aragón merecen atención". La recomendación de la historiadora del Arte Antonia Buisán Chaves ha arrancado el solemne "Homenaje en memoria de nuestros Reyes de Aragón" que se ha celebrado en el Claustro de San Pedro con todo el ceremonial propio de cada año y en esta ocasión con motivo del 25 aniversario de este ritual organizado por la Asociación Obreros de San Pedro el Viejo, en el que a la alocución de su presidente, Eduardo Cuello, ha sucedido la ponencia de Carlos Laliena Corbera y la ofrenda de coronas de laurel en la capilla de San Bartolomé tras el responso del párroco, José Alegre Lanuza.

Ha estado repleto de público el claustro en una tarde nublada, con presencia de autoridades como el subdelegado del Gobierno, Carlos Campo, la delegada de la DGA en Huesca, Carmen Luesma, concejales y los máximos mandos militares en pleno. La Coral Diego de Pontac (con Ora Pace, "Ahora paz") ha abierto el acto cuyas primeras palabras ha pronunciado Antonia Buisán.

A continuación, Eduardo Cuello ha encuadrado el acto como "homenaje a la Dinastía Pirenaica de nuestros Reyes propios de Aragón. Esta celebración quiere resaltar la personalidad de estos líderes que, como dirigents, supieron llevar a cabo acciones memorables para la recuperación de nuestra idiosincrasia con sus significados valores, para el desarrollo de una sociedad y un futuro mejor".

Ha aludido el presidente de Obreros de San Pedro el Viejo a la singularidad en el espacio altomedieval de los nacientes reinos hispanos, con líderes emanados del tronco común de la casa de Pamplona que ejercieron su labor "entregando hasta sus vidas y dando continuidad a su antigua tradición familiar, de origen ibero romano que debemos situar en el ámbito de la antigua cultura clásica y cristiana".

Ha apelado a su trascendencia para el progreso y la organización social bajo los principios del humanismo cristiano. Los principios constituyentes motivaron que el progreso de sus políticas territoriales derivaran en "grandes avances, hasta entonces desconocidos en el ámbito universal, con la política de la poderosa Corona Española".

Se ha centrado en el Panteón Real en la antigua Sala Capitular que guarda los restos de monarcas aragoneses y personajes relevantes, un patrimonio cultural protegido con singular respeto por las generaciones que nos han precedido. Y, de ese respeto, hay que transitar hacia la consideración como referencia imprescindible para la "construcción del conocimiento de nuestra idiosincrasia cultural común".

"Alfonso I el Batallador, 'Imperator Hispaniae' y grandioso Rey de Aragón y Pamplona, máximo y gran impulsor de la conquista de nuevos territorios para el reino de Aragón. Ramiro el Monje, monarca constituyente de la Corona de Aragón y el infante D. Fernando, abad de Montearagón, personaje histórico de grandioso significado, junto a otros protagonistas de nuestra historia, permanecen en el espacio sobrecogedor de la capilla de San Bartolomé", ha agregado Eduardo Cuello.

El presidente de obreros ha defendido el "importante y significado patrimonio único" que exige en un futuro próximo ver la luz a través de la publicación completa de los catedráticos Carlos Laliena y Begoña Martínez Jarreta que realizaron para el Gobierno de Aragón documentando la historia y la genética forense de esta dinastía completa.

Cuello ha apelado a los 25 años de la Asociación, plagados de trabajo y algunas incomprensiones. "Son tiempos complejos los que nos toca vivir, donde se va imponiendo de forma alarmante la manipulación de los conocimientos y valores desde un muy bajo perfil intelectual. El fortalecimiento de nuestra sociedad civil desde sus principios inspiradores se hace imprescindible para poder hacer frente a tanta agresión cultural. Desde aquí animo a todos a continuar profundizando en el conocimiento, para la supervivencia de la idiosincrasia cultural que nos singulariza".

CARLOS LALIENA: LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza y miembro de la Real Academia de la Historia Carlos Laliena Corbera ha iniciado su alocución parafraseando a Gunther Grass, que aseguraba que los escritores están condenados a contar los muertos. "Los historiadores estamos condenados a recuperar, narrar, revivir las existencias de quienes nos han precedido".

Para ellos ha reivindicado "reconocimiento y respeto. Tienen derecho a que recuperemos su figura", a no ser utilizados con criterios ideológicos, a que "no banalicemos ni les saquemos de su contexto". Ha reclamado empatía, "que significa una tentativa de comprender y explicar que se movían por unas lógicas y una racionalidad que no son como las nuestras, que sus normas morales, sus valores y las acciones que llevaban a cabo eran muy diferentes a las nuestras".

