Mar Aísa y su Sirena: Me gusta la magia de la palabra, la que evoca y produce sentimientos"

La autora aragonesa instalada en La Rioja ha presentado en Santos Ochoa ¿Quién ha visto a una sirena? en un diálogo con Angélica Morales en el que los hermanos Cárdenas han sido protagonistas

06 de Octubre de 2023
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Mar Aísa presenta en Santos Ochoa de Huesca "¿Quién ha visto a una sirena?"

La presentación en Santos Ochoa de ¿Quién ha visto a una sirena? de Mar Aísa Poderoso, zaragozana instalada en Logroño, se ha convertido en un diálogo a dos bandas con Angélica Morales que por momentos ha incorporado a Arancha Martínez -gerente de la librería experiencial- y a algunos de los participantes en un coloquio coral del que han participado, por ejemplo, Camino Díaz Bello. Una hora de literatura, de pujanza oral, de dibujos en el aire de palabras biensonantes, de intriga y de amor a la vida. 

Mar Aísa Poderoso nació en 1967 en Zaragoza, es licenciada en Filosofía y Letras en la especialidad de Historia Moderna y Contemporánea. Reside en Logroño desde 1995, donde da clases de Geografía e Historia. En 2018, se estrena literariamente con Dostoievski en la Hierba, el primer caso de los hermanos Cárdenas. En 2021 publica su segunda novela, ¿Quién ha visto a una sirena?, editada por Bohodón Ediciones, que le han conferido premios en La Rioja y Elche. De octubre de 2022 data Lejos de Tanzania, dentro de la campaña de animación de la lectura. Es socia fundadora de la Asociación Riojana de Escritores y miembro de la aragonesa.

La autora se ha definido como "una mujer que ama leer y un buen día se atrevió a escribir y compartir lo que escribía... Atreverse a escribir es un momento que... hay mariposas en el estómago, porque cuando compartes lo que escribes no dejas de re-volar una parte de ti que era íntima. Así que es una mujer apasionada de lo que hace y tiene muchas ilusiones por adelante y sobre todo algo muy importante: yo creo que, a cualquier edad, uno puede perseguir sus sueños. Me decidí a escribir casi cuando cumplí la cincuentena, y es una edad maravillosa, porque vivo las cosas con mucha calma y a la vez con gran ilusión. Estoy viviendo cosas que soñé, esa magia que decías: a veces los sueños se hacen realidad".

Ha recordado que su padre era un gran lector que le inició en la afición. Su madre no, pero soñaba con que fuera escritora y guardaba todas las redacciones. "A veces nos olvidamos el segundo apellido. Yo digo Mar que es un nombre corto y bonito; Aísa, que es un nombre muy aragonés y de Huesca, y Poderoso porque es la fuerza y la padre de mi madre que tanto soñó con que yo algún día pudiera ser escritora. Yo publiqué después de que ellos se fueran pero están aquí, y sé que ella estaría encantada de que escribiera el apellido Poderoso".

Angélica Morales ha recordado que ¿Quién ha visto a una sirena? no es el primer caso del subinspector Diego Cárdenas y su hermana Lucía. Ha asegurado que se pueden leer por separado con Dostoievski y quedar igual de enganchado. ¿Por qué surge la idea de los dos hermanos, no demasiado frecuente? Respuesta de Mar Aísa. Todo surgió una noche de verano en que leía plácidamente, en concreto un caso de Dona León, que tiene un inspector que se llama Brunetti. "Disfruto mucho con estos casos porque me parece una persona muy normal. Es un inspector de Policía pero tiene una vida personal, dos hijos y, sobre todo, vive en Venecia. Y, cuando yo lo vi, la última página del libro, el momento mágico en que lo acabas, miré por la terraza y dije: si Venecia tiene su inspector de Policía, ¿por qué no lo va a tener Logroño? Y ahí me vino una idea".

Así lo ha contextualizado. En San Mateo, fiestas logroñesas, los fuegos artificiales son muy característicos. "Yo visualicé ese momento de la traca, cuando termina, se encienden las luces del parque y es como que todo vuelve a la vida, porque todos estamos como paralizados, extasiados. Y ahí me ocurrió que se apareciera un cadáver. Dije: ¡qué buena idea! La traca final, el cadáver, los niños gritando... Y dije, casi por divertimento, tengo que hacer una novela. Ahí me llevé a Diego Cárdenas, que es un subinspector de Policía de La Rioja. Pero dije: lo tengo que acompañar. Y entonces me vino una idea: que apareciera una hermana, Lucía, porque me pareció que no es el binomio en las novelas policíacas, ni siquiera en las novelas, la relación de hermanos quizás no sea la más explotada literariamente. Y además yo soy hija única, con lo que necesitaba una hermana. Pero me parecía maravilloso, incluso como ejercicio literario, crear una relación que no había vivido en primera persona". Muchos de los lectores descubren "una relación muy real, que les lleva a su propia relación personal. Y eso me satisface mucho porque como escritora he sido capaz de recrear algo que no he vivido".

En torno a ellos, ha agregado, surgieron "diferentes microcosmos y personajes secundarios que son muy queridos. El microcosmos de la Jefatura de Policía en torno a Diego y Lucía es traductora. En torno a ella está la oficina o su propio negocio de traductores que son un punto importante porque traduce algo que tiene que ver con el caso".

Se ha referido al género de la novela negra, "que va evolucionando como la propia vida, la propia sociedad. Lo que sí creo es que ahora son géneros más híbridos, no tan rígidos. Ha habido años que el género negro tenía códigos y tipos, personajes determinados y ahora hay una mayor fluidez".

En la conversación con Angélica Morales, la autora ha ido desglosando algunas de sus intimidades como profesional y como escritora. Ese amor por el impresionismo como corriente artística que le fascina y, con la precisión del puntillismo que le caracteriza, esa pulcritud que le conduce a perseguir el ideal de unas novelas "bien documentadas para un libro que esté muy bien escrito".

Un matiz que explica su relativamente novel ejecutoria literaria es que disfruta. "Me divierto. me pasa también con los alumnos. Transmito a los lectores la diversión. me permite hacer un juego intelectual, voy dejando miguitas, me gusta dejar detalles que tienen importancia en el final. Me gustan mucho los personajes, de hecho mi primera novela lleva en el título Dostoievski. Me fascinan los temas sociales y humanos, me interesan las relaciones humanas".

En su dualidad aragonesa y riojana, derrocha gratitud hacia la ciudad que le acogió y a su región que le cita, por ejemplo, para participar en el festival Aragón Negro con actos en Monegrillo y Tauste.

Específicamente sobre ¿Quién ha visto una sirena?, Mar Aísa ha asentido a la apreciación de Angélica Morales en el sentido de que se trata de una novela "rica en detalles y documentación. Me importa el fondo y la forma, lo que cuento y cómo lo cuento. Me interesa la historia, pero también que las palabras seduzcan. Me gusta la magia de las palabras, la palabra que evoca y produce sentimientos. Permitirme un punto de licencia creativa".

La información y el asesoramiento de los expertos es una herramienta que estima fundamental. "Gente que conozca las pautas, que tenga calidad. He agradecido que muchas tardes me hayan abierto las puertas de la Jefatura de Policía". Incluso reconoce que tiene un "forense de cabecera, que me manda un tratado de cualquier cosa que le pregunte".

Siendo una autora de género negro matizable -por la propia flexibilidad de su condición literaria-, quiere transmitir una visión positiva. "En la vida hay que dar las gracias y hay que vivir la vida. Llegué a la historia y el arte porque es vida, trascendencia y sublimación.  El arte tiene que crear la realidad, el disfrute". En este sentido, en el epígrafe del libro y en el interior, la sirena que su marido le mostró en la portada de la antiquísima Iglesia de San Bartolomé de Logroño es ese detalle imprescindible de la novela. El hilo conductor no se desprendió de la sirena en ningún momento. Sucede con el arte y la lieratura. "Cualquier lugar, cuando entra en un libro, se convierte en patrimonio de todos. Me gustaría que aprendamos a mirar los detalles de las ciudades. Caminamos mirándonos los pies, y yo pido que levantemos la vista y descubramos en este caso Logroño. Los escenarios son universales".

Esta evolución de la niña lectora de Los 3 mosqueteros, Miguel Strogoff, Los 5, Los Hollister, de Agatha Christie, luego transportada por voluntad propia a las literaturas del siglo XIX, rusa, inglesa, francesa, norteamericana, descubre en cada historia una oportunidad. "Tenemos que hacer buena literatura y son necesarios una buena trama y que esté bien escrito. Los fuegos artificiales y los pequeños detalles están bien, pero no pueden ser el núcleo de un libro, sino el complemento".

En plena escritura del tercer caso de los hermanos Cárdenas que ya serán trilogía y saga, Mar Aísa es una escritura y una persona que cruza ambos caminos con el juego de palabras que le propone Angélica. Tres palabras para definirse como persona: "Responsable, apasionada y esperanzada". Y como escritora: "Apasionada", Angélica hace sonar el gong de la repetición. No sirve. Pues "enamorada, concienzuda y perseverante". Así lleva Mar de la mano a Lucía y Diego Cárdenas. Con relato poderoso. Poderoso.

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