Con considerable retraso respecto a la convocatoria, se ha inaugurado la exposición “Reflejos del poder: una mirada a la fotografía política”, organizada por la Asociación de Comunicación Política (ACOP), en colaboración con el Laboratorio Aragón Gobierno Abierto (LAAB) del Gobierno de Aragón, en el marco de la actividad “Diálogos de influencia” en el Teatro-Paraninfo de la Universidad de Huesca del Museo Provincial, estreno en toda España después de la inauguración congresual en Málaga hace un año.
El director general de Relaciones Institucionales, Miguel Ángel Lafuente, ha inaugurado esta exposición, acompañado del secretario primero de las Cortes de Aragón, Gerardo Oliván, el diputado Carlos Sampériz, la concejal de Cultura, Sonia Latre, y el director provincial del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Carlos Oliván.
Verónica Crespo, coordinadora, ha explicado la singularidad de una exposición que ya causó sensación en Málaga en su inauguración. "Es la primera muestra en España y es un lujo que podamos tenerla hoy en Huesca, antes sólo expuesta en el Congreso Internacional de Comunicación Política de Málaga". Se enmarca en la colaboración entre Gobierno de Aragón y la Asociación de Comunicación Política en el ciclo de Diálogos influyentes, que lleva dos años organizando en la sede del Laboratorio Abierto (Gobierno) Aragón (LAAAB), con distintos personajes y expertos relacionados con la política y la comunicación, "que nos dan sus clases magistrales y comparten su conocimiento y experiencia".
El director general de Relaciones Institucionales ha especificado que la exposición cuenta con 76 fotografías de representantes institucionales y políticos de la última década, de todos los colores, "con una visión inteligente y sensible que muestran una veintena de los mejores fotógrafos políticos de este país. Y, si no, compruébenlo cuando salgan de aquí en internet. Son veinte de los mejores". Ha estimado Lafuente que consigue esta colección "humanizar la figura del representante político. Ayuda a transmitir nuestros valores que, por supuesto, hacen alejar un poco más la desafección hacia la política que hoy impera bastante en nuestro país. Los políticos somos personas, salimos de la sociedad misma, tenemos sentimientos y eso es evidente", que se constatan en la fotografía.
Ha agregado que los periodistas y fotoperiodistas son un "eslabón fundamental en la transmisión de mensajs políticos e institucionales. También desempeñan una labor clave para palpar la sensiblidad social. Esto enriquece, sin ninguna duda, a la democracia. Más igualdad, más libertad, esto es una muestra de todos los colores políticos, de los sentimientos de las personas que están día a día detrás de una cámara enarbolando una bandera política, por supuesto democrática", y contribuye, ha agregado, a una defensa del Estado de Derecho que nunca está suficientemente consolidado.
Ha asegurado que se aúnan tres elementos importantes de nuestro tiempo: "Primero, la información. Segundo, la pluralidad de ideas... Y tercero, el arte dentro de lo que es la fotografía".

"ESTA EXPOSICIÓN ES ARTE"
El presidente de ACOP, Óscar Álvarez, ha enlazado con esta idea del director general. "Si os gusta la política, veréis que es arte, veréis que es exquisita, veréis que es una maravilla, una joya de la comunicación política a través de la mirada de los fotógrafos políticos".
Ha abundado también en una trinidad de objetivos de ACOP plasmados en esta exposición. "Primero, muestra a los políticos y a las políticas de una forma diferente, de una forma más personal, de una forma, si me apuráis, mas cotidiana, cuando no están mirando a cámara". Ha expresado su convicción de que "esta visión hará las delicias de todos aquellos que se acerquen a verla porque, además, ofrece una visión más intrigante y más personal, más morbosa incluso para el público general que va a ver a los políticos y a las políticas de una forma diferente".
En segundo lugar, permite "poner en valor la comunicación política. Cada fotografía cuenta una historia. Como nos gusta decir a los asesores, cuenta un relato, una parte del relato de ese día, de cómo son nuestros políticos y políticas. Y lo hace a través de una mirada única, puesto que el fotógrafo político se ha convertido no sólo en una parte imprescindible, sino un contador de historias. Aquí tenéis recogidos los últimos diez años de la política española. Podéis ver a todos los líderes de todos los partidos. Alguno no existe, el partido, ellos sí afortunadamente. Tal como eran. Probablemente os pueda transmitir mucho más una fotografía que un artículo extenso".
Y el tercer objetivo que persigue ACOP, "muestra a los profesionales detrás de la política, que es una de las reivindicaciones más grandes como asociación que engloba a los profesionales de la comunicación política. Esta exposición no va tanto de política como de poner en valor en valor el trabajo de estas personas que, como hormiguitas, sintiendo la labor política como parte fundamental de la vida y la sociedad, hemos decidido aportar nuestro compromiso desde la parte de atrás.

