El jueves, día 6 de noviembre, tuvo lugar en la sede del CRMAHU una interesante charla, con coloquio posterior frente a un sobrio picoteo, centrada en las rutas históricas de memoria y homenaje que se seguían manteniendo en el territorio español y que se constituían en hitos de reivindicación, recuerdo y homenaje para todas aquellas personas que, a lo largo de las mismas, sufrieron todo tipo de penalidades.
El orador, Felipe Nuño Morer, natural de Torla, conocía bien, a causa de su vida laboral, tanto el Hospital San Jorge de Huesca como el Centro Penitenciario de Huesca, donde ejerció como personal sanitario.

Venía de recorrer en 2025 “La Desbandá”, “La Retirada” y la “Subida al Puerto Viejo de Bielsa”, en el marco de las jornadas de la Bolsa de Bielsa.
Comenzó su disertación rememorando su participación en la ruta Málaga - Almería, camino que siguió población civil andaluza huyendo de la represión de los sublevados y sufriendo bombardeos de la aviación italiana y cañoneos de la flota rebelde. En este apartado mencionó a Pablo Picasso y la posible inspiración del Guernica (o de parte del mismo) en una fotografía tomada durante la huida.
También mencionó las muestras de afecto popular en muchas poblaciones y las tácticas de obstaculización que pretendían frenar la marcha mediante negativas a pernoctar en instalaciones municipales o a circular por determinadas vías.
La información que el orador proporcionó fue exhaustiva, incluyendo costes de inscripción, etapas, gastos y número de participantes, discriminando entre mujeres y hombres. Todo ello acompañado de fotografías históricas y actuales.

A continuación, se detuvo en “La Retirada”, el camino del exilio de Almería a Francia por Portbou, principalmente. Un número ingente de personas marchó hacia unas tierras desconocidas y hacia unos campos de concentración, eufemísticamente llamados “de acogida”, donde hombres, mujeres y niños esperaban su suerte. Trabajos forzados, deportaciones, servicios en la Legión Extranjera o participación en la Resistencia francesa marcaron su destino. Hubo buena acogida por parte de la población francesa, aunque criminalización y racismo por parte de las autoridades.
Argelès-sur-Mer y Colliure fueron puntos de reflexión en la vertiente francesa, con un recuerdo emocionado a los que sufrieron en las playas y al poeta Antonio Machado.
El orador finalizó el apartado de rutas que recorrió haciendo una amplia mención a “La Bolsa de Bielsa” y a la subida al Puerto Viejo, punto de fuga de la población civil y la 43 División republicana. Mencionó nombres ilustres como Antonio Beltrán “El Esquinazau”, figura legendaria del aventurero comprometido con sus gentes y su tiempo, y ofreció pinceladas sobre fotografías conservadas en el Museo de Bielsa.

Terminó este capítulo recordando a la aviación italiana (los conocidos Savoia), con una mezcla de bombas rompedoras e incendiarias y la devastación que causaron en los valles pirenaicos. También recordó que, alcanzada Francia, 6.889 combatientes se reincorporaron al frente republicano (muchos de ellos caídos en la Batalla del Ebro), mientras 411 soldados y tres enfermeras lo hicieron en las tropas sublevadas.
Felipe recordó también otras iniciativas de memoria histórica, mencionando la que rememoraba la fuga de San Cristóbal (presidio militar navarro del que se fugaron 775 presos, sobreviviendo sólo tres), la que homenajeaba la evacuación de gentes de Zaragoza en la nocturna marcha Zaragoza - Fuendetodos, y aquellas que, en sentido opuesto al habitual, recordaban el paso clandestino de personas que huían de la Europa ocupada en busca de una vía de escape por territorio ibérico.
Terminada la charla e iniciado el debate ante una bebida y un trozo de tortilla, la conversación continuó con los asistentes de aquella tarde, quienes completaron el aforo disponible.