El Centro Cultural Manuel Benito Moliner se transformó este martes, a las 20:00 h, en un espacio de rito, humor y reflexión con la clausura de la 33ª Muestra de Teatro y Danza Joven de Huesca. El grupo Deleites Diversos, dirigido por Javier García “Javito”, presentó 3 arrabales 3, un montaje formado por tres piezas del autor español más representado del mundo: Fernando Arrabal.
El público disfrutó de un recorrido por el universo arrabaliano con las obras Pic-nic (1952), El triciclo (1953) y La princesa Pitusa (las cucarachas de Yale) (1986). Cada pieza, aunque breve, resonó con fuerza gracias a un elenco entregado, con interpretaciones llenas de madurez, entusiasmo y alegría.
Javier García observa que “Arrabal tiene un estilo de teatro muy particular, muy festivo, cercano al ritual”. Y eso fue lo que se vivió en la sala: un teatro que capta la atención del público enseguida, que transforma, que conmueve y conecta. Como decía la teórica Diana Taylor, este teatro no se limita a ser contemplado, sino que convoca al espectador a vivirlo.
“Este año hemos decidido trabajar tres obras breves, con humor, poesía y mucho corazón. El grupo ha hecho un trabajo de interpretación súper bonito”, señaló Javito, que también destacó la motivación de sus intérpretes: “Tienen muchas ganas de jugar, de disfrutar, que es de lo que se trata”.
La elección del repertorio tampoco fue casual. “Fernando Arrabal es un clásico contemporáneo y ha sido un gusto descubrirlo y trabajar sus textos. Cada año, como en todos los grupos, empezar una nueva obra supone también descubrir al dramaturgo, sus mundos poéticos y literarios, que nos enriquecen muchísimo”, añadió.
Javito subrayó otro valor esencial del trabajo teatral: “Es fascinante ver las ganas de descubrir, de crear y de hacer cosas nuevas que tienen los alumnos. Y, sobre todo, de hacerlo en grupo. En estos tiempos tan ferozmente individualistas, el teatro nos obliga a abrirnos al otro, a trabajar en colectivo. Y eso es muy placentero”.
Pic-nic se presentó como un alegato antibelicista desde el humor y la farsa; El triciclo, una pieza poética y conmovedora; y La princesa Pitusa, un sainete contemporáneo, macarra e iconoclasta que parodia el romanticismo y los clichés melodramáticos. Tres piezas diferentes, pero todas muy festivas, vivas y cargadas de sentido.
Sobre las tablas, se notó la mezcla de experiencia y nuevas incorporaciones: desde quienes debutaban ese día hasta intérpretes con una larga trayectoria en los talleres. El elenco, diverso y muy compenetrado, ofreció un trabajo colectivo lleno de sensibilidad y entrega. Estuvo integrado por Clara Pérez, Juliá Oliván, Mapo Boix, María Reyes Miranda, Miguel José Oliveras, Mónica Herrero, Natalia Pérez, Tixki Ferrer y Vicky de Sus, quienes pusieron cuerpo y voz a los universos de Arrabal con energía, precisión y complicidad.
UN CAMINO MARAVILLOSO
Jesús Arbués, en representación de ITHEC, quiso recordar que son 33 muestras las que se han celebrado hasta hoy, y que, aunque se repita, no deja de ser un proyecto "precioso": un lugar donde personas de distintas edades y sensibilidades se encuentran cada año para hacer teatro.
“No por repetido es menos maravilloso”, afirmó. “Subirse al escenario nunca es fácil: cuando eres joven porque eres joven, cuando eres mayor porque eres mayor. Exponerse a las miradas cuesta, aunque aquí suelen ser bastante cómplices, pero aquí arriba se pasa mal”.
Arbués agradeció a las casi 200 personas que, en pleno invierno, bajan a los Olivos, al Espacio Arte Joven, a ensayar aunque tengan exámenes, trabajo o poco tiempo. Lo importante no es el final del camino, sino el camino mismo, todo lo que nos llevamos en ese proceso”.
También tuvo palabras para el equipo docente: Misael, Yeimy, las dos Laura, Javito, Tico y Nuria, coordinados por Aimé, y al personal del Centro Cultural Manuel Benito Moliner, en especial a Jake y José Ángel, por facilitar las representaciones. “Que este proyecto siga vivo. Aunque llevo años fuera, sigue siendo uno de los proyectos más bonitos que he puesto en marcha”, concluyó.
Sonia Latre, por su parte, destacó que no todas las muestras pueden decir que han hecho este recorrido. Puso en valor el trabajo del alumnado y del profesorado: “Vamos a ver representada esa fuerza, pasión, ganas e ilusión que ponen todos los actores para que podamos disfrutarlo como espectadores”.
Agradeció también a las familias por su apoyo constante, a los profesores que trabajan con los artistas, y al propio Jesús Arbués por haber iniciado este proyecto. Y cerró su intervención con un deseo compartido por todos los presentes: “Que el teatro siga vivo”.