Ildefonso García-Serena presenta El Bonete de Cuatro Picos, relato de "la sombra que todo el mundo quiere olvidar"

El escritor convierte la puesta de largo en el Museo Diocesano en una película literaria de la España y el Barbastro de los años 50 y 60

11 de Mayo de 2024
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Ildefonso García-Serena presenta El Bonete de Cuatro Picos, relato de "la sombra que todo el mundo quiere olvidar"

Que los viajes de promoción de Ildefonso García-Serena, alias Huesca la magia, son legendarios ya es una cuestión que ni cotiza. Es la combinación perfecta. Atrae a auténticos líderes de opinión -prescriptores culturales y turísticos que diríamos- para presentar sus libros y, de paso, mostrar Alquézar -imprescindible-, Barbastro -irrefutable- y ocasionalmente Huesca, en una comunión a la que se suman los amigos de acá y de acullá.

Ha sido el caso de esta jornada de viernes en la que el circuito ha sido el habitual con la excepción de que ha conocido por vez primera en setenta años el majestuoso salón de plenos del Ayuntamiento con el alcalde, Fernando Torres, como anfitrión para mostrar toda la simbología de la estancia que incluye personajes tan indiscutibles como el General Ricardos, los hermanos Argensola o el doctor Martínez Vargas. Aquí ha recibido un reconocimiento el director del Centro Nacional de Supercomputación en Barcelona, Mateo Valero, con la figura de la torre exenta de la Catedral barbastrense.

Ya en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón, con presencia de tres alcaldes (Torres, Rodríguez Chesa y Cosculluela), del obispo Ángel Pérez Pueyo, del expresidente aragonés Marcelino Iglesias, del presidente de la Audiencia Provincial que fuera, Santiago Serena, se ha iniciado la presentación de "El bonete de cuatro picos. Nuevas crónicas del Somontano", editado por Gráficas Editores hacia la que Ildefonso García-Serena no ha escatimado elogios por la calidad de su trabajo.

El acto ha sido conducido por el periodista Ángel Huguet Ascaso, que además de glosar las figuras de sus tres compañeros de mesa ha parafraseado al autor del prólogo, el periodista Andreu Manresa, que considera este libro "un manifiesto moral de un lugar y una época que son totales".

Tras remembrar el Elogio de la Chireta, el prologuista define a García-Serena como "maestro de narrativas, conceptos y bosques memoriales, de las sagas, de sus ancestros y coetáneos, al modo, quizás, del Nobel Gabriel García Márquez". "Es un homenaje, sí, pero no es banal ni fugaz. Aun siendo una obra de crónicas, una miscelánea, el relato es compacto y sabroso como una granada, es sólido y no es redundante".

UN PARTIDO DE TENIS LITERARIO

Quizás por la complicidad de los tres oficiantes, Javier Nadal, Mateo Valero y del propio autor, la presentación ha tenido más de partido de tenis literario que de un sendero unidireccional. No es que lo hayan querido así, sino que la amistad, la admiración y la concurrencia escolapia en la educación y los valores ha derivado de los tradicionales monólogos compartimentados en un diálogo sin cesar, para solaz y diversión del repleto salón del Museo Diocesano.

Tal es así que, en la abstracción divertida, han mostrado los tres sus preferencias obviando la enumeración de los diez capítulos: El bonete de cuatro picos, El Conde de Cregenzán, Los Claveles y su Plaza de Toros, La Vuelta Ciclista de 1960, La Flor de la Espiga, Los pastillos y la Plaza del Mercado, "1964. El Argensola, llegan los Beatles y pasa la tuna", Gente de Aquí, La Calle estrecha y El Río de los mil misterios.

Y ahí han comenzado a relatar sus impresiones sobre el Bonete que abre el padre rector de los Escolapios Narciso Monfort, un hombre humilde en un cuerpo inmenso "hecho de esferas superpuestas tea perfectsas que parecían dibujadas al compás". Ha reconocido Javier Nadal que le han impresionado los dos primeros epígrafes, el propio bonete y el Conde de Cregenzán.

Nadal, presidente que fuera de abundantes compañías muy importantes y de la Asociación Española de Fundaciones, ha asegurado que "os va a gustar mucho. Es una obra estupenda, de la escuela de Ildefonso y que tiene que ver con los anteriores también. Tiene todo lo que tiene que tener un libro para ser importante, es evocador y certero, tiene anécdotas con recuerdos que hemos vivido. Obedece a una época y muchas de las historias y anécdotas que se cuentan, aunque uno no las haya vivido, va a evocar épocas de la vida de cada uno. El libro es reflexivo y divertido, y deja un regusto muy complementario. Diría que si uno dentro de unos años se tiene que mudar, en la nueva casa dirá: ¿dónde está el libro de Ildefonso que no lo quiero perder?".

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Mateo Valero, Ildefonso García-Serena, Javier Nadal y Ángel Huguet en la presentación de El Bonete de Cuatro Picos

Mateo Valero, que se enganchó a la literatura de Ildefonso con El Hijo del Doctor, ha agradecido a García-Serena que recuerde que la memoria es muy importante. Ha recordado la coincidencia de los tres en los Escolapios. "Imprime carácter. La educación es lo mejor que tiene que cuidar un país. Sin buena educación no hay nada". Y ha parafraseado a Mandela: "Es lo que permite que la gente, independientemente de dónde haya nacido, pueda llegar a donde tú quieres". "Vosotros seréis lo que queráis ser".

Ha concluido: "Me has hecho feliz una vez más, así que continúa escribiendo libros, invitándonos a venir y disfrutando de esta tierra maravillosa".

Ildefonso García-Serena estaba muy feliz. "Es un niño lo que escribes, lo que pasa es que es un niño que se ha hecho mayor y ahora entiende cosas que no entendía. Y cuando veo todos los capítulos publicados en el libro, me doy cuenta de que no es un libro de cuentos, sino la España de los años 50 y 60, contada por unos personajes que hacían y decían cosas y siempre había dos que sobrevolaban las páginas. Por una parte, la voluntad irreprimible de vivir a pesar de las sombras de una España pobre. No voy a decir miserables, porque aquí nunca hemos sido miserables, pero pobres sí... y la mayoría".

Y, por otro lado, "una sombra que yo no la veía, no la podía identificar, a pesar de venir de una familia exiliada de republicanos, muy conservadores pero republicanos, en todas las historias hay un velo, una sombra, una nube que pasa que es la Guerra Civil. Ese enfrentamiento brutal, infame, incivil que tuvo episodios por las dos partes en esta ciudad martirizada como ninguna otra en España. Y esos silencios que se notan en  las tonterías que entre ellos se dicen es esa sombra que todo el mundo quiere olvidar. Este libro servirá para explicar esa sombra de una gente que quería olvidarla".

Palabra de Ildefonso García-Serena, feliz por congregar a sus amigos, por el alumbramiento y por ese éxito de su esposa, Helena Guardans, cuya ópera prima "Todo lo que he aprendido de mis hijos y no me enseñaron en la Escuela de Negocios" se ha traducido al chino y allí marcha en ventas viento en popa a toda vela. Que felicidad había para dar y repartir. Y para que el obispo, Ángel Pérez, cerrara con una bendición. De Bonete. Amén.

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