La provincia de Huesca cuenta ya con diez órganos declarados BIC

La protección de 59 de estos instrumentos históricos de Aragón como bienes de interés cultural preserva y difunde este legado patrimonial de la comunidad

M. Manterola
10 de Enero de 2023
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Detalle del órgano de la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca.
Detalle del órgano de la iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca.

Diez órganos históricos de la provincia de Huesca, y un total de 59 en Aragón, han sido declarados bienes de interés cultural de carácter mueble con el objetico de garantizar su conocimiento, difusión y conservación como testimonio irremplazable del patrimonio cultural de la comunidad autónoma.

El proceso iniciado en 2022 por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón para otorgar esta protección ha culminado con la publicación este martes 10 de enero en el BOA, tras el periodo de información pública, fase en la se añadió siete órganos al listado inicial de 52 que se declaraban bien de interés cultural.

En la capital oscense queda declarado BIC el órgano de la catedral. Es uno de los principales ejemplos de la organería aragonesa romántica de tradición y uno de los de mayor grandaria, ya que tiene tres teclados. Es el último gran proyecto del maestro Pedro Roqués (1879-1881, Zaragoza). La caja es del escultor Benito Sola y el dorador, Joséph Castejón (1760-1761, Huesca. Fue reconstruido en 1982.

También en la ciudad de Huesca recibe esta protección el órgano de la iglesia de San Vicente el Real, el único instalado y mantenido en Aragón de Cayetano Estadella (1929, Barcelona) y uno de los pocos de su taller conservados en España. Además, es uno de los tres únicos instrumentos representantes de la organería sinfónica al gusto español en Aragón.

Se incluye, asimismo, el órgano de la basílica de San Lorenzo, que se cita como el mejor ejemplo de caja barroca en Aragón por la calidad de su talla y uno de los escasos ejemplos románticos con tres teclados manuales.

Órgano de la Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar. Foto: Parque Cultural del Río Vero
Órgano de la Colegiata de Santa María la Mayor de Alquézar. Foto: Parque Cultural del Río Vero

Es de tubos, ibérico romántico de tradición, con caja barroca de autor desconocido (finales del siglo XVII o principios del XVIII) y órgano de finales del siglo XIX (Zaragoza).

Finalmente, se declara BIC el órgano de la iglesia de San Pedro el Viejo, considerado “excepcional”. Su factura corresponde a la mejor escuela de organería del pleno Barroco español. Su caja responde a una tipología de órgano con base de flautado de cuatro pies en fachada, representativo de la época y de la que se conservan muy escasos ejemplos en Aragón.

Es de tubos, ibérico barroco, con caja y órgano de autor desconocido, de comienzos del siglo XVIII, de la Escuela de Lerín (Navarra) o Éibar (Guipúzcoa).

HOYA DE HUESCA

En la Hoya de Huesca se encuentran tres órganos más que han sido declarados BIC.

El de la iglesia del Salvador de Agüero, que es el mejor ejemplar conservado de la última etapa del taller del organero Bartolomé Sánchez, regentado en las últimas décadas del siglo XVIII por su hijo, Tomás Sánchez, y sus sobrinos, los hermanos Gregorio y Miguel Usarralde. Conserva original toda la composición de registros y un alto porcentaje de tubería.

Se trata de un órgano de tubos, ibérico barroco. La caja es de Miguel Ortiz (1797-1798, Agüero) y el órgano de Tomás Sánchez (1798, Zaragoza).

También el órgano de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Almudévar. Se trata de un instrumento con una importante caja renacentista construida para la catedral de Huesca y trasladada en 1760 a la parroquial de esta localidad. Es un mueble referencial para la historia de la organería renacentista en Aragón.

Es de tubos, ibérico barroco, con caja de Juan de Berroeta (1594, Huesca) y órgano de autor desconocido (1760 y siguientes).

Se incluye, asimismo, el órgano de la iglesia de San Pedro Apóstol de Ayerbe. Es una pieza de calidad y destacado en los inicios de la expansión de la organería romántica de tradición ibérica en Aragón. Obra del taller de Pedro y Miguel Roqués (1859-1860, Zaragoza). Este órgano de tubos, ibérico romántico de tradición, se conserva prácticamente en estado original.

SOMONTANO

En la comarca del Somontano, ha sido declarado BIC el órgano de la iglesia de Santa María la Mayor de Alquézar. Se trata de un instrumento de tubos barroco, de autor desconocido, fabricado en la segunda mitad del siglo XVIII. Destaca por su calidad sonora y por conservar un alto porcentaje de tubería de metal antigua. Llama la atención la caja, de madera de pino tallada y traida probablemente de América..

JACETANIA

En la Jacetania entra como nuevo Bien de Interés Cultural el órgano de la catedral de San Pedro Apóstol de Jaca, consideraro el principal y de mayor grandaria de entre los conservados del organero Hermenegildo Gómez (1857-1860, Tafalla (Navarra), representante de una corriente avanzada de la organería ibérica romántica.

Su monumental caja barroca presenta una espléndida talla y el órgano supone un prototipo único de una organería moderna de la segunda mitad del siglo XIX.

Es de tubos, ibérico romántico de tradición y la caja barroca es obra de Juan del Puey (1703, Jaca).

RIBAGORZA

El órgano de antigua catedral de San Vicente Mártir de Roda de Isábena recibe también protección. Según se detalla, posee una caja singular del siglo XVII y conserva la totalidad del material sonoro de origen. Es representativo del organero Tomás Sánchez (1785-1788, Zaragoza) y de la mejor organería aragonesa del Barroco tardío. La caja corresponde a Juan Busín (1653, taller local).

LEGADO CULTURAL DE PRIMER ORDEN

Aragón destaca porque en su territorio se han conservado numerosas muestras excepcionales de órganos desde el siglo XV hasta el XX, con ejemplos representativos de todas las épocas y estilos tanto para las cajas como para los instrumentos, lo que constituye un legado cultural y patrimonial de primer orden, destaca el Gobierno de Aragón.

“Se puede afirmar que la conservación en nuestra comunidad de cuatro cajas góticas es un caso único en el mundo, reflejo de un momento histórico de gran desarrollo de la organería como parte de un proceso general de florecimiento de las artes a finales del siglo XV, que culminará en el Renacimiento. En este periodo Aragón se mantuvo a la cabeza a nivel nacional en este arte gracias al organero turiasonense Guillaume de Lupe, genio creador que cambió el devenir del órgano, modernizándolo y proyectándolo hacia un brillante futuro”, explica.

Durante el Barroco la presencia de órganos de la más alta calidad se generaliza por todo el territorio aragonés, documentándose maestros organeros en numerosas poblaciones de las tres provincias, ya que el órgano es una fuente artística y artesanal de primera magnitud en el orden económico y gremial aragonés de los siglos XVII y XVIII.

En el convulso siglo XIX, tras el Concordato Iglesia-Estado de 1851, Aragón vuelve a liderar la organería no solo nacional, sino también ultramarina, exportando desde Zaragoza órganos a numerosas iglesias de otros continentes, manteniéndose varios talleres activos hasta la Guerra Civil.

El listado de 59 órganos declarados BIC engloba instrumentos de gran variedad tipológica, cronológica y estilística, que fueron fruto de la actividad de talleres locales y foráneos, y que es representativo del papel de Aragón como referente en la historia de la organería española y europea.

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