Roldán del Altoaragón ha protagonizado un concierto entrañable, bonito, poderoso por momentos, alegre, pletórico de plasticidad y cálido frente al calor climatológico del Parque Miguel Servet, donde decenas de oscenses han desafiado a la temperatura para disfrutar de un repertorio de plenitud aragonesa dentro del ciclo de folclore organizado por el Ayuntamiento de Huesca.
Bajo la conducción simpática y certera de José Luis Urbén, han ido desfilando el grupo de bailadores dirigido por Marimar Rodríguez y las voces de un grupo acogedor desde lo más meridional de Aragón hasta nuestra provincia.
Después de la Jota del Rabal con reminiscencia de Estampa Baturra, el propio José Luis Urbén se ha arrancado después con una interpretación y paulatinamente ha dejado paso a voces potentes y melodiosas. Primero, el más joven del grupo, Javier Malón, de Sádaba. Después, el poderío del caspolino Maxi Miraval, al que han sucedido ess voces limpias e impactantes de Lucía Claver (de Samper) y María Ángeles Altés (una caspolina campeona).
"El Sitio de Zaragoza" elevaba con su épica el ánimo de un auditorio entregado en medio de la naturaleza y, tras una jota rondadera de José Luis Urbén, se multiplicaba por más de dos la jota en los dúos de María Ángeles y Lucía, por un lado, Maxi Miraval y José Luis Urben por otro.
Se hacía coral el folclore con la habanera que añora volver a Ejea, mientras el baile se convertía en alegato aragonés en la Jota de la Dolores.
Bajo el apartado musical de la rondalla (Pedro Márquez, Jesús Puente, Gregorio, Carlos Solans y Sergio Brau), recuerdo final a Sarita Villacampa y su Jota de San Lorenzo. el público reconocía con un pronunciado aplauso la despedida con la convicción de haber asistido a un gran concierto.