“La sordera es un tema que no se conoce bien, pero está entre nosotros. Yo tenía una tía sorda y sentir que se está entendiendo esa experiencia es muy emocionante”, ha afirmado Nuria Muñoz, productora del largometraje Sorda (2025), en la sesión de “Vermú con” del 53 Festival Internacional de Cine de Huesca. La cinta, que se proyectará esta noche en el Teatro Olimpia a las 22:00, explora la historia de Ángela, una mujer con discapacidad auditiva que afronta los desafíos de criar a su hija en un mundo diseñado para quienes oyen.
Dirigida por Eva Libertad y con guion de también de su autoría, la obra profundiza en la vida de esta mujer y su pareja Héctor, un hombre oyente, que esperan la llegada de un bebé. La trama despliega una perspectiva inédita, combinando dos temáticas intensas -sordera y maternidad- que han sido poco abordadas en el cine hasta ahora.
Nuria Muñoz ha comentado que la película se estrenó en el Festival de Berlín y después en el de Málaga, en ambos casos con mucho éxito. Fue maravilloso ver la reacción del público y la crítica, y llevarnos seis premios, mejor imposible”.
Además, ha recordado que en Berlín la obra recibió también el premio del público. “Cuando haces una película no puedes pensar sólo en el público, pero tienes que conectar con él. La sordera es un asunto que no se conoce bien, pero está muy presente”.
La productora ha hecho hincapié en que el filme tiene su embrión en un cortometraje codirigido junto a Eva Libertad, que planteaba la maternidad desde la experiencia de Miriam Garlo, actriz sorda y hermana de la directora. Este corto exploraba las dudas y temores ante la decisión de ser madre. En la versión extendida, se aborda la gestación y los retos que esta implica en una realidad poco representada.
Durante el diálogo moderado por Chus Fenero, se ha resaltado que el asunto de la crianza está siendo cada vez más explorado en el cine con sus múltiples complejidades. Nuria Muñoz ha señalado que “esta película es la primera que aborda la experiencia de ser madre y sorda a la vez”. La llegada de un hijo, ha recalcado, es un acontecimiento universal que ahora se muestra con mayor riqueza y profundidad, incluyendo "matices" antes invisibilizados. La combinación de estos dos temas aporta un enfoque renovado y potente.
Fenero ha coincidido en que existe un olvido sistemático hacia estas vivencias. “La persona sorda se enfrenta a muchísimas barreras y el esfuerzo siempre lo pone ella misma”, ha replicado Nuria Muñoz.
La cineasta ha recalcado, por otro lado, que las personas con discapacidad auditiva no deben contemplarse como un bloque homogéneo. “Hay quienes se sienten identificados con la sensación de aislamiento y falta de comunicación que se aprecia en la película, pero no todos se ven reflejados en la misma experiencia que se cuenta porque la comunidad sorda es tan plural como el mundo oyente”. No obstante, asegura que, por lo general, sienten que en el filme se valoran sus vivencias y eso les agrada.
LA GESTACIÓN DE LA PELÍCULA
La elaboración del guion fue un proceso cercano e intenso. Miriam Garlo, que comenzó a perder audición a los siete años y es hermano de Eva Libertad, participó activamente en la escritura. La directora, autora del texto, también entrevistó a madres en situación similar y trabajó con laboratorios cinematográficos.
Álvaro Cervantes fue una elección “increíble” para coprotagonizar Sorda, según ha explicado Nuria Muñoz. Aunque al principio Libertad tenía reservas por la diferencia de edad -“Álvaro es más joven que Miriam, y eso le frenaba”-, pronto se deshizo del prejuicio.
El proceso no siguió el cauce habitual de un casting: lo que se buscaba de quien iba a ejercer de compañero de Miriam Garlo -debutante en cine, ya había hecho teatro-, era, sobre todo, sensibilidad y generosidad.
La conexión entre ambos se hizo evidente de inmediato: “Pasó en la misma mañana”. Álvaro se presentó a la prueba con conocimientos de lengua de signos y dedicó un año entero a seguir aprendiendo para poder improvisar con soltura en el rodaje. “Te los crees como pareja”, ha asegurado Muñoz, y ha recalcado que el actor "fue muy generoso durante y después de la película”.
Aunque “habla perfecto”, Miriam se comunica en la película como quienes nunca han oído, lo que refleja sin idealizar las dificultades reales. “Ella tiene la experiencia de una persona sorda, pero en la vida real no es como en la película. Es una actriz que hace su papel y lo ha hecho superbién, se expresa con gran sutileza”, ha declarado.
También se ha señalado que se construido a un personaje con la complejidad de cualquier persona, frente a los estereotipos, como ha indicado Chus Fenero, de que todas las personas con discapacidad son "seres de luz".
“Puede que no te caiga bien siempre -ha admitido la productora-, aunque entiendes por qué a veces es así. Si esto no fuera así, la historia parecería un cuento”.
Muñoz ha explicado que ella tuvo una tía sorda, hermana de su madre, que vivía con su familia “No tuvo pareja, no trabajó. Yo no supe acercarme ni comunicarme mejor con ella. No estábamos preparados como familia ni como sociedad para permitir que se desarrollara. Tenemos una deuda. Vamos a poner esfuerzo de nuestra parte para que sientan esa integración”.
"Vamos a poner esfuerzo de nuestra parte para que sientan esa integración”
El sonido fue uno de los grandes retos de la película. El filme viaja del sonido cotidiano al universo auditivo de las personas sordas. “Fue una decisión arriesgada que no voy a desvelar”, ha dicho la cineasta.
El rodaje se realizó en Murcia, con la voluntad expresa de visibilizar el territorio y frente a otras propuestas que les hubieran supuesto mayor financiación, pero también optar por otros escenarios: “Queríamos contribuir al auge de nuestra tierra, con la que, a la vez, nos sentimos en deuda".
La música tiene un papel muy preciso en la narrativa. A diferencia del corto, el largo incluye dos canciones integradas en la historia, una de ellas muy significativa para el personaje principal. No hay banda sonora incidental.
Más de 700.000 euros de recaudación y un recorrido internacional consolidado. Desde su paso por la Berlinale, Sorda ha llegado a festivales como Málaga, Guadalajara (México) y continuará en Australia, Japón y Tailandia. “Íbamos pensando que era un tema para un público con cierta sensibilidad, hecho en nuestro barrio, pero estamos comprobando que llega a mucha más gente. Seguramente, el éxito de la película se basa en que está contada una forma peculiar”.