Lupercio y Bartolomé de Argensola reviven de la mano de Tomás Roures y salen a charlar a la Plaza del Mercado de Barbastro

Emocionante inauguración de las dos esculturas en bronce del autor castellonense que ha legado un gran patrimonio en varias piezas en la ciudad del Vero

22 de Abril de 2025
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Inauguración de las esculturas de Lupercio y Bartolomé de Argensola en Barbastro
Inauguración de las esculturas de Lupercio y Bartolomé de Argensola en Barbastro

Lupercio y Bartolomé de Argensola han regresado a Barbastro, 396 años después del fallecimiento del pequeño, para mantener una divertida y edificante charla literaria en bronce, sobre el libro Rimas. Probablemente, habían visto "A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa", una de sus obras con tono satírico atribuida en su mayor posibilidad a Lupercio, pero el caso es que están la mar de simpáticos con la obra póstuma que se empeñó en publicar Gabriel, el hijo del mayor.

En la Plaza del Mercado, donde se trabaja en el nuevo templo del saber que es la biblioteca proyectada, estaba el alcalde, Fernando Torres, con parte del consistorio junto a otros vecinos y familiares de Tomás Roures, el autor que vivió cerca de una década en Barbastro y ha dejado una huella más de su prolijidad creativa. A sus 76 años, el de Les Coves de Vinromá (Castellón), formado en los gustos de la Escuela Superior de Bellas Artes Sant Jordi, de la Massana y de Italia gracias a una beca, estaba feliz. Tiene un punto de genialidad y de dispersión, porque la cabeza va a mil revoluciones y también sus manos que han cincelado bustos de Luis Buñuel, Pablo Gargallo o Pedro Cerbuna.

Para la posteridad, ha dejado un conjunto practicable, hermoso en sus formas, realista en su dimensión y turístico porque no cabe duda de que cada año van a ser cientos de miles los visitantes que querrán retratarse con los hermanos que egresaron de la Universidad Sertoriana, de Huesca y de toda la provincia, para dedicarse a la poesía, a la historia y, en el caso del mayor, a la dramaturgia. Cronista de Aragón el uno, canónigo de la Catedral de Zaragoza el otro. Admirados por el mismo Lopez de Vega en el Siglo de Oro de nuestra literatura.

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 El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, estaba muy satisfecho de un proyecto largamente acariciado. "Cuando entramos en 2019, me puse en contacto con el escultor, porque me habían informado de que había unos esbozos de escultura de los hermanos Argensola a tamaño natural. Han sido casi cinco años en tenerlas en la Plaza del Mercado. Una obra de Tomás Roures, un reconocido escultor de gran prestigio, que ya tiene varias obras en la ciudad y está en un lugar simbólico porque van los dos hermanos caminando, haciendo esa metáfora de su casa vital y trasladándose de la biblioteca a la nueva biblioteca. Al final, muy contentos porque la obra ha quedado magnífica. Un aporte cultural más que tiene la ciudad y embellece, y va a ser referencia para visitantes para hacerse fotos y conocer la vida de dos ilustres vecinos de Barbastro".

El primer edil ha incidido en que esta es una línea que se va a perpetuar con la incorporación de elementos artísticos a la ciudad. "Cuando visitamos otras ciudades, una de las cosas que más nos gusta es ver monumentos y obras artísticas que están en la calle y es la línea que llevamos también dentro de las posibilidades, porque al final son obras de un coste bastante importante, pero que dignifican la ciudad y sobre todo cuando son esculturas que tienen un significado. La de los Argensola por su personalidad ilustre, la de la rotonda de la Museo del Vino de Julio Tapia que es un hombre con un racimo dedicado al mundo del vino tan relevante en nuestra ciudad y, poco a poco, iremos engalanando la ciudad con esculturas e imágenes de hijos ilustres o personas relevantes de la ciudad". Ha valorado que Tomás Roures no haya querido percibir ninguna remuneración. "Ha puesto mucho cariño y está orgulloso de ver a "sus hijos" en el sitio que él quería, que consensuamos con él".

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Tomás Roures y Fernando Torres con los hermanos Argensola

"TOMÁS ROURES ME HIZO"

Tomás Roures ha afirmado que ha regalado las estatutas como parte de una trayectoria de obras en la ciudad del Vero: "Me hacía ilusión tener algo en bronce. En la Catedral, el Florentino Asensio en madera de caoba policromada. En la Iglesia de San Francisco, los tres santos que hay son de piedra de la Cenia, en Tarragona cerca de Castellón, donde fui a buscar los bloques, tallé y ahí están. También hice la Virgen Gitana a la que reza El Pelé en la Iglesia de San Francisco. El Dragón Belaín en resina también me hizo ilusión, porque es algo para que se diviertan los niños colgando el chupete en los colmillos. También hicimos el cuento del Dragón de Belaín. Ahora he acabado de hacer 36 dibujos en beneficio de la Asociación de Alzheimer de Barbastro, que se editarán y saldrán un día de estos". Lo último fue el Cabezudo que dejó el último día que vivió en Barbastro.

Sobre la obra de los hermanos Lupercio y Bartolomé de Argensola, ha recordado que hace unos diez años ya estaban en el Ayuntamiento. "Te pones entre los dos y parecerás uno más, y ahí en la placa está el QR que refleja la vida de ellos". Interpreta el conjunto: "Salen de su casa, discutiendo de poesía y literatura" los dos sabios. "El tema que los une, que los abraza, es la literatura y dije que voy a hacer algo que la palabra tenga mucho que ver. Voy a poner en su mano el libro de Rimas que se publicó en 1634, estaban los dos fallecidos. Me ha hecho ilusión que lo tengan en la mano mientras van paseando y el otro hermano dice en el libro que esto lo ha hecho Tomás Roures". Textualmente: "Tomás Roures me hizo".

Tomás Roures se formó en Barcelona en las disciplinas de Pintura, Escultura y Grabado, además de en la Escola Massana. Trabajó tres años en la Fundación de Bronce de Valls, en Tarragona. "Me fundí un montón de esculturas, hice una exposición en Zaragoza, una de ellas ganó la medalla de oro nacional en la Exposición de Otoño de Sevilla, y otra ganó otra medalla de oro que era la de Julio Antonio en Tarragona".

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