"El pasado es una tierra no sólo lejana, sino extraña y nosotros tenemos que afrontarla desde esa perspectiva. Cuando hablamos de los reyes de Aragón tenemos que hacernos a la idea de que algunos de ellos como Pedro I o Alfonso el Batallador vivieron hace más de 900 años, y eso es una enormidad de tiempo". Pedro I conquistó Huesca a finales del siglo XI y ya estamos en el XXI. "Las pautas por las que se regían estas personas son profundamente diferentes de las nuestras, y el hecho de que seamos capaces de reconocerlas, analizarlas e interpretarlas hace que esos personajes sean mucho más ricos, densos y profundos. Y que no sea solamente nuestra forma de ver las cosas la que se superponga sobre ellos".

Ante un silencio expectante, el catedrático ha invitado a pensar que las relaciones con su entorno físico, con el tiempo, el espacio, la naturaleza, las enfermedades, con el propio cuerpo, con el trabajo, con los sentimientos o la forma en que se relacionaban unos con otros "era distinto y además era un mundo en el que había diez o doce veces menos personas de las que estamos ahora presentes en el mismo espacio". No vivían en ciudades, sino en aldeas de cincuenta o cien familias, y que vivían de la tierra. El 90 % o más eran agricultores. "Pensemos en la luz y la oscuridad. Pensemos que vivían en un mundo en el que la luz artificial era extremadamente precaria y cara: la cera, otros materiales como los pábulos o las candelas. Vivían sometidos a un régimen de luz y de oscuridad profundamente contrastado. De ahí que la luz revistiera unos valores simbólicos excepcionales: Dios era la luz. Estaba representado simbólicamente por la luz".

También ha citado las reglas que regían la vida, "las que aseguraban la paz, las que formalizaban la existencia de la comunidad o las que reconocían los deberes mutuos. La forma en la que se relacionaban entre sí como parientes, la forma en la que se contraían los matrimonios, la forma en que se ayudaban mutuamente, los juramentos, la justicia, que se basaba o bien en acuerdos económico o a veces con castigos feroces. Los lazos de fidelidad que se forjaban entre los grandes y los menores, el pueblo. La curiosísima etiqueta que regía las relaciones entre las personas que habían de tratarse con una cortesía extrema porque cualquier ofensa o cualquier asunto se complicaba mucho cuando eran gente que llevaban siempre armas encima".

Por eso Carlos Laliena ha invitado a todos a "ver las cosas con una mayor profundidad. Pensemos por ejemplo en la noción de Aragón que acompaña esa idea general de los reyes que tan bien nos ha explicado don Eduardo Cuello. Estamos en una época en la que Aragón se estaba formando, en la que no podemos decir que Aragón existiera como tal, puesto que los reyes que están enterrados en este magnífico claustro eran reyes en Aragón, en Sobrarbe, en Ribagorza, en Pamplona... En muchos sitios y algunos que eran por los que estaban pasando en aquel momento. Eran regiones que se numeraban en los documentos cuando los reyes pasaban por ellos. Títulos que estaban con los derechos de mando, sobre las familias aristocráticas o linajes nobiliarios de grandes terratenientes que tenían a su mando siervos campesinos"

Contribuyeron, ha añadido, de una manera decisiva a formar una sociedad feudal en la geografía de lo que hoy consideramos que es Aragón. Un antepasado lejano de la nuestra. Y, en consecuencia, les debemos un importante reconocimiento porque somos herederos de esas sociedades que se crearon en ese momento". Y "deberíamos respetar el silencio de los campesinos que trabajaban la tierra para ellos y el silencio de los vencidos"

Son personajes y una época que para mí resultan fascinantes, "pero no se trata de personas absolutamente comprensibles ni fáciles de descifrar". El profesor ha enmarcado la guerra santa que modeló a los reinados de Aragón pero también de otros, concernidos por las Cruzadas. Y todo con la confluencia de una aristocracia que concebía los conflictos como un medio de desarrollo social, de promoción, de ejercicio del poder. Nobles y clérigos conjurados para destruir la sociedad de Al Andalus y consiguieron que miles de familias musulmanas emigraran de estos territorios. "¡Qué duda cabe de que los reyes como Alfonso, Pedro I, fueron excepcionales jefes de guerra, como Ramiro, severos, capaces de castigar con una riqueza extraordinaria y que su legado fue excepcional".

Un nuevo canto de la Coral Diego de Pontac ha precedido al rito en la Capilla de San Bartolomé, con el responso de José Alegre y la despedida de la Coral Diego de Pontac dirigida por María Ángeles Leo Martín con el Cantate Domino (Cantad al Señor) de Claudio Monteverdi. Pues lo dicho por Antonia Buisán: "Los Reyes de Aragón merecen atención"

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