Preparando una conferencia sobre Santiago Ramón y Cajal para la Real Academia de Medicina de Zaragoza, de la que soy miembro, me he dado cuenta del gran papel que su padre, Justo Ramón Casasús, desempeñó en la vida de su hijo Santiago y el enorme tesón que tuvo para que un labrador analfabeto llegara a ser licenciado en Medicina, doctor y profesor de Anatomía en la Universidad de Zaragoza. Los principales destinos de don Justo Ramón fueron Petilla, Larrés, Luna, Valpalmas, Ayerbe y Zaragoza. Una trayectoria ejemplar digna de reconocimiento y aplauso.
Justo Ramón, adolescente y mancebo de farmacia
Justo Ramón (Larrés 1822- Zaragoza en 1903 ). Era hijo de una familia de labradores. Antonia Cajal Puente, que sería la esposa de don Justo, nace en Larrés el 13 de julio de 1819. Ella pertenecía a una familia de tejedores.
A los 16 años abandonó la casa familiar y encontró trabajo como mancebo de un cirujano de Javierrelatre, un bello pueblo perteneciente a Caldearenas. Tuvo su primer contacto con una forma menor de ejercer la medicina. Durante sus primeros años de trabajo con el cirujano, aprendió a leer usando los libros de la biblioteca de su jefe.
Justo Ramón, bachiller en Artes en Zaragoza
En 1843 deja su empleo de mancebo en Javierrelatre y camina a pie hasta Zaragoza .Se coloca en una barbería del barrio del Arrabal, al otro lado del río Ebro. No solamente trabaja, sino que también estudia, y logra sacar el título de Bachiller en Artes . Después se presenta a unas oposiciones para optar a una plaza de practicante en el Hospital Provincial, y las gana.
Transcurridos unos meses, decide estudiar la carrera de cirujano de segunda clase.
Justo Ramón, cirujano barbero en Barcelona
Marchó otra vez a pie, desde la capital de Aragón hasta Barcelona. Fueron siete días de caminata. Su intención era seguir con su carrera de cirujano.Una vez que hubo llegado a Barcelona, encontró en una barbería en Sarrià, cuyo dueño le dio permiso para que pudiera asistir a clase y de esta forma seguir con sus estudios.
Don Justo, pasados ya algunos meses, instaló un puesto de barbero ambulante en el Puerto de Barcelona para incrementar sus ingresos. De ello se enteró su patrón y, muy justificadamente, lo despidió. Adquirió entonces una pequeña y modesta barbería cercana al puerto y continuó con su oficio y con sus clases.
Consiguió terminar sus estudios de cirujano de segunda clase.
Ramón Casasús en Petilla
En este punto de su vida, don Justo vuelve a Larrés donde comienza el noviazgo con su amiga conocida desde la infancia, Antonia Cajal, y toman la determinación de casarse, por lo que el joven cirujano comienza a buscar un empleo para asegurar su porvenir.
Don Justo, en su búsqueda de trabajo, se llega hasta Petilla de Aragón, en donde iniciaría su actividad como cirujano de segunda clase.
Petilla es una villa navarra enclavada dentro de la comarca de las Cinco Villas de Aragón, cercana a Sos del Rey Católico y a Sádaba. Es un pueblo que fue empeñado por don Pedro de Aragón para garantizar unas deudas contraídas con don Sancho el Fuerte de Navarra en 1209. En el año 1231, no pudiendo saldar sus débitos, don Jaime I lo entregó definitivamente a Navarra.
El Acta de Capitulación fechada el 24 de enero de 1848 contrata a don Justo Ramón Casasús, cirujano titular de segunda clase, como cirujano de la villa de Petilla de Aragón, desde el 10 de enero hasta el último día del mes de septiembre del mismo año. Le otorgan treinta cargas (o cahices) de trigo por un año entero, casa franca, que será la que tiene el ayuntamiento encima de la casa consistorial, leña vecinal de los que tuvieren caballería y se lo pudieren portar. En cualquier caso, si no quisiera acomodarse en la casa designada, se le compensará con media onza de oro para que con ella busque casa de su gusto.
El cirujano tendría que rasurar a los vecinos de la villa cuando se presentasen en la barbería. Debería también tener dispuesta una tijera para que se cortasen mutuamente el pelo entre ellos.
Deberá curar las enfermedades venéreas y la sarna, pero tendrá derecho a cobrar.
