La Plaza de la Catedral de Huesca se ha vuelto a llenar de vecinos y visitantes para presenciar el sorteo tradicional de los oficios o insaculación, que este año ha comenzado a las 12:30 y se ha acompañado por la apertura de una exposición que recoge muchos elementos relativos a esta ceremonia del siglo XVII.
Bajo la dirección artística de la Asociación Genius, se han ido eligiendo los 18 cargos simbólicos -una costumbre que en Huesca se celebró durante 260 años hasta el cambio de dinastía en 1707- y se ha procedido a la toma de posesión.
Además, se ha contado con los tradicionales personajes que acompañan el elenco de actos, encabezados por Miguel Ollés, y que representan a los Reyes Católicos, altos cargos de aquel momento y también ciudadanos de a pie con perspectiva crítica sobre la forma de gobernar determinados asuntos.
Al término de la función, se ha iniciado un desfile por la calle de las Cortes, que este año ha pasado por la Plaza López Allué pero no se ha detenido en ella -como en otras ocasiones- al encontrarse ocupada por el Mercado Renacentista, novedad en est edición. La marcha ha continuado por Duquesa Villahermosa, para encarar el Coso Bajo y llegar hasta la plaza Santo Domingo, lugar donde ha culminado el cambio de poderes.
La idea es que para años sucesivos, toda aquella persona que desee participar pueda inscribirse (elsorteohuesca@gmail.com ) y se realizarán talleres para confeccionar los atuendos que lucirán en la representación.
La recreación, ambientada en el siglo XVII, se inspira en un ceremonial hallado en el Ayuntamiento de Huesca que data de 1665. Este documento ha permitido a los organizadores reproducir fielmente la vestimenta, los colores y las tradiciones de los personajes históricos: desde los músicos y los instrumentos que tocaban, hasta los rituales que seguían los cargos municipales de la época.
Gracias a esta fuente histórica, es posible seguir un guion auténtico, que muestra cómo vestían los vergueros, cómo se desarrollaban los cambios de poder y cómo la procesión concluía en la Catedral o en la casa del jurado prior, equivalente a lo que hoy conocemos como el alcalde.
Esta atención al detalle otorga al evento un valor histórico importante, diferenciándose de otras recreaciones turísticas que a menudo priorizan el espectáculo por sobre la fidelidad. En el Sorteo de Huesca, se busca ofrecer un espectáculo que a la vez sea auténtico y ameno, y para ello se incluyen las paradas estratégicas que realiza Miguel Ollés, en las que explica al público el significado de cada tradición