Óscar Sipán y Carlos Migliaccio Burgueño ganan el Concurso José Luis Aliod con un proyecto sobre Rafael Guastavino

El escritor e historiador desarrollarán el proyecto que describe la relación con Almudévar del "arquitecto de Nueva York"

DH
10 de Agosto de 2024
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Carlos Migliaccio y Óscar Sipán, ganadores del proyecto del Concurso José Luis Aliod
Carlos Migliaccio y Óscar Sipán, ganadores del proyecto del Concurso José Luis Aliod

El escritor Óscar Sipán y el historiador Carlos Migliaccio Burgueño han obtenido por unanimidad el galardón del IX Concurso de Proyectos de Investigación “José Luis Aliod Gascón” 2024, que organiza el Ayuntamiento de Almudévar y el Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación Provincial de Huesca, con el proyecto titulado “Rafael Guastavino en Almudévar”. Dotado con 2.000 euros, los ganadores dispondrán de ocho meses para terminar el proyecto de investigación.

El proyecto se sitúa en Nueva York, 1962. El historiador del arte George R. Collins encuentra una colección de planos y documentos en un contenedor de la basura. Uno de los mayores expertos internacionales en la obra de Antoni Gaudí, descubre que los documentos pertenecen un arquitecto llamado Rafael Guastavino Moreno. Guastavino, nacido en Valencia, en 1842,  emigró a Nueva York  en 1881sin conocer el idioma. Y sin embargo revolucionó el panorama constructivo de Estados Unidos, dejando un legado de más de mil edificios y puentes -desde la Estación Grand Central de Nueva York, el Carnegie Hall, el Zoo del Bronx, la iglesia de St. Bartholomew, el Ayuntamiento, el Museo de Historia Natural, la Estación Fantasma de City Hall del metro de Manhattan, el Hospital Mount Sinai o en la bóveda del centro de acogida de emigrantes de Ellis Island, pasando por la Biblioteca Pública de Boston o parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos en Washington-.

Al fallecer, en 1908, el New York Times tituló: “Ha muerto el arquitecto de Nueva York”. Llegó a Estados Unidos en el momento preciso: los incendios asolaban los edificios,  construidos mayoritariamente con madera y alquitrán, y causaban el terror más absoluto. Incendios como el de Boston, en 1872, o el de Chicago,  en 1871, dejaron sin casa a más de 120.000 personas, y Guastavino trató de solucionarlo patentando unas bóvedas ignífugas, las clásicas bóvedas tabicadas que dicta la tradición mediterránea. Según las memorias de su nieto, si hay algo que Rafael echaba de menos en Estados Unidos era el vino. Y su historia con el vino empieza en Almudévar, donde obtiene, con su vino Guastavino del Alto Aragón, el galardón internacional de la Medalla de Bronce en la Exposición de Matanzas, Cuba, en 1878. ¿Pero cómo llegó Rafael Gustavino hasta Almudévar?  En 1871, después de recibir la herencia de su tío Ramón, empezó a comprar terrenos y edificaciones, cerca lo que se llamó Colonia de San Juan, que darían la fundación en 1880 de lo que se conoce como Colonia de San Ginés.

Explica Óscar Sipán que, en 2016, la directora de cine Eva Vizcarra ganó el Delfín de Oro en el Festival Internacional de Cannes contando la historia de Rafael Guastavino Moreno en “El arquitecto de Nueva York”. En 2020, el escritor Andrés Barba ganó la Beca Cullman de la New York Public Library con “Vida de Guastavino y Guastavino”, que posteriormente publicó la editorial Anagrama. Además, en ese mismo año, el escritor Javier Moro publicó “A prueba de fuego”, en la editorial Espasa, la historia de Rafael Guastavino contada por su hijo. Para completar el estado actual del tema que nos ocupa, le acaban de poner una estatua en Valencia y han comprado los derechos para llevar al cine su vida. Pero existe un vacío que hay que llenar y que involucra a la villa de Almudévar, y eso pretenden hacer un historiador y un escritor.

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