La sección sindical de UGT Huesca ha denunciado la grave situación que atraviesa la Biblioteca Pública de Huesca debido a la falta de personal, una carencia que impide mantener el centro abierto con normalidad y ofrecer los servicios que la ciudadanía necesita. Según la organización sindical, en estos momentos existen 10 vacantes de un total de 24 puestos, sin previsión de cobertura inmediata.
UGT ha advertido que esta situación no es nueva ni aislada. A finales de 2024 ya había cinco vacantes, que se han visto agravadas por traslados, bajas temporales y la lentitud de los sistemas de provisión de puestos gestionados por la Consejería de Hacienda, Interior y Administración Pública. Según afirman, estos procedimientos "no están siendo todo lo ágiles que debieran ser, especialmente en lo concerniente a la gestión de personal interino y temporal".
Con la llegada del verano y la obligatoriedad de disfrutar las vacaciones preferentemente entre junio y septiembre, según lo establecido en el VIII Convenio colectivo, desde el sindicato consideran “factible pensar en que los cierres perduren e incluso se tengan que ver aumentados de no solucionarse inmediatamente”.
Además, UGT viene alertando desde hace meses de que este problema afecta a todos los centros de trabajo de Aragón, donde continúa faltando personal para ofrecer un servicio público de calidad. La situación se ha agravado con el retraso en los procesos selectivos, que deberían haberse resuelto en diciembre de 2024, y con los ceses por finalización de contratos temporales derivados de la aplicación de la normativa europea contra el abuso de temporalidad.
Estos hechos, según el sindicato, están generando un aumento de la carga de trabajo para quienes permanecen en activo, que deben asumir funciones adicionales bajo condiciones cada vez más precarias: “acumulo excesivo horario, cambios constantes en los cuadrantes semanales, y externalización de puestos estructurales”. Todo ello, advierten, redunda en un deterioro del servicio público.
UGT también ha denunciado la falta de una valoración justa y objetiva de los puestos de trabajo, que debería tener en cuenta aspectos como competencias, cargas laborales y niveles salariales. Según señalan, se están amortizando plazas de escalas básicas para elevar complementos a categorías superiores, justificándolo por el aumento de responsabilidades, aunque sin aplicar “el mismo rasero” a todos los trabajadores y trabajadoras.
Por todo ello, desde el sector autonómico de UGT Huesca exigen al director de Función Pública que adopte medidas urgentes no solo para solucionar la situación en la Biblioteca Pública de Huesca, sino también en las OCAs, los Servicios Provinciales, el personal no docente de institutos, las residencias del IASS, y otros muchos centros de trabajo que siguen sin recibir la atención necesaria.