Josan Rodríguez, autor de los libros El equilibrista y Pinganetas y Trapalas, ha decidido explorar nuevos horizontes literarios bajo el seudónimo de Jasón Zamora. Su más reciente creación, “Salvaje”, es un libro de doce relatos de contenido erótico, que trata de ir más allá y hacer reflexionar sobre las historias que en él aparecen.
La publicación se presentará este miércoles, 24 de enero, a las 19:00, en el Salón Azul del Casino Oscense, con la presencia, entre otras, de Sandra Araguás, en un acto organizado por la librería Anónima.
Detrás de esta "nueva identidad", el oscense pretende garantizar que su presencia en instituciones educativas, demandada con bastante frecuencia, no se vea empañada por enlaces indeseados relacionados con contenido inapropiado para menores de edad.
La elección del seudónimo Jasón Zamora se remonta a una anécdota divertida con un periodista que, en una entrevista en directo, le llamó de esta manera y decidió añadirle su segundo apellido.
La temática la ha canalizado a través de historias inventadas y la idea surgió y de un curso de sexualidad del Ayuntamiento de Huesca durante la pandemia. Así, en Salvaje, Josan Rodríguez desafía los límites y prejuicios en torno a la sexualidad y la discapacidad. Inspirado por casos reales , el autor explora la diversidad de la experiencia humana, el deseo y la intimidad, y destaca situaciones que involucran discapacidades físicas y mentales, y diferentes orientaciones sexuales.
"A veces, basta con que una persona sea tímida para encontrarse con muchas dificultades a la hora de tener relaciones sexuales", apunta.
El autor es consciente de que estos temas todavía provocan incomodidad, pero, "aunque aún queda camino por recorrer -destaca-, es importante tratar de normalizar las conversaciones sobre sexo y más si están relacionadas con alguna discapacidad".
Josan recalca que no se considera un experto en la materia y reconoce que situaciones como la de parejas con discapacidad intelectual que desean ser padres dejan abierta la puerta para el debate. Por ello, estos doce relatos pueden contribuir a reactivar la reflexión sobre tabús que aún persisten en nuestra sociedad.
Para cada uno de sus capítulos, se ha informado poniéndose en contacto con asociaciones, asistentes sexuales, médicos y otros especialistas, a los que también ha pedido después la supervisión de sus textos. También ha hablado con amigos y compañeros con alguna discapacidad, que le han confesado que les habría gustado tener relaciones sexuales con otra persona pero no han tenido la oportunidad por diversos motivos. "Incluso miedo -observa-. Se oyen tantos casos de abusos, que a veces piensan que es mejor no ponerse, y hay también quien siente complejo de su cuerpo".
El deseo de Josan Rodríguez es que los lectores disfruten de Salvaje y abran su mirada a las personas que tienen alrededor. "En realidad, creo que es un libro para todo el mundo y que a todos nos puede servir. "Cuando tú ves que una pareja se quieren mucho y una familia se opone a eso, ostras, cuesta, y esto puede pasar con o sin discapacidad, es muy duro".
La maquetación de esta nueva publicación es de David Adiego y las ilustraciones son obra de Rosa Mai, con la que ya trabajó en El equilibrista.