Los lectores que disfrutaron con La biblioteca de Ismara, la primera novela de Javier Ibarz, aguardaban expectantes la presentación del segundo libro de aventuras del escritor y actor oscense, El juego de la serpiente, que se ha presentado este lunes en la librería Másdelibros de la capital altoaragonesa.
La trama de "El juego de la serpiente" se sitúa después de una gran batalla en Ismara y la ciudad siniestra de Gordas, donde finalmente han podido vencer al alquimista oscuro, y los clanes de la ciudad de Ismara comienzan a cuestionar si la aparición de Clara, el personaje principal, está relacionada con los problemas recientes.
A su vez, el amor de Clara, descendiente del alquimista oscuro, se ve rechazado por la sociedad de Ismara. La historia se complica cuando él desaparece, y la protagonista recibe mensajes que le indican que debe resolver el misterioso juego de la serpiente para encontrar a su amor.
Aunque la novela se puede leer de forma independiente, el autor advierte de que la primera aporta mucha información y la tercera entrega será crucial y necesaria para completar la historia y descubrir el secreto de Ismara.
El autor sitúa este segundo título, sobre todo, en Zaragoza y, por supuesto, en Boska, -el trasunto de Huesca- , donde explora la riqueza histórica y esotérica de la ciudad. Además, en la "parte subterranea" se introduce Betilia bajo Córdoba (España) y Argentia debajo Córdoba (Argentina), conectando así los continentes americano y europeo.
"La parte nostálgica está resuelta en la primera novela y Boska es un personaje más en esta segunda. Es un sitio donde suceden cosas, que tiene este poso esotérico de una ciudad fundada hace dos milenios, con toda la historia que tiene debajo y todo lo que ha sucedido. De alguna manera, Boska-Ismara es como Huesca y todo su pasado, esa historia milenaria, como los oscenses somos así a veces pasamos como si no existiera y otras veces nos volvemos locos porque es maravillosa. Esta relación de no me importa o me importa infinito es parte de la idiosincrasia de los oscenses y de los boskanos, también".
Javier Ibarz también incorpora dos nuevos personajes. Uno de ellos, muy importante, es Karmele, una investigadora de Madrid, que se centra en una trama de asesinatos sin resolver del libro anterior y que la lleva a Zaragoza. A medida que avanza en sus pesquisas, descubre misterios adicionales que se entrelazan con la trama principal.
Javier Ibarz sigue manteniendo la idea de ver un día sus libros en el cine, especialmente dado el auge de España como un lugar popular para la filmación de series y películas, gracias a plataformas como Netflix, Amazon Prime y HBO.
El autor considera que sus novelas son visualmente atractivas y cinematográficas, y así lo han indicado también sus lectores. Sin embargo, reconoce que la transición de la página a la pantalla tiene sus desafíos, pero su formación como guionista le permite pensar que son aptas para ese formato.
EL MALO DE PRETTY WOMAN
Javier Ibarz es también un grandísimo actor teatral que no ha parado de trabajar en los últimos años. Actualmente, interpreta "al malo" de "Pretty Woman", en el musical que se esta representando en Madrid. Reconoce que la experiencia está resultando muy grata, con llenos prácticamente todos los días en el teatro ubicado en la Gran Vía, cerca de otros destacados musicales como "El Rey León" y "Mamma Mia".
Ibarz destaca el enfoque humorístico que el musical aporta a la historia icónica de "Pretty Woman" y asegura que, como actor, es interesante y divertido interpretar al personaje malvado de la película, el abogado amigo de Richard Gere. Y es que los villanos "suelen tener más matices que los personajes considerados buenos", observa.
Además, destaca que, en el musical, su personaje y el protagonista son amigos desde hace mucho tiempo, lo que proporciona una versión sin pulir del protagonista y muestra su proceso de depuración y transformación.
El actor oscense destaca que al público le gustan mucho los espectáculos en vivo, a pesar de la competencia de los medios audiovisuales, como lo demuestra el hecho de que la gente continuase acudiendo a los teatros, a pesar de las restricciones que acompañaron a la pandemia de covid-19, y se produjeran llenos continuamente en musicales como como "El Rey León", "Aladdin" y "Mamma Mia".
Por eso, considera que habría que facilitar las condiciones para que puedan realizarse este tipo de espectáculos y se puedan cubrir los costos de producción y mantener las nóminas de los artistas y técnicos.
Los ensayos de "Pretty Woman" fueron exigentes, especialmente en el verano de 2022, en Barcelona, donde el calor húmedo y pegajoso hizo que bailar fuera físicamente desafiante. No obstante, destaca la mano de Carline Brouwer, "una directora holandesa que ha sido actriz y comprende las necesidades de los actores". A pesar de la rapidez con la que se montó el musical en cinco semanas y media, Ibarz considera que el resultado final es convincente y divertido.
El oscense actuó hace años en "Los Miserables" y "My Fair Lady", y después en "El Hombre de la Mancha" con Paloma San Basilio y José Sacristán, y en "Zorba, el griego" con Fabio Testi.
Además, ha trabajado en San Pol, una reconocida sala de teatro infantil en España, donde interpretó personajes en adaptaciones de "El Jorobado de Notre Dame", "El Abuelo de Heidi", y una versión de "Caperucita". Ibarz también fue director de creatividad de Micrópolis, una ciudad temática en San Sebastián de los Reyes donde los niños juegan a ser adultos, trabajan, ganan sueldos y realizan diversas actividades. Por si fuera poco, actualmente está terminando su doctorado en Historia del Arte.
"Cuando era joven, me podía la ansiedad, tenía que hacerlo todo de golpe. Y cuando ya descubrí que tampoco es necesario hacer las cosas, todas de una vez, que se pueden hacer poquito a poquito, me quité la ansiedad y la urgencia y empecé a ser infinitamente más productivo", explica.
LA CULTURA EN CIUDADES PEQUEÑAS
Agradece haber nacido en Huesca, la ciudad donde creció y pasó su adolescencia y primera juventud, ya que fue aquí donde desarrolló su deseo por la cultura, donde podía asistir a conciertos de música clásica, y reflexiona sobre la necesidad de invertir en este sector en lugares con poca población, para que el público no tenga que desplazarse para disfrutar de espectáculos de calidad.
Entre sus propuestas, plantea la idea de establecer una Orquesta Sinfónica en cada urbe. "Aunque implicaría una serie de costos, no es tanto dinero en comparación con el impacto cultural que podrían tener", señala.