Con la conferencia de Mario Garcés Romeu, CEO de The MindKind -con sede en Castejón de Sos- e investigador en neurociencia e inteligencia artificial general algorítmica (AAGI), ha dado comienzo en el Instituto de Estudios Altoaragoneses el primer ciclo “Explorando la Inteligencia Artificial: innovación en ciencia, arte y sociedad”, que se desarrollará este martes y miércoles en la sede del IEA. La charla inaugural ha reunido a expertos y público general interesados en los avances y desafíos de la IA, así como en su impacto potencial en la ciencia, la cultura y la vida cotidiana.
Garcés ha explicado que la inteligencia artificial es una tecnología estratégica con profundas implicaciones geopolíticas: algunas superpotencias consideran que el simple hecho de que otro país investigue en inteligencia artificial general o superinteligencia podría interpretarse como un acto de guerra. "El primero que consiga esta tecnología podría obtener una ventaja competitiva insalvable", ha advertido, por lo que resulta imprescindible establecer protocolos internacionales para evitar la desestabilización del orden mundial.
Sobre la IA general, Garcés ha señalado que se trata de sistemas capaces de realizar tareas de nivel humano, entender y aprender de forma autónoma, mejorar su propia capacidad de aprendizaje y generar motivaciones para buscar conocimiento y respuestas. Ha aclarado que, hasta ahora, ni su equipo ni nadie más ha conseguido alcanzar ese nivel de desarrollo, y que los cientos de miles de millones invertidos muestran que todavía queda un largo camino por recorrer.
El investigador también ha señalado tres obstáculos clave para reproducir la inteligencia humana. En primer lugar, aún no comprendemos completamente el funcionamiento del cerebro: cada una de sus neuronas posee capacidades que apenas empezamos a explorar, y este órgano contiene aproximadamente 85.000 millones de conexiones.
La segunda dificultad radica en las limitaciones de las tecnologías actuales para registrar información en tiempo real de un sistema neural en funcionamiento.
Por último, cada individuo es único, moldeado por experiencias vitales distintas, lo que hace necesario identificar patrones comunes entre múltiples cerebros, algo que la tecnología todavía no permite.
Garcés ha explicado que la IA generativa y la IA general son complementarias: mientras la generativa permite reaccionar a grandes volúmenes de datos y actuar como un reflejo frente a estímulos, la IA general aborda tareas más complejas y entornos inciertos.

Su equipo ha desarrollado una arquitectura cognitiva basada en experiencias subjetivas, capaz de generar motivaciones propias, interactuar con entornos virtuales y aprender de manera autónoma, utilizando las emociones como herramienta de optimización para priorizar recursos y generar respuestas complejas.
El futuro de la IA, ha señalado, combina riesgos y oportunidades. "Puede generar cosas nuevas de forma acelerada", pero también se está usando para estafas y ciberataques, como videollamadas falsas hiperrealistas que piden dinero.
Garcés ha recordado que investigadores y tecnólogos han pedido que organismos internacionales establezcan líneas rojas para limitar su uso, comparando la situación con la gestión de armas nucleares. A pesar de los riesgos, ha expresado su optimismo: "Creo que seremos capaces de establecer protocolos y mantener la IA bajo control", asegurando que "la tecnología debe ser un medio para mejorar la vida de las personas y no un fin en sí misma".

"LA IA AYUDA A VER"
A continuación, ha intervenido Belén Masiá Corcoy, del Departamento de Informática e Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Zaragoza, con la charla “Inteligencia artificial que nos ayuda a ver”. Ha destacado que la IA es una herramienta con enorme potencial que permite comprender mejor la realidad y anticipar riesgos. En su trabajo con visión y diagnóstico de problemas visuales, la IA les permite literalmente "ver" cómo perciben los estímulos los pacientes, especialmente en aquellos que no pueden comunicarse, como bebés o personas con dificultades cognitivas.
Para ello, su equipo y colaboradores del Hospital Miguel Servet han desarrollado dispositivos que muestran estímulos visuales mientras registran automáticamente hacia dónde mira el paciente. Este sistema permite evaluar la función visual de manera objetiva, repetible y robusta, superando las limitaciones de la observación directa por parte del médico y la cooperación del paciente.
Masiá ha subrayado que detectar problemas visuales de manera temprana es crucial para el desarrollo cognitivo, motor y social de los niños, y que la IA ayuda a analizar grandes volúmenes de datos para identificar patrones normales o atípicos, facilitando un cribado más fiable y coste-efectivo, y reduciendo derivaciones innecesarias a especialistas.
Además, ha recordado que, aunque los avances recientes en IA parecen sorprendentes, sus fundamentos son históricos. Desde la conferencia de Dartmouth en 1956 hasta los modelos actuales de redes neuronales, los avances en cibernética y neurociencia han permitido simular aspectos del aprendizaje humano y aplicarlos en ámbitos como la salud y la biología, consolidando la IA como una herramienta científica y tecnológica con aplicaciones prácticas y transformadoras.

La primera jornada ha finalizado con la intervención de Alberto Nasarre Cónsul, graduado en Historia del Arte y especialista en fotogrametría y digitalización del patrimonio, con la charla ¿Qué sabe la inteligencia artificial de creatividad?: el arte en los tiempos del algoritmo.
MIÉRCOLES, 24
El ciclo continuará este miércoles con “El patués, del Pirineo a la nube. GuAIen” a las 17:00, donde Jonay Gastán Aventín, Jesús de Mur, José Cristóbal y Juan Barrabés Santa Bárbara mostrarán cómo la IA puede preservar lenguas en extinción.
A las 18:00, Julián Cárdenas, de la Universitat de València, abordará “El uso de la inteligencia artificial en la investigación”, explorando su impacto en la ciencia y el análisis de datos.
Tras una breve pausa a las 19:00, la jornada concluirá a las 19:30 con Francisco José Serón Arbeloa, de la Universidad de Zaragoza, quien presentará “La inteligencia artificial del futuro y la superación de las limitaciones de la arquitectura Von Neumann”.
El curso ha sido organizado por las Áreas de Biomedicina, Arte, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y Ciencias Económicas y Políticas del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA), con la coordinación de David Pacheu Grau y Nereida Torrijos Muñoz, quienes han diseñado un programa interdisciplinar que busca acercar a la sociedad los retos, avances y aplicaciones de la inteligencia artificial en distintos ámbitos.