REFLEJOS DEL PODER
Pedro Ruiz, comisario de la muestra, ha sostenido que el título de la exposición "lo dice todo. Sus destellos, sus reflejos, sus sombras. Lo que aparece cuando una cámara se cruza con una decisión, con una duda, con un pasillo que de repente pesa más que un atril. La fotografía política, si es honesta, hace justo eso: explicar sin gritar. Y nos recuerda que una imagen pública no es un retrato, es una responsabilidad con la ciudadanía".
El reputado fotógrafo ha asegurado que "en la fotografía política hay dos clics. Primero el que suena, el que congela el gesto. El segundo el silencioso, el que elige. Editar es mirar dos veces, es definir que mirada compartimos y por qué. Hoy me gustaría proponer tres palabras para recorrer esta exposición: mirada, edición y memoria". "La buena fotografía no se conforma con el aplauso. Se sienta a la mesa, escucha, espera y, cuando dispara, dispara para contar. Esa es la mirada que verán en estas paredes. Cercana, pero no complaciente. Institucional, sí, pero con una representación humana que evita la caricatura. Sin edición no hay relato. El fotógrafo debe estar dentro del proceso de decisión, no por él, sino por eficacia narrativa y por ética. Quien estuvo en la sala sabe qué foto explica y cuál confunde, conoce la agenda y los silencios, y sabe qué conviene guardar para mañana y qué publicar hoy".
La última de las palabras, memoria. "La política se consume rápida, la memoria no. El archivo es la parte menos vistosa del oficio y, sin embargo, es donde se juega la calidad democrática de lo que contamos. Un pie de foto preciso, una etiqueta bien hecha, un orden que permita volver a encontrar lo que vivimos. Todo eso parece técnico, pero es profundamente cívico, porque de ese cuidado dependerá que dentro de unos años esta exposición seguirá significando algo más que un calendario de actos, seguirá contando lo que se hace y lo que representa el poder".

Ha recomendado mirar las fotografías con tres preguntas en la cabeza: "¿Quién mira, desde dónde mira y para quién mira? Si cambiamos la respuesta a alguna de esas preguntas, la imagen cambia. Si el fotográfo está pegado al atril o encuentra el fuera de foco del asesor que duda, si la foto se publica en una red social, en una nota de prensa o en un informe, si piensa en el impacto de hoy o en la lectura de dentro de cinco años. La fotografía política no es una casualidad bonita, yo trabajo duro para llegar a ella. No busquen fuegos artificiales, busquen respiración: verán manos que se abren, mesas que imprimen las negociaciones, pasillos donde la política baja el tono y se hace humana. Verán también decisiones que entran, que se guardan. El hilo que cose todo es la responsabilidad de elegir bien".
También ha pedido que se hagan una última pregunta ante las imágenes: "¿Qué me está explicando que yo no veía? Si la respuesta aparece, aunque sea en susurro, la fotografía habrá cumplido su trabajo y nosotros, como oficio y como comunidad, también".
A partir de ese momento, ha llegado la guía de la mano de Amparo García, 24 años y responsabilidad máxima en fotografía y edición gráfica en el Ayuntamiento de Málaga, que ha tomado de la mano a los presentes para penetrar con ellos en el alma de cada expresión, de cada gesto, de cada movimiento y de cada retrato. Es el Reflejo del Poder con la mirada de la fotografía política.