"Que la ciudad sea hecha para los niños, para los coches no". "Los animales merecen estar libres, su lugar en la naturaleza". "Que no haya contaminación en los bosques ni en ningún sitio donde haya animales, ni turistas que tiren la basura en los sitios donde están mirando animales, porque ellos no lo van a agradecer y puede que entonces también hagan cosas malas, pero sólo lo hacen porque quieren vivir en paz".
El escenario de las verdades como puños en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, donde desde el día 29 de mayo hasta esta tarde del 31 se celebra la Muestra de Teatro Infantil en funciones programadas desde las 18 horas.
Diez grupos de alumnos de diversos colegios de la ciudad y jóvenes del Espacio Municipal Arte Joven con una gran riqueza temática y de disciplinas escénicas, con circo, comedia, danza y poesía, y el nexo común de la creatividad son los protagonistas de esta muestra.
Decenas de espectadores en cada función que ponen en valor la capacidad interpretativa de los pequeños y el admirable trabajo trabajo de los monitores de los Talleres de Teatro para aflorar la expresión oral y corporal, la creatividad y la autoestima.
Los pequeños se sienten actores en el escenario, pero también en los camerinos cuando son maquillados, y en la sensación incomparable de ser focos de la iluminación y del sonido para redondear, con la anuencia del público, una obra perfecta.
"Es que los adultos tienen muchas horas de trabajar y algunos no pueden estar con sus hijos los cinco primeros días de la semana, y eso es injusto. Cuando abras una empresa o algo grande, no hagas que todos tengan que trabajar muchas horas, porque los niños no lo van a agradecer". Incontestable la obra, que termina con un deseo para las ciudades: "Menos coches, más bosques". Pues eso. El mundo de los niños es el real...mente deseable.