La anécdota que mejor define al trompetista y compositor Miles Davis (1926-1991), quizá sea esta que él mismo cuenta en su autobiografía. Sucedió a principios de 1987 en una cena de gala en la Casa Blanca, en tiempos de Ronald Reagan, con la flor y la nata de la cultura estadounidense. Cierta señora, blanca por supuesto, que no sabía en qué jardín se estaba metiendo, le preguntó: ¿qué es lo que ha hecho usted en su vida que sea tan importante? ¿Por qué está usted aquí? Y, Miles, que no se cortaba desde hacía muchos años, le respondió: Mire, yo he cambiado la dirección de la música cinco o seis veces.
Así fue. Miles Davis se adaptó al bebop de Charlie Parker, inventó el cool jazz, se paseó por el flamenco y la música clásica, creó el jazz modal, tuvo quintetos estelares de hard bop, fue el pionero del jazz fusión y siempre se situó en la vanguardia buscando nuevos sonidos y pillando con el pie cambiado a sus seguidores.
Para ello se rodeó habitualmente de músicos jóvenes y talentosos que se implicaran en esa búsqueda. El video de este domingo es un ejemplo de ese modo de trabajar y, a la vez, una de sus escasas contribuciones al jazz navideño, que debía importarle poco. Se trata de la aparición en diciembre de 1987 en un programa de televisión llamado Late Night with David Letterman al que lo acompañaron David Sanborn (saxo alto), Sid McGinnis (guitarra), Paul Shaffer (teclados), Will Lee (bajo eléctrico), Anton Fig (batería) y Marcus Miller, un bajista eléctrico treinta y pico años más joven, que estuvo con él desde 1981 hasta poco antes de su fallecimiento en 1991. Marcus Miller emplea un bajo sin trastes y revive esa escena habitual de los conciertos en los que Miles se paseaba deteniéndose junto al músico con el que quería dialogar.
El tema que interpretaron es una versión de la canción navideña We Three Kings que fue compuesta en 1857 y es muy conocida en Estados Unidos.
¡Feliz domingo de jazz!