Nada o muy poco se sabía hasta ahora de Berta, segunda esposa de Pedro I, rey de Aragón, que recibió de su esposo como presente las tierras y pueblos de Agüero, Murillo de Gállego, Riglos, Marcuello y Ayerbe, y con el que gobernó siete años. Y, a pesar de sus bienes, su poder y su trascendencia como personaje histórico, tras el fallecimiento del monarca prácticamente se desvaneció de la esfera pública y es difícil seguirle la pista en los libros, porque apenas existen referencias a su nombre.
Todo este misterio cautivó a José Luis Bozal, Ingeniero Industrial y Licenciado en Historia, para el que la Iglesia de Santiago de Agüero y su entorno han sido, durante años, uno de sus principales campo de trabajo. Fruto de su labor de investigación, publicó dos libros en coautoría con María Luisa López Sardá, Poblet y Anoll y Agüero, y recientemente ha sumado a su bibliografía un tercero: Berta, Reina de los Mallos. Todos ellos han visto la luz con la Editorial Pirineo.
"No se sabía quién había construido la Iglesia de Agüero ni por qué estaba inacabada. Sorprende que iba a ser un templo muy grande, cuando el pueblo era muy pequeño. Todo era un misterio, porque no había documentos sobre ella", explica el autor.
Reconoce que, la primera vez que vio la Iglesia, se quedó impresionado. Y no sólo por la construcción, allí encontró unos signos muy particulares que no había visto en ningún otro lugar: una daga y una empuñadura. Además, contenía una inscripción, Anoll, que se repetía 16 veces, en la cabecera, en las partes bajas y en las columnas. Después supo que ese nombre era el del arquitecto que realizó la obra, que también lo halló impreso en el monasterio de Poblet.
Todos estos contenidos, así como un análisis de los signos de cantero y las inscripciones se plasmaron en los dos libros referidos. Pero había más secretos por descubrir. Cuando José Luis Bozal acudía a Agüero, la alcaldesa que había entonces, Lourdes Nasarre, le contaba lo poco que se sabía de la reina Berta y después se alojaba en Murillo de Gállego, en una casa rural que se llama la Casona de la reina Berta. Demasiados señuelos para no quedar enganchado al personaje.
Berta fue la segunda esposa de Pedro I, rey de Aragón. Se casaron en Huesca en 1097 y él falleció en 1104. Su hermanastro y sucesor, Alfonso I, mantuvo durante meses a la reina bajo estrecha vigilancia hasta 1105, para confirmar que no estuviera embarazada, ya que en ese caso su hijo heredaría el trono. Después, desapareció.
José Luis Bozal estudió una serie de documentos que se hallaron en Aragón e Italia, hasta llegar a la conclusión de que la Reina Berta era Inés de Saboya, nacida en Turín, hija de Pedro I de Saboya y de Inés de Aquitania o Ines de Poitou. Tuvo una hermana pequeña, Alicia, y se casó tres veces. En esta última ocasión, se cambió el nombre por el de Berta.
"En un documento del siglo XV, se referían a 'Inés también llamada Berta'. Analizando su vida y su cronología, me di cuenta de que todo cuadraba", explica. Berta murió en un monasterio de Turín en 1110, cinco años después de marcharse de Aragón.
José Luis Bozal tuvo muy claro que quería presentar Berta, Reina de los Mallos en la Iglesia de Agüero y así lo hizo recientemente, ante una audiencia muy numerosa que contó con la presencia de muchos foráneos, procedentes de los pueblos del entorno, la ciudad de Huesca e incluso de Olorón. Se da la circunstancia de que en esta localidad francesa hay una iglesia con elementos comunes a la de Santiago y piensa investigar este asunto. Quién sabe, si no será el eje central de un próximo libro.