Terror in Teruel Town (T.T.T.) es, a sus 23 años, la ópera prima del oscense Diego Saura, un trabajo que ha hecho historia al convertirse en el primer largometraje de comedia negra que que se ha realizado íntegramente dentro de la propia ciudad.
La cinta se estrenó el pasado 20 de mayo en el Cine Maravillas de la capital turolense, donde ha estudiado el grado de Bellas Artes y se proyecto en la Sala Genius de Huesca recientemente, con motivo de la fiesta de Halloween.
El filme Terror in Teruel Town, próxima al formato de serie Z, representa un sobresaliente ejemplo de lo que la pasión, el talento, la creatividad y el ingenio pueden lograr en la industria cinematográfica, incluso cuando se dispone de recursos financieros extremadamente limitados, 300 euros que el realizador puso de su bolsillo.
El proyecto nació como un trabajo fin de grado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel. Inicialmente iba a ser un cortometraje que después se convirtió en un mediometraje y acabó desembocando en un largometraje.
Diego asumió no solo la dirección de la película, sino también un papel fundamental en todas las etapas de la producción, desde la concepción del guion hasta la posproducción.
La trama se inicia con la llegada de un enigmático personaje a la ciudad de Teruel con la intención de participar en un casting comercial. Sin embargo, las cosas dan un giro inesperado, y la película se sumerge en un oscuro territorio de terror, mezclado con toques de humor absurdo que se desarrollan a lo largo de la narrativa.
La cinta, que tiene como protagonista a David Puyo y cuenta en el reparto con otras cuatro personas más (Álex Chillón, Dani León, David Puyo, Jairo Villacreses y Rebeca Opic), se desarrolla principalmente en un apartamento, lo que contribuye a una atmósfera opresiva que sigue la tradición de cineastas como Roman Polanski. También se incluyen algunas localizaciones externas de la ciudad de Teruel.
La música de Terror in Teruel Town desempeña un papel importante en la creación de su atmósfera. El compositor y arreglista oscense Antonio Ballestín se unió al proyecto para componer la partitura, incluyendo el inquietante tema principal titulado "Celesta".
El autor fusiona el piano clásico con sonidos que emulan los xilófonos y metalófonos, lo que da lugar a una experiencia auditiva que evoca la sensación de lo desconocido y lo sobrenatural. Este enfoque evoca recuerdos de películas de culto que acentúan sus rasgos distintivos y se inspira en el cine de las décadas de 1970 y 1980, "particularmente en el estilo italiano y el cine de Darío Argento", explica Saura.
Así, ha sido rodado de manera completamente independiente y con una limitación extrema de medios puramente vinculados con el manifiesto cinematográfico: Dogma 95, lo que implica que tanto trípodes y micrófonos profesionales no han sido utilizados en toda la filmación de la película, además de atender a otras normas del propio manifiesto pero no a todas obviamente.
Los efectos especiales, como moldes de látex, máscaras y sangre falsa, se realizaron de manera artesanal para lograr efectos sangrientos impactantes. La película rinde homenaje a los referentes del cine de décadas anteriores, destacando el trabajo de artesanos, escultores y artistas del maquillaje en la tradición de Tom Savini y Greg Nicotero.
PROYECCIÓN EN HUESCA
La acogida de la película en Huesca fue muy buena. La entrada en la Sala Genius en el Bendita Ruina, a 9 euros, incluía la posibilidad de disfrutar de una sala expositiva, con cuadros e ilustraciones tematizadas para recrear el terror de los años 80.
Se decoró con imágenes icónicas de películas y máscaras, que generaron un ambiente elegante y minimalista.
El público disfrutó del filme y de la actuación musical en directo de Ballestín, con visuales sincronizados. Al evento asistieron más de medio centenar de personas.
La première en Teruel llenó toda la sala. Los primeros pases fueron gratuitos como una muestra de amor al séptimo arte y para que los residentes de la cuidad pudieran disfrutar de una película filmada en su ciudad, que constituye “la primera comedia negra grabada íntegramente allí”.
Aunque hubo “algunos docentes y personas maravillosas en Teruel” que le brindaron apoyo, Saura es crítico con la Facultad y estima que el centro no respalda el medio audiovisual lo suficiente.
Diego Saura alberga la firme intención de seguir explorando el género del terror y la comedia en futuros proyectos. Aunque su ópera prima fue producida con un presupuesto mínimo, ahora busca oportunidades que le permitan desarrollar producciones más profesionales en el futuro.