"Ustedes, oscenses, ¡ay, qué harta me teníais! ¡Qué fatos erais! Pero erais mis preferidos. Cada día me gustáis más"

La extracción de oficios por el método de Sorteo por insaculación ha sido recreada para elegir el concejo de la ciudad de Huesca por un año

DH
01 de Noviembre de 2022
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"Ustedes, oscenses, ¡ay, qué harta me teníais!

El Año de Regimiento de 1666 ha sido clausurado. Nace el Año de Regimiento de 1667. Sí, en pleno 2022. Este 1 de noviembre, en la plaza de la Catedral, Huesca ha elegido a sus representantes en el concejo de la ciudad y ha escuchado a la reina María reconocer su cariño por este pequeño reducto en el Reino de Aragón. "Ustedes, oscenses, ¡ay, qué harta me teníais! ¡Qué fatos erais! Me contestábais que siempre se ha hecho así.  Erais mis preferidos. Cada día me gustáis más". Desde el Prior de Jurado hasta el Justicia, todos los componentes del órgano rector de Huesca han iniciado su singladura de un año después del ceremonial que se reproducía entre 1445 y 1707, y que ha sido recuperado gracias a la cooperación imprescindible del historiador Carlos Garcés y la archivera del Ayuntamiento, María Jesús Torreblanca. La extracción de oficios adquiere mayor autenticidad por ese pequeño tesoro que, para la Extracción de Oficios, se encuentra en el consistorio: el Arca de los Oficios que data de 1668.

Plaza de la Catedral repleta. Suenan las campanas. Mediodía. Les cuesta cesar en el tañido. "¿Alguien tiene que tocar alguna campana más". Toma la palabra, Miguel Ollés, el secrertario en la representación, que recuerda que ésta es la segunda arca, la primera fue de 1445. Tal y como recalca el Ceremonial de 1665, la elección de cargos electos por insaculación se atenía a tres condiciones: la duración era de un año, no cobraban y habían de proponerse a sí mismos. La recreación ha sido fidedigna, con los 18 cargos vestidos con los atuendos idénticos a los originarios y con la música que tocaban. Entre los que han gobernado la ciudad en 1667, El Prior de Jurados y el Justicia estaban en la cúspide del poder y la responsabilidad, pero también el resto, incluidos el cequiero (el que cuida de las acequias) y el almutazafe (que controla los mercados).

La plaza de la Catedral llena para asistir a la representación
La plaza de la Catedral llena para asistir a la representación

Y, así, "en el 1 de noviembre de 1668 se reúne donde está estipulado el concejo de la ciudad de Huesca para la extracción de oficios". El notario ha puesto el punto de erudición. "Ciudad sin ley no ha de llamarse ciudad, porque la ley es el alma de las repúblicas, decía Cicerón... Para que un cuerpo esté vivo, han de estar vivos todos sus miembros (Séneca )". Y alude a Jeronofonte. Todos los años, agrega, se juzga la virtud de todos los ciudadanos. Y asegura que, si Esparta u otras grandes polis cuentan con buenas ordenaciones, mas derecho tiene la antiquisima ciudad de Huesca, de gloria y santidad incomparables".

Es el acta de Regimiento de 1668, un alegato de la ley para todos. Una incomodidad para los reyes, cuyo gobierno se complicaba porque en ciudades como Huesca la existencia de juristas de categoría dificultaba los designios de los monarcas. Nada que envidiar a Esparta o a otros territorios, "reina de la política en su gobierno" que es Huesca. Una república vencedora y orgullosa de ver cómo se vigila, por tanto "gloriosa en su dignidad".

Repentinamente, un alborotador rompe la armónica alocución del notario con una queja altisonante por los impuestos. Todo retorna al orden. Apela nuevamente el fedatario a la ley para la fraternidad común. Con el secretario, entregan dos plicas. El prior de jurados saliente manifiesta su satisfacción por el mandato y la "confianza en que el buen hacer de este concejo sea reconocido". Y espera que su cometido atraiga gentes más experimentadas en distintos ámbitos de gobierno. Otro disconforme vocea.

Explica el secretario que el nombre de "cabreo" (en alusión al discordante) era un impuesto que sucedía a la medición de fincas, que ajustaba las tasas que había que pagar. De ahí el cabreado que abonaba el cabreo. Casi inmediatamente, explica lo que era la "miaja", la parte más pequeña en la que se podía dividir el dinero, por ejemplo la mitad de un sueldo jaqués.

Mientras se comprueba la plica de inhabilitaciones, emerge la figura de la Reina María, que reprocha al secretario: "Lo estáis haciendo mal. Sé que es usted el secretario y lo está haciendo mal. ¿Dónde está la separación de ciudadanos e infanzones?". Ante la leve protesta  de su interlocutor, le recuerda con autoridad: "Mientras mi marido estaba conquistando Nápoles, yo