Boda con Antonia Cajal
Una vez que ya se hubo acomodado en Petilla decidió casarse con Antonia Cajal Puente. La boda tuvo lugar en laiglesia parroquial de Larrés el día 11 de septiembre de 1849. La permanencia de don Justo como cirujano de segunda clase en Petilla sería desde el 10 de enero de 1848 hasta el mes de septiembre de 1853.
El matrimonio tiene su primer hijo en esta villa, ya que Santiago nacerá el 1 de mayo de 1852, le pondrían como nombres Santiago y Felipe. La casa natal de Cajal es actualmente un digno museo llevado con ilusión y acierto por el Dr. Pedro Uhalte, buen amigo.
Destinos de Justo Ramón: Larrés, Luna, Valpalmas, Ayerbe
LARRES
En el mes de octubre de 1853 se traslada la familia Ramón y Cajal desde Petilla a Larrés, donde don Justo comienza a ejercer como cirujano titular. Para él es una gran oportunidad y satisfacción volver a sus orígenes. Allí nacería su hijo Pedro. Después de dos años de emplearse en su profesión en el lugar de su nacimiento, tuvo problemas con el Ayuntamiento, al parecer ser en relación con la elección de un candidato a diputado, pues el que proponía don Justo no era del agrado en el Ayuntamiento de Larrés
LUNA
A comienzos del año 1856 deja su pueblo y don Justo solicita plaza de cirujano titular en la villa de Luna, en donde ejerce hasta final de año. Otra vez se trasladó de sitio de trabajo, esta vez a Valpalmas, un pueblo más pequeño que Luna y cercano a él. Después de varios destinos en Larrés, Luna y Valpalmas decide ampliar estudios en Valencia donde se licenció en Medicina. Con este título ejerció en Ayerbe. Fue médico de Beneficencia por oposición y profesor de Anatomía interino en Zaragoza. Su Tesis doctoral fue “Consideraciones sobre la doctrina organicista”.
El perfil de Justo Ramón es el del tesón aragonés, muy diferente de la tozudez. De analfabeto a doctor y profesor de anatomía. Un hombre resiliente. A fuerza de tesón consiguió vivir y educarse.
VALPALMAS
En Valpalmas permanece ejerciendo como cirujano hasta 1860 (1856-1860). Ayuda a su hijo como profesor de geografía, física, aritmética, gramática y francés.
A los seis años “Santiagué” escribía correctamente y se encargaba de la correspondencia en ausencia del padre, que estudiaba la carrera de Medicina. También en este año 1857 nacería la tercera de los hermanos: Pabla.
AYERBE
Don Justo, en el año 1860, se traslada con toda su familia a Ayerbe, donde comenzaría en ese año a ejercer ya como médico, aunque no solamente atendía a los pacientes de Ayerbe, sino que también a los de Linas, Riglos, Losanglis y Fontellas. Allí surgen conflictos paterno-filiales importantes.
No es bien recibido en Ayerbe “el hijo del médico”. No hablaba el ayerbense ni llevaba calzón y cachirulo en la cabeza. Con el tiempo consigue conectar y se hace “jefe de la pandilla”. Aquí comienza su leyenda de rebelde. A la ciudad de Ayerbe, le llama su verdadera patria.
Así escribe su hijo Santiago sobre la ciudad de Ayerbe. “No respetábamos derechos ni propiedades. Nos daba igual el huerto del cura que el del alcalde. Queríamos conocer la emoción del riesgo tras el vandalismo y el pillaje. Yo era el jefe de aquellos rústicos mozalbetes”.
Estudios de Santiago en Jaca y Huesca
JACA
Para cursar, el bachillerato en Jaca su padre busca un colegio con buen latín y mano dura. Era el colegio de Las Escuelas Pías, orden religiosa de prestigio, fundada por el oscense José de Calasanz. Abandonaba Santiago por primera vez su casa de Ayerbe.
Le despidieron “los besos húmedos de su madre Antonia”. Se aloja en casa del tío Juan. “Para el alivio del alma más vale una madre que unos cuantos padres”
Los duros correctivos del padre Jacinto no lograron doblegarle. Durante los castigos en el cuarto oscuro y con ayuno lograba escaparse a casa del tío Juan, hasta que fue descubierto en sus fugas,
Era un colegio con cuarto oscuro, libro de castigo y látigo. Santiago, además, no tenía buena memoria verbal...
HUESCA
Ante la negativa experiencia jacetana el destino siguiente es Huesca. Se aloja en una pensión, cerca de la catedral. Santiago fue mal recibido en el Instituto. El “gallito” era Azcón, un labrador fornido que le insultaba. Santiago se lanzó sobre él y recibió una buena paliza. Entrenó muchas horas, pensando en la revancha ,por los sotos y arboledas del río Isuela, trepando árboles, saltando acequias y levantando piedras a pulso. Azcón tuvo que capitular ante los puños de Santiago...
El rendimiento escolar en el instituto Huesca no era el deseado por su padre. Alternó cursos escolares con otros de aprendiz de barbero y zapatero.
Su padre decide que abandone los estudios y aprenda el oficio de barbero con el Sr. Acisclo. En la barbería Santiago hace valer sus dotes literarias y pictóricas. Pacta con el oficial de la barbería y gana favores al escribir cartas de amor a las criadas que cortejaba. Conquista también al Sr. Acisclo pintando los retratos del general Prim y Pirrad con glosas liberales. Eran tiempos de la revolución de “La Gloriosa” que acabó con el reinado de Isabel II.
APRENDIZ DE ZAPATERO
Habiendo regresado al Instituto, otro conflicto escolar con el profesor de griego llevó a su padre a colocarlo como aprendiz de zapatero con Pedrín Coarasa.
Tuvo éxito en su trabajo y Pedrín Coarasa ofreció a Don Justo un contrato laboral para su hijo por varios años. Su padre lo rechazó y le animó a continuar sus estudios. Santiago le exigió a cambio tomar clases de dibujo con el profesor León Abadía y su padre aceptó (hay un fresco muy hermoso de León Abadía en el techo de Ultramarinos “La Confianza” de Huesca).
Los progresos en dibujo fueron notables. La propuesta del profesor para que continuara estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid no prosperó. “Cuando sea médico ya podrá viajar por las quimeras del arte”. Su padre no le permitió retozar por las laderas del Parnaso....
Con muchas intermitencias y perdiendo varios cursos termina el bachillerato.
AFICIÓN AL DIBUJO
El joven dice a su padre que sacará mejores notas si le matriculan en clases de dibujo, a lo cual su padre accede. No obstante, para asegurarse de lo pactado, lo emplea otra vez como mancebo en una barbería. Santiago Ramón y Cajal logra un espléndido sobresaliente en dibujo y don León Abadías, su profesor, afirma entusiasmado a don Justo que su hijo es el mejor alumno que ha tenido nunca y que tiene un espléndido porvenir en la pintura. Pero don Justo no se dejará convencer. Piensa que su hijo deberá ser médico
En el verano de 1868, una vez finalizado el curso, Santiago regresa a Ayerbe, al hogar familiar. Su padre, para que no pierda el verano, empieza a darle clases de anatomía.
Comenzarían inicialmente con la osteología, para lo cual conseguirían los huesos para el estudio en la fosa común del cementerio. Don Justo se da cuenta de la capacidad del muchacho para aprender visualmente, con diferencia a lo que consigue con la memorización verbal de los textos. Finaliza el Bachillerato.
SU PADRE DESEA HACERLE UN BUEN ANATOMISTA
Buscan juntos material anatómico. Padre e hijo, en noche de luna llena, saltan la tapia del cementerio y ven osamentas desperdigadas procedentes de exhumaciones. Al regresar con los huesos en la mochila y escalar la tapia del camposanto el pavor se apoderó de Santiago... Su padre le tranquilizó: ¡No te preocupes hijo!, que las maldades están en los vivos y no en los muertos.
Practicando con las piezas anatómicas observa la buena memoria visual de Santiago y lo motiva para la anatomía
Santiago estudia Medicina en Zaragoza
El 27 de septiembre de 1869 Santiago termina el bachiller en el Instituto de Huesca. Don Justo acompaña a su hijo mayor a Zaragoza, ya que el padre de familia y el resto siguen todavía en Ayerbe. Una vez en la capital lo matricula en las asignaturas del curso preparatorio para ingresar en la Universidad. Lo coloca otra vez de mancebo, esta vez en casa de un cirujano conocido suyo.
Su padre había ganado por oposición la plaza de Ayudante de Anatomía. Hacían prácticas de disección en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia.
Consultaba con su padre libros de Velpeau y Nelaton, cirujanos franceses de la época y los libros de Argumosa y Sánchez de Oca, catedráticos de cirugía en Madrid y médicos de la Corte.
Se licencia en Medicina a los 21 años, destacando en Anatomía durante sus estudios y mostrando interés por la Fisiología.
La familia se traslada a Zaragoza
La familia Ramón y Cajal se traslada a Zaragoza. Don Justo tiene decidido instalarse en Zaragoza, de manera que llega a la ciudad a finales del año 1870. Opositó y gano la plaza de médico de la Beneficencia Provincial y pocos meses más tarde era también nombrado Profesor interino de Disección de la Facultad de Medicina.
En el logro de este último empleo le ayudó la amistad que tenía con don Genaro Casas, decano de la Escuela Libre de Medicina. En octubre de 1876 fue nombrado responsable de la enseñanza de Osteología y Disección de los cursos primero y segundo en la Licenciatura de Medicina.
El Ministerio de Educación exigió que los profesores interinos revalidasen sus nombramientos para pasar en propiedad al escalafón general de Universidades. Para cumplir este trámite, cada candidato tenía que realizar una oposición en la misma localidad. Por tanto, don Justo había de realizar su examen en Zaragoza. Hubo un debate familiar, pues tanto Santiago como Pedro se oponían a que su padre pasase el trance de un examen, ya que entonces superaba en mucho los cincuenta años de edad y el ambiente, decían los hijos, no le era propicio. Don Justo se presentó a la oposición y le suspendieron. Don Justo Ramón dimitió como auxiliar y Catedrático de Disección interino en marzo de 1883.
Cuando don Justo renuncia definitivamente a todos sus cargos universitarios cuenta con 61 años. Entonces se entrega de lleno a la práctica de la medicina, ya que seguía siendo médico de la Beneficencia y además tenía una abundante clientela ante la que gozaba de un excelente prestigio.
FALLECIMIENTO DE ANTONIA CAJAL
En 1898 fallece a los 76 años doña Antonia Cajal, la madre de don Santiago y esposa de Ramón Casasús. Había padecido una dolencia crónica durante varios años. Durante este tiempo, don Justo había estado pletórico de salud y, a pesar de sus muchos años, tuvo un desliz con una muchacha de 26 años a la que dejó embarazada.
Las hijas Jorja y Pabla eran las que cuidaron de la madre, ya que los hijos la visitaban muy de tarde en tarde por culpa de sus ocupaciones. Santiago se encontraba ya en Madrid y Pedro en Cádiz, ambos de catedráticos.
Cuando Antonia fallece, la situación familiar se hizo muy tensa. Las hijas fuerzan al padre para que se case. Un sacerdote de nombre Pellicer y su hija Jorja Ramón son los que convencen a don Justo para que tome en matrimonio a Josefa Albesa, natural del Bojar (Castellón de la Plana), que era la madre del hijo de Ramón Casasús que había nacido dos años antes. Santiago se había opuesto a esta boda, ya que exigía que se respetase la memoria de su madre.
Una vez sucede el casamiento, las hijas dejan la casa paterna, sita en la calle de San Jorge, y se instalan en otro piso. Pabla y Jorja seguirían en trato con su padre, así como su hijo Pedro que había pedido su traslado como catedrático desde Cádiz a Zaragoza. Santiago no volvió a tratarlo, y nunca le perdonó los disgustos que en los últimos años don Justo le ocasionó a su madre.
FALLECIMIENTO DE JUSTO RAMÓN
El 12 de septiembre de 1903 fallece don Justo Ramón.Casasús en su casa de la calle de San Jorge de Zaragoza, a la edad de 81 años. Es enterrado en el Cementerio de Torrero. A sus hijos Santiago, Pedro, Pabla y Jorja les deja el 75% de sus propiedades, mientras que el 25% restante lo heredan Josefa Albesa y el hijo que había tenido ambos. Santiago y Pedro renuncian a su parte de herencia en favor de las hermanas, las cuales permanecieron solteras y se mantuvieron decorosamente con sus rentas.
Las asignaturas que motivaron a Santiago fueron la Anatomía y la Fisiología. El resto, según él mismoreconoce, las estudiaba simplemente para aprobar. Al final del segundo año de carrera se le concede una plaza como ayudante de Disección.
RECONOCIMIENTO A SU PADRE
Como reconocimiento a su padre, el maestro más definitivo e importante que tuvo, escribió Cajal estas bellas palabras en su madurez:
“No puedo quejarme de la herencia biológica paterna. Me legó cualidades morales a las que tanto debo: la religión de la voluntad soberana, la fe en el trabajo, convicción en el esfuerzo, la hermosa ambición de ser algo, no reparar en sacrificios, no torcer la trayectoria por causas segundas, y su honestidad, natural en los hombres de las montañas, pues se lleva tan adentro que se arrastra de por vida”.