Víctor Juan: “Las cartas son el territorio en el que Ramón Acín ejerce como ser humano"

El profesor y escritor aragonés acaba de publicar "Tú eres antes que todo"

15 de Noviembre de 2022
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Ramón Acín, Concha Monrás y sus cartas de amor

El 1 de febrero de este año 2022, se encontraba el profesor y escritor Víctor Juan tomando unas fotografías de la librería Anónima de Huesca con el actor Luis Rabanaque, cuando entró en el mismo establecimiento otro amigo, Alfonso Palomares. En un espacio tan cálido, que se presta a permanecer un buen rato, pronto entablaron una animada conversación, en la que Luis le preguntó si había publicado el epistolario de Ramón Acín y Conchita Monrás.

Víctor Juan le comentó que había escrito sobre esa correspondencia para la revista Turia, pero cayó en la cuenta, en ese preciso momento, en que había llegado la hora de publicar los documentos, las cartas, las tarjetas postales, los "papelines" reciclados que ambos se intercambiaban. Ese podría ser un buen escaparate para asomarse, una vez más, "al universo que la pareja construyó con las palabras".

Víctor Juan, director del Museo Pedagógico de Aragón, me comentaba recientemente todo eso. Me dijo que después se puso a trabajar y recopiló, sobre todo, las misivas que escribió Ramón, porque Conchita era muy cuidadosa y lo guardaba todo, no así su esposo.  “Fui transcribiendo todos los documentos que encontraba que, por otra parte, se pueden ver en la página web de la Fundación Ramón y Katia Acín. Muchos de los originales se custodian en el Museo de Huesca”, explicó.

Tú eres antes que todo (Pregunta ediciones) muestra la misma estructura que una carta y hace coincidir cada una de las partes con los capítulos. El membrete lo guarda para la introducción y allí Víctor Juan plantea cómo ha concebido el proyecto.

El encabezamiento lo reserva para las biografías de Ramón y Conchita, “porque no todo el mundo que se acerque a este libro tiene por qué conocer sus vidas”.

En el cuerpo plasma lo más sustantivo, la reproducción de los documentos y su transcripción, y la despedida resume todo lo que estas cartas representan. “Corresponden al noviazgo de Ramón y de Conchita -explica Víctor Juan-. La primera que conservamos es de 1918 y se casaron en 1923. Después hay cartas que se iban enviando cuando Ramón estaba en Madrid, en Zaragoza, en París, en Huesca. A veces le escribe desde la Escuela de Magisterio a casa”.

Por último, deja un capítulo para la postdata, que dedica a los agradecimientos.  “Las cartas son el territorio en el que Ramón Acín ejerce como como ser humano; ya no es el artista, no es el profesor, no es el militante ni el anarcosindicalista. Aquí está recogido todo el noviazgo. Al principio se ustean y se despiden también con fórmulas más bien protocolarias. En el verano de 1921, empiezan a decirse abiertamente que se quieren y ya Ramón empieza con sus encabezamientos de gitana mía, gitana de la gitanería. Está aquí todo, cómo avanzan en el amor. Se extrañaban como todos los enamorados de todas las épocas y la forma que tenían de comunicarse y decirse que se querían era con estos papeles que iban y venían,  de la calle Las Cortes a la plaza de Santo Domingo, que es donde vivía Conchita”.

Confiesa Víctor Juan, que cuando transcribió las epístolas hubo cuatro o cinco palabras que se le resistieron. “Recurrí a dos especialistas en escrituras difíciles o imposibles, es decir, dos amigas mías que atienden una farmacia. Bien, pues ni siquiera las farmacéuticas han sido capaces. Invito a los lectores que se puede desentrañarlas, que me lo digan”.

En el libro ha incluido también, como una coda, las cartas que Ramón Acín les mandó a "las niñas", sus hijas Sol y Katia, desde la cárcel. Les dice permanentemente que se encuentra bien, que se acuerda de ellas y que tiene muchas ganas de verlas. Además, personalizaba casi todas las tarjetas postales. Una de ellas, muy conocidas, la protagoniza una palomica que por las noches salía de la prisión para llevarles un beso, a ellas y a mamá.

A veces se encontraba en la cárcel pasando muchas penalidades y, sin embargo, trataba de dar siempre una visión optimista.

El título del libro es una frase que Víctor Juan extrae de una de las epístolas que le envía a Conchita: "Aquí estamos todo lo bien que se puede estar, sin la libertad y sin ti. Bueno, mejor dicho, sin ti y sin la libertad, porque tú eres antes que todo", le dice a su mujer.

La cubierta está basada en una foto en la que la pareja pilota un avión de cartón en el estudio de un fotógrafo y se le ha añadido una tarjeta postal que envió Ramón. "En este colofón decimos que este libro se acabó de imprimir el día de Reyes de 2023, porque en 1923 Ramón y Conchita se casaron y celebraremos el centenario de su boda, y también Katia nació en octubre y celebraremos el cumpleaños de la primera hija de Ramón y Conchita. Dicen que la mejor obra de Ramón Acín es el mismo y a él mismo, al ser humano, al estricto ser humano Ramón Acín lo encontramos en todos los rincones de este libro, en cada una de sus cartas".

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