Woody Allen dejó el año pasado un buen sabor de boca al grupo Lunátika, que ha decidido repetir éste con otra obra del genial autor y llevar a escena No te bebas el agua. Fue la función de este domingo, de la XXXI Muestra de Teatro y Danza Joven en Huesca, que tiene como centro neurálgico el Centro Cultural Manuel Benito Moliner.
La directora artística, Yeimy Cruz, se mostraba después muy satisfecha por la acogida del público y por el disfrute que ha supuesto para todo el grupo el proceso de su preparación.
La historia cuenta las disparatadas situaciones que suceden en la embajada americana existente en Rusia durante los setenta, cuando una familia (los Hollander) son tomados por espías por un agente ruso llamado Krojack y se tienen que refugiar en ese edificio. En ausencia de la embajadora, se ocupa su hijo, Axel Magee, que se revela como uno de los funcionarios más incompetentes que los Estados Unidos ha tenido jamás.
"El grupo empezó con otra dirección hace cinco años y lleva conmigo dos, pero hemos trabajado muy tranquilos, muy contentos y con muy buen rollo. Woody Allen está completamente loco, como algunos de los miembros del grupo -bromea-. Hemos trabajado sobre el absurdo y la crítica social, que siempre está presente en su obra".
Explica también, que tuvo que aplicar algunas adaptaciones, porque había ciertos personajes con papeles demasido largos que decidió dividir para dar, al mismo tiempo, entrada a más gente. También se ha mostrado agradecida por la ayuda de "uno de los chicos jóvenes", que aceptó suplir a uno de los actores que había enfermado.
"Es una obra muy larga, un montaje muy difícil y hacer humor siempre es muy peligroso, porque nunca sabes cómo va a responder el público. El humor de Allen es muy especial, porque es un humor que te hace reflexionar y a mí es el que más me gusta", concluye, asegurando, una vez más, lo satisfactorio que había sido el resultado.