Una quincena de composiciones poéticas seleccionadas por María Pilar Goded llenaron de espíritu lírico en la plaza de los Condes de Guara, donde el Grupo de Poesía y Teatro recorrió a lo largo de los tiempos y a lo ancho del mundo grandes hitos de la literatura. El grupo estuvo compuesto por María Jesús Porta, Conchita Pérez, Ana Miguella, Chema Valentí que puso los sones de su guitarra y también recitó, y Javier García Antón junto a la propia directora del recital.
Un soneto de Garcilaso de la Vega estrenó con Javier García Antón los vientos del renacimiento la cálida tarde en el acceso al Centro Cultural Fundación Ibercaja de Huesca, al que sucedió la declamación al alimón de María Jesús Porta y Ana Miguella de la Oda a la Vida Retirada de Fray Luis de León. En tono místico fue pronunciado por María Pilar Goded y Conchita Pérez el Vivo sin vivir en mí Santa Teresa de Jesús.
Afloraba el ingenio literario de una vieja rivalidad, el conceptismo que incide en el fondo de la poesía de Francisco de Quevedo y Villegas y el culteranismo de Luis de Góngora y Argote, con el núcleo en la forma. Al Poderoso Caballero es don Dinero recitado por Javier García Antón con el coro de sus compañeras, oponía Conchita Pérez un poema de Góngora.
Un salto en las calendas guiaba hasta el siglo XIX y los dos grandes precursores de la poesía moderna, Rosalía de Castro y su profundidad lírica y el romanticismo de Gustavo Adolfo Bécquer, interpretados por Ana Miguella y las cuatro mujeres presentes en el recital.
La literatura hispanoamericana ocupó la parte central de la siguiente parte con la chilena Gabriela Mistral y el nicaragüense Rubén Darío y su A Margarita Debayle a cargo de Conchita Pérez y María Jesús Porta.
Retorno a España con Juan Ramón Jiménez y El Viaje Definitivo, y un evocador A un olmo seco (hendido por el rayo y en su mitad podrido) de Antonio Machado, ambos en la voz de María Pilar Goded.
La hermosa Nana de la Cebolla de Miguel Hernández era declamada por María Jesús Porta y la poesía se hacía dueto con Federico García Lorca y Antoñito Camborio partiendo del corazón de María Pilar y Chema Valentí (guitarra y voz).
Atardecía y era el tiempo de la oración, que comenzaba con el Padrenuestro de Gloria Fuertes, "Padre nuestro, que te siento en la púa del pino, en el torso azul del obrero, en la niña que borda curvada", con Ana Minguella.
Gratitud y arraigo, cuando ya se atisba en los aromas de la calle la albahaca, el final es el principio, la Mañana de San Lorenzo, y como es fiesta de todos todos honraron al Santo y aplaudieron con su suave pero enérgico recitar a la ciudad a la que aman. Un recital bello para dar alivio al estío hasta el retorno de la poesía y el teatro del grupo de la Fundación Ibercaja.