"La década de los años 80 supuso para España una explosión de creatividad y modernidad en las distintas artes. Por fin se salía de una época marcada por el academicismo y las vanguardias históricas para dar rienda suelta a la imaginación. Todo valía, no había límites, no importaba si, en artes plásticas, el resultado se podía calificar de formalista, informalista, figurativo, o abstracto, importaba la creación, sin más". Así se expresa el artista Enrique Torrijos, en el tríptico que acompaña la exposición Huesca años 80, creación y vanguardia en las colecciones del Ayuntamiento.
La muestra ha quedado abierta al público este viernes, con un sencillo acto en la sala de exposiciones de la Fundación Ibercaja, en el Palacio de Villahermosa, al que ha acudido el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa, la de Desarrollo, Rosa Gerbás, otros miembros de la Corporación, así como responsables del centro anfitrión. Lasaosa ha explicado que la muestra, que se podrá ver hasta el 20 de enero, va dedicada a una época de las más importantes, "tanto a nivel creativo, como por el compromiso que el Ayuntamiento tomó en ese momento para apoyar la cultura y a los artistas plásticos".
Ha observado que, tal y como queda reflejado en sendos textos que han escrito Enrique Torrijos y Fernando Alvira, "es una época de cambio", que empezó en 1979 con unas intervenciones en la calle, especialmente recordas las que tuvieron lugar en la plaza de Navarra y delante de la antigua estación, "que fue como un golpe hacia la sociedad de lo que era el arte contemporáneo, de lo que se estaba haciendo fuera a partir de los años 80". Ese movimiento todavía tomó más vigor, cuando se abrió la sala de exposiciones de la Diputación Provincial y otra del Ayuntamiento, en los bajos del antiguo Colegio Mayor de Santiago
Hasta los años 80, lo más destacado en Huesca eran las bienales de arte, además de los concursos. A mediados de los 80, tuvo lugar una bienal dedicada al arte gráfico, que permitió a los oscenses disfrutar de las obras de artistas nacionales e internacionales, desde Francis Bacon a Eduardo Chillida o Tapiès. Algunas de esas piezas, se pueden ver ahora en esta exposición.
A partir de los años 80, el ayuntamiento y las instituciones, en general, consideraron que había que apostar por los jóvenes creadores. Nombres tan importantes como Enrique Torrijos, Carrera Blecua, Chema Durán, Vicente Badenes y Teresa Salcedo estaban empezando "y todos tuvieron acogida en el Ayuntamiento".
Ramón Lasaosa ha apuntado que se ha destacado un hito que marcó un antes y un después, el cartel de Enrique Torrijos, que ganó el concurso de San Lorenzo, en 1981, y fue desechado por la Comisión de Fiestas de aquel momento, debido a las críticas que le reprochaban que era muy serio, o que la foto podía herir sensibilidades en distintos sectores sociales. En el 83, sin embargo, se recuperó el cartel y el Ayuntamiento de Huesca comenzó una labor más decidida en pro de la cultura, en los que se contrató también a su primer técnico, Javier Brun.
"Queremos rendir homenaje, sobre todo, a estos pintores, a estos artistas plásticos. Muchos de ellos siguen todavía trabajando, otros desgraciadamente han fallecido, pero todos ellos han aportado a Huesca y a la cultura esa parte de movida que a lo mejor recordamos más relacionada con la música", ha declarado el concejal.
Ha añadido, que también es un reflejo de la época, por lo que aparecen pocas pinturas firmadas por mujeres y tan sólo una escultura, de Javier Sauras, fechada en 1990.
"Hace 40 años, en Aragón teníamos un Estatuto de Autonomía que se aprobaba y que nos daba cuotas de autogobierno. Hubo muchos cambios a nivel de entidades locales y de ahí venimos y aquí estamos, con todo lo bueno y todo lo malo que ha pasado".
Lasaosa ha recordado que el Ayuntamiento y la Fundación Ibercaja llevan un tiempo colaborando en distintas actividades y el año pasado, por ejemplo, se celebró otra exposición en estas fechas, a través de la Fundación Ramón y Katia Acín.