La motivación de los jóvenes para expresar sus más íntimos sentimientos y preocupaciones es de vital importancia, y el teatro se presenta como un excelente vehículo para lograrlo.
Un buen ejemplo son Los locos susurran alto, que, bajo la dirección de Yeimy Cruz, han puesto en escena este jueves la obra Pros y Contras, dentro de la XXXI Muestra de Teatro y Danza Joven.
"Deprimido, sin trabajo, desahuciado y abandonado por su novia, Jesús despierta un lunes con resaca y la firme idea de suicidarse. Sólo que el destino o la casualidad van a complicar bastante sus planes y quizás, sólo quizás, Jesús descubra que acaso existan más razones de las que piensa para seguir viviendo". Este es el resumen de la obra, escrita por Tahiche Rodríguez Hernández.
Los locos susurran alto es un grupo de adolescentes, con edades comprendidas entre los 14 y 18 años, que mantiene su nombre desde su creación en 2012 -nadie ha querido cambiarlo- y se renueva cada año. "Trabajar con adolescentes puede ser complicado, porque tienen sus gustos muy particulares y su manera de ver la vida muy diferente de la nuestra. Al mismo tiempo, son chicos con inquietudes que tienen ganas de hacer cosas".
Por eso, las sesiones con Yeimy se basan, principalmente, en aquellas cosas que captan su atención, ya que "carece de sentido abordar obras de Shakespeare si no les atraen".
Por otro lado, considera que "es fundamental que los jóvenes conozcan el teatro desde dentro y comprendan que es una herramienta para expresarse, manifestar sus opiniones y transmitir sus sentimientos".
Por tanto, Yeimy Cruz siempre se esfuerza por seleccionar obras o realizar creaciones colectivas relacionadas con las problemáticas actuales que preocupan a los jóvenes, como el suicidio y los desafíos de la juventud, problemas que se han acentuado aún más debido a la pandemia. "Durante el proceso, los jóvenes pueden aportar sus opiniones, lo cual resulta sumamente enriquecedor y motivador para todos", añade.
La directora se siente muy orgullosa de su grupo, compuesto por jóvenes "muy majos y trabajadores", pero en esta ocasión destaca especialmente a una chica que no se había inscrito este año en el taller para centrarse en sus estudios, pero que "no dudó ni un segundo" en ayudar cuando se presentó la oportunidad debido a la baja de un integrante del grupo. "Ha sacado el personaje con dos narices, y eso que solo ha tenido tiempo desde el lunes hasta hoy".
Los jóvenes que integran esta formación estudian en el IES Sierra de Guara, en el Pirámide o en el Lucas Mallada. La mayoría de ellos ha estado involucrado en el teatro desde Primaria, e incluso algunos desde los 4 años, todos ellos bajo la dirección de Yeimy. "Esta semilla" plantada desde temprana edad hace que sea difícil apartarse del teatro, "y en Huesca, afortunadamente, contamos con una excelente cantera", subraya Yeimy. Y unos estupendos enseñantes, diría yo.