El exmilitar Luis Gonzalo Segura ha presentado en Huesca su último libro. Se titula La trampa ucraniana en el que realiza un análisis geopolítico y sociológico del conflicto.
El presidente del CRMAHU, Carlos Escartín, se encargó este sábado de introducir el acto y de presentar al autor, aunque ya fue muy conocido en su día tras denunciar ilegalidades de altos mandos del Ejército en su etapa como teniente de las Fuerzas Armadas.
Su libro comienza remontándose a los juicios de Nuremberg como ejemplo de manipulación interesada, como siempre, por parte de los vencedores, la propaganda como arma de combate y la historia maquillada como permanente fuente de engaño. La segunda guerra mundial, Corea, Vietnam, hace décadas, Palestina y Ucrania, ahora.
Denuncia los cambios constantes de alianzas, las organizaciones otrora liberadoras que devienen en terroristas, según criterios de política internacional cambiantes.
Recuerda las informaciones aparecidas que han salpicado a Rusia y su líder, informaciones que el tiempo ha puesto en su lugar, y que iban desde el ataque inmediato de este país a algún otro de la OTAN hasta la grave enfermedad del líder ruso que no existió.
A lo largo de 40 minutos, Luis Gonzalo Segura esgrimió una serie de argumentos para sembrar en el auditorio dudas que pueden incitar a ejercer el espíritu crítico y a desconfiar de las verdades oficiales, en el momento presente y en el futuro, en el que la lucha por el relato importe, ya que éste configurará la historia que pasará como verdad a las generaciones futuras.
Puso como ejemplos lo que acontece en Palestina, Ucrania, Colombia, Venezuela y Cuba, y terminó recordando que "la pertenencia a una misma trinchera no implica comulgar con ruedas de molino".
Tras su intervención, se entabló un debate posterior, en el que se afirmó que los derechos humanos se han visto supeditados y cuestionados por el ejercicio del poder que, bajo excusa de salvaguarda del bien común, los hace añicos repetidamente.
Se mencionó también la reconocida existencia de los "atentados de falsa bandera" y de su utilización para la manipulación de la opinión pública, todo ello con el fin de, además, distraer la atención de la ciudadanía de las razones verdaderas de conflictos, alejando el foco de ellas.
Se avisó, nuevamente, "del alejamiento de realidad y relato", de los "colapsos de las civilizaciones" e, incluso, hay quien cuestionó la agenda 2030. Muchos puntos de vista y muchas aportaciones que construyen un enriquecedor debate que se prolongó hasta más allá de las 20:30 horas.