María Cruz Sarvisé, una artista de oro: "Gracias por haber iluminado nuestra vida"

La Academia de Bellas Artes de San Luis le ha entregado la Medalla de Oro y se ha inaugurado una exposición en Villahermosa

28 de Abril de 2023
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María Cruz Sarvisé, con la Medalla de Oro, recibe el cariñoso saludo de Domingo Buesa. Foto Estela Alcay
María Cruz Sarvisé, con la Medalla de Oro, recibe el cariñoso saludo de Domingo Buesa. Foto Estela Alcay

La ciudad de Huesca ha vivido este viernes una jornada cultural muy especial, cuya dimensión exacta, posiblemente, todavía no ha podido calcular. María Cruz Sarvisé Laiglesia, la mejor pintora aragonesa del siglo XX y del primer cuarto del XXI, ha recibido la Medalla de Oro de la Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis, la segunda que esta entidad concede en toda su historia, y ha asitido a la inauguración de la exposición-homenaje,“María Cruz Sarvisé. 100 años retratos”, en la sala de Centro Ibercaja Huesca.

A punto de cumplir 100 años (lo hará el 3 de mayo), se ha mostrado muy emocionada, ha recibido el cariño de decenas de personas -familiares, amigos, vecinos, exalumnos, artistas- que querían saludarle, y ella ha expresado su gratitud a quienes tanto le han ayudado a lo largo de su vida.

Estos acontecimientos configuran un momento histórico para la cultura aragonesa y han contado también con la presencia de José Luis Rodrigo, director general de la Fundación Ibercaja, Domingo Buesa, presidente de la Real Academia de San Luis, y Fernando Alvira, comisario de la muestra, así como de autoridades de diversas instituciones, como el alcalde de la ciudad, Luis Felipe.

"María Cruz Sarvisé es una figura indiscutible del arte aragonés"

El laudatorio previo a la concesión de la Medalla lo ha realizado el miembro de la Academia Javier Sauras, que ha calificado a María Cruz Sarvisé como “una figura indiscutible del arte aragonés del siglo XX”.

Sus familias estaban unidas por una gran amistad y por ello Sauras la recuerda desde muy joven como una mujer “muy bella, con el pelo rojo, soltera y muy cristiana”, con una “timidez humilde que a veces le ha perjudicado”. Ha destacado también su generosidad -ha donado muchas obras y contribuido a la mejora cultural de la sociedad- y su bondad.

Dio el salto para ser catedrática de Artes Plásticas en su segunda patria chica, Sabiñánigo. Se ha referido a su personal estilo, y la ha destacado como una ejemplar grabadora, por su dominio del color, riqueza cromática y por hacer convivir la sombra y el resplandor. Javier Sauras también ha lamentado la desaparición del mural que se encontraba en el restaurante Flor de Huesca.

En otro momento, el académico ha dicho de María Cruz Sarvisé que es profundamente cristiana pero no beata ni mojigata, y ha destacado que ha sido una persona muy querida y como artista siempre ha recibido críticas muy favorables.

El presidente de la Academia le ha impuesto a continuación la medalla de oro pero antes se ha referido a ella como "una mujer excepcional y gran pintora" y desde este momento, ciudadana preclara y reconocida de Aragón.

"Su mirada y su palabra eran todo el armamento que poseía"

María Cruz Sarvisé fue profesora de Domingo Buesa en el Instituto San Alberto Magno de Sabiñánigo y de aquellos tiempos ha rememorado su sonrisa y sus ojos cargados de melancolía. “No estaba dotada de mal genio y su mirada y su palabra eran todo el armamento que poseía”, ha señalado.

Su peculiar manera de enseñar provocaba ciertos desórdenes en el aula, que le ocasionaron algunas llamadas al orden por parte de la jefa de estudios. Pero María Cruz les seguía inculcando a sus pupilos la urgencia de luchar por aquello que a uno le parece bien.

Y entonces, se llevaba los escolares al monte, a una ermita de 1701, y les animaba a dibujar aquello que veían sobre la Canal de la Peña Oroel. “Era una apuesta extraordinaria que sirvió para que nos emocionásemos con el paisaje y para que encontráramos un lugar en el mundo”.

En aquel Sabiñánigo de 1960, logró propiciar un ambiente de tolerancia, cercanía y humildad, para que el alumnado “pudiera aprender desde el escenario de su propia vida”. Quizá por eso, ha observado Domingo Buesa, “se suele decir que hay una generación de niños de Sabiñánigo a los que no les ha ido nada mal en la vida”.

Por último, Buesa ha asegurado que María Cruz Sarvisé se ha convertido en una referencia en la historia aragonesa, por su estilo personal, original e inigualable. “Gracias por haber iluminado nuestra vida”.

Antes de recibir la Medalla de Oro, la artista ha preguntado con naturalidad por sus amigas Consuelo y Teresita, que se encontraban en la sala siguiendo el acto tan emocionadas como ella. “Gracias por todo”, ha dicho dirigiéndose al auditorio.

"Mi reconocimiento a Dios y a la vida"

Después, en un breve encuentro con los medios de comunicación, ha mostrado su gratitud a la familia y a los amigos. “Mi reconocimiento a Dios y a la vida, he disfrutado mucho con lo que tenemos y no nos damos cuenta”, ha señalado.

Por su parte, el director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, ha asegurado que “es un orgullo” haber organizado una exposición con la obra de María Cruz Sarvisé, y en su tierra, y ha destacado la importancia de este acontecimiento cultural para la ciudad de Huesca.

José Luis Rodrigo ha subrayado también el “excelente trabajo” del comisario de la exposición, Fernando Alvira, que después, en la sala, ha detallado las características de la muestra y los nombres de las personas que la han hecho posible.

LA EXPOSICIÓN

La exposición se centra en los retratos realizados por la artista a lo largo de su trayectoria. Organizada por la Fundación Ibercaja y la Real Academia de nobles y Bellas Artes de San Luis, la figura humana es el tema central y puede visitarse hasta el próximo 29 de mayo.

 En total, se exponen 29 pinturas, realizadas por la artista entre 1957 y 2021, hola así como una obra de su amiga María Victoria Giné, hoy donde la protagonista es la propia María Cruz.

La mayoría de las personas retratadas son mujeres o niñas que formaban parte del entorno más cercano de la pintora, además de encargos realizados por diferentes familias. Por ello mismo, destacan dos cuadros que tienen como protagonista al mismo varón.

Su relato pictórico se caracteriza por la dimensión de todos los cuadros que responden al tamaño real de las personas retratadas. Por otra parte, el color es esencial en su obra.

Otra particularidad es el tratamiento de los animales de compañía que aparecen junto a algunos protagonistas.

La exposición ofrece un viaje desde sus inicios artísticos hasta la actualidad. Se trata de un homenaje -como recalca la Fundación Ibercaja- “más que merecido a una extraordinaria y centenaria artista que ha sabido captar la esencia espiritual y humana de las personas con cada una de sus pinturas”

LA BIOGRAFÍA DE MARÍA CRUZ

María Cruz sarvisé (Zaragoza, 1923)  se fue a vivir a Huesca los 7 años de edad, donde cursó sus primeros estudios para trasladarse después a Barcelona, donde realizó los estudios de Bellas Artes.

Viajó a países como Italia, Holanda, Francia y Alemania y fue precisamente su experiencia en el país germano lo que dejó una profunda huella en su vida y en su arte, como la dimensión espiritual que destaca en su pintura.

Fue profesora de dibujo en Sabiñánigo y Huesca y nunca dejó de dibujar, pintar y grabar, lo que la ha convertido en la pintora aragonesa más importante de los siglos XX y XXI.

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