El decano emérito del Colegio de Marketing y Comunicación Catalunya, el publicista y escritor de ascendencia oscense Ildefonso García-Serena, ha ingresado como Académico de Honor de la Real Academia Europea de Doctores con el discurso "El Motor Creativo. Del Homo Sapiens a la Inteligencia Artificial", en una sesión celebrada el jueves en el salón de actos de Fomento del Trabajo en el que ha sido contestado por el doctor Jaime Llopis Casellas y en el que ha articulado un relato que ha partido de la curiosidad convertida en inteligencia y de ésta a la creatividad que no es posible sin la irrupción del método.
García-Serena, autor del Elogio de la Chireta y de la novela El Hijo del Doctor, con ascendente en Campo y Barbastro, ha encontrado la chispa del inicio de su alocución en el hallazgo de un grupo de niños indígenas en la selva amazónica de Colombia tras semanas desaparecidos en las que se había esfumado cualquier esperanza de encontrarlos con vida. Un escenario inhóspito que, por mor de "una inteligencia desconocida", se convirtió en despensa de frutos raros e ignotos.
El discurso de Ildefonso García-Serena ha ido componiendo una doctrina filosófica emanada de las preguntas. ¿Cómo pudieron escoger los alimentos comestibles y con los nutrientes necesarios? "Sencillamente “su viejo cerebro” de Homo Sapiens distinguía los buenos frutos de los venenosos, gracias a una memoria escondida en la parte de su cerebro más antiguo en términos evolutivos, el que se ocupa de mantenernos vivos, el de la protección de las funciones vitales, el de avisarnos de la sed y el hambre, esto es, la región cerebral que nos permite recordar qué hay detrás de los colores, los olores y los sabores".
Sobre los cimientos multidisciplinares de ciencias y letras, García-Serena ha esgrimido que los niños usaban inconscientemente las bases neuronales de la Invención o del Arte. Partiendo de las investigaciones de Boszormenyi-Nagi desveladas en "Lealtades invisibles", ha explicado que las historias se pueden transmitir silenciosamente hasta siete generaciones después, como una herencia oculta. "No sólo las experiencias fuertes que vivimos directamente nos cambian, sino que también pueden transmitirse", y las memorias son la base de nuestras emociones, pero también lo es la "capacidad de creación del ser humano, la Vía Creativa, es decir, el Motor Creativo de la Invención y del Arte". De ese potencial vienen las ideas, la inspiración y la creatividad.
Hombre de una intuición prodigiosa devenida en habilidades y conocimientos, Ildefonso García-Serena garantiza que "la Vía Creativa es un trabajo en sí mismo, un sistema, un Método concreto para cada oficio. No hay Creatividad sin Método". La invención no es magia, ni ocurrencia, ni siquiera posesión de unas facultades excepcionales. Es actitud y método, y buena parte de éste se ampara en el inconsciente oculto. De hecho, ha proclamado su acepción de creatividad como "“un método intelectual que permite resolver un problema soluble en un campo de una forma útil y novedosa”. Y que, además, ha de tener un objetivo útil, orientada a un fin concreto. Y, cuando se resuelven los problemas de forma novedosa, se erige en "originalidad", que es "la auténtica médula de la invención creativa".
En su disertación, ha diferenciado entre el talento, como habilidad especial para hacer algo muy bien, y los genios, que han de acreditar una contribución "enorme, extraordinaria, cambiar un campo", como Newton lo hizo con la Física, Coco Chanel con la moda y Charles Chaplin con el cine mudo.
¿Cuál es la virtud que define a las personas creativas? La autoconfianza: una persona lo es cuando sabe lo que es, "como el funambulista que cruza un abismo sobre una cuerda: él ya ha probado antes... El que ha sido dos veces creativo ya sabe que la creatividad metodológica funciona". Como creativo que es, abunda en un "truco" que utiliza llamado pensamiento divergente, esto es, pensar las cosas siempre al revés.
"Las máquinas serán parte de nuestras vidas, pero no serán nuestra vida"
En síntesis, unos creativos son "personas corrientes, capaces de generar nuevas ideas útiles, que han aprendido a disfrutar de la imprevisibilidad de la Vía Creativa, tienen un Método para hacerlo, gozan de una gran autoconfianza, son de pensamiento divergente y confían en el Método creativo".
Ildefonso García Serena ha diferenciado la inteligencia y el pensamiento creativo, aunque están relacionados, y también ha agregado que "no es un don, sino una manera diferente de trabajar la memoria que es capaz de fabricar ideas diferentes sacándolas del interior de uno mismo". "En el modo creativo del cerebro, todas nuestras memorias, incluidas las emociones, conscientes y no conscientes, se focalizan en resolver un problema definido, activándose como un gigantesco almacén mecanizado", abunda el doctor.
EL MÉTODO Y LA IA
Con el Primer Almacén Dinámico de Recuerdos Conscientes y el segundo Inconsciente, con el efecto de la asociación de recuerdos o imágenes, y apoyado en un discurso trufado de ejemplos publicitarios como gran creador que ha sido de campañas internacionales de gran reputación, ha enumerado su Método Creativo por Pasos: Activación, Búsqueda, Construcción, Disponibilidad, Enunciado, Fermentación, Generación con el inicio del trabajo intenso, Hallazgo (el Eureka de Arquímedes), Implementación de la idea y Juicio. Terminado el ciclo, habrá que someterlo a una valoración posterior que harán otras personas.
Profesional veterano pero siempre avanzado, ha penetrado por el proceloso universo de la reflexión en torno a la Inteligencia Artificial y el futuro de la Creatividad.
Desde la defensa del Motor Creativo como el único que produce "energía limpia e inagotable", ha admitido que se puede ver la IA como adversario o aliado: "Tenemos una memoria humana, pero podremos añadirle la memoria de silicio que tiene una gran ventaja: no contiene huellas residuales del hombre de Neandertal, que por cierto era antropófago y salvaje".
Otra conclusión es que "las máquinas serán parte de nuestras vidas, pero no serán nuestra vida. Es posible que en el futuro la vida se convierta en una forma continuada de Cultura, quiero decir, tal vez más tiempo para la Cultura".
Y, finalmente, vuelta al origen que es el final. "La curiosidad llenó nuestras memorias, estas nos han llevado a la Creatividad, y la Creatividad y las emociones nos han hecho lo que somos: humanos".
Una posdata humanística para cerrar el ovacionado discurso. "Mientras llegamos a ese futuro que ignoramos, pero que hemos de ganar entre todos, los niños y las niñas deberían estar siempre en el modo juego, llenando sus memorias, alejados de las tabletas y los móviles, en contacto con la Naturaleza, haciéndose todas las preguntas importantes sobre el mundo".