José María Cabrero: las Vivencias y amores de un cura de pueblo se envuelven en abrazos y palabras

Emotiva presentación del libro de José Antonio Adell en Alquézar con muchos amigos, mucha verdad, mucha jota y mucha sabiduría vital del cura mítico y entrañable

DH
29 de Julio de 2023
Guardar
José María Cabrero, con Mariano Altemir, José Antonio Adell y Ana Blasco en O'Mullón de Alquézar.
José María Cabrero, con Mariano Altemir, José Antonio Adell y Ana Blasco en O'Mullón de Alquézar.

Viendo las imágenes, emerge inmediatamente la voz de Joan Manuel Serrat. Palabras de amor, sencillas y tiernas que echamos al viento la primera vez. La tarde de Alquézar se ha recubierto de abrazos, de miradas y de afecto, de mucho afecto para corresponder a las "Vivencias y amores de un cura de pueblo. Elogio del Somontano y del Sobrarbe" que han sido ordenadas sabiamente por la cabeza y la mano literaria de José Antonio Adell con la inspiración que provoca en todos José María Cabrero.

En O'Mullón, decenas de amigos para aplaudir con ese ritmo pausado, sereno, meditado. En la cabecera al nivel del resto, el autor, José Antonio Adell, que ha explicado las peripecias para la configuración de un libro que no es sino la escritura de muchos amigos de José María Cabrero Bastarás desde la infancia hasta esa madurez espléndida que tiene. Esa sabiduría que impregna los pueblos, esa calidez que a todos reconforta. Ese ejemplo que ha sido su existencia desde sus raíces en Siétamo, la formación en el Seminario que se refuerza en Roma, el tránsito crucial que fue la ordenación sacerdotal, su capacidad para impregnarse de la cultura de sus destinos empezando por La Sotonera. Su permanente educación multidisciplinar, esos cursos de Biología, y su faceta profesoral. La irrupción en el Somontano y las parroquias del arciprestazgo, la labor pastoral y diocesana de quien no deja a sus pueblos nunca huérfanos.

Claro está, su amor por la jota. El propio José María Cabrero se ha arrancado a cantar la pieza de El Segador de La Rosa del Azafrán: 

"Cuando siembro voy cantando

Porque pienso que al cantar

Con el trigo voy sembrando

Mis amores al azar*

La sinfonía de la presentación, con las palabras de la alcaldesa reciente, Ana Blasco, y del eterno, su amigo Mariano Altemir (le temblaban las piernas porque llevan juntos con Cabrero bastante más que una vida de Jesucristo, en concreto 47 años y de ellos 32), la ha guiado Ángel Huguet. Y, ejerciendo de maestros de la jota, el Chato Lasierra y Javier Badules. El de Pallaruelo de Monegros se lanza:

"Tengo alegría y tristeza

Y no se cuál puede más

Contento por lo que has hecho 

Muy triste porque te vas".

Ahí va la pena por la marcha después de tantos años a otro destino. Ahí la reivindicación. Cada cual coja la jota a su aire. Y sigue el acto, presentes escritores de retazos de su vida como Ignacio Almudévar o Mariano Lisa, Sheila Ayerbe o María Puértolas, Antonio y Elena de Casa Valeta de Radiquero, quienes tanto le han escrito como Ángel Huguet y José Luis Pano. Entre el público, sus amigos Marcelino o Antonio (Cosculluela) que también han tomado la palabra, o José Félix Méndez. Ahí va, para admiración general, Javier Badules.

"Como has dicho en la canción

Has sembrado en nuestros pueblos

La sencillez, la humildad

Y el cariño en todos ellos"

La definición perfecta. Veintiún palabras sin tacha para un ser humano intachable en su irradiación de luz y de verdad.

La emotividad sube los grados entre las paredes que construyó la naturaleza. Ignacio Almudévar coge el verbo y da gracias a la vida por haber conocido al cura Cabrero, por haberle seguido, por haber enlazado sus más profundas vicisitudes. Isabel Bardají, la guía de la Colegiata que es de Santa María pero es de José María Cabrero. Y, con una congoja en el cuello y las palomas del Espíritu Santo elevando el ánima y el ánimo de todos, el cierre. Javier Badules, otro maestro que a su manera ejerce el sacerdocio pos nuestras raíces. Como Cabrero.

"Cuando flojea mi fe

Y se nubla mi sendero

Me reconforta el saber

Que hay curas como Cabrero"

Amén. Una recarga de creencia sobrenatural y en el ser humano. Ahora, a leer el libro, que aquí hemos venido a hablar de su libro. Del de José Antonio Adell, otra bendición para esta tierra, y de José María Cabrero Bastarás. Que es de Siétamo y es de Alquézar, Radiquero, San Pelegrín, Colungo, Adahuesca, Santa María de Dulcis, Buera, Colungo, Asque, Almazorre, Bárcabo. Betorz, Eripol, Hospitaled de Bárcabo, Lecina, Santa María de la Nuez, Arcusa, Castellazo, Las Bellostas, Paúles de Sarsa, Santa María de Buil, Sarsa de Surta y El Pueyo de Morcat. Que es patrimonio de la humanidad, aunque la humanidad se reduzca a esta tierra humilde y trascendente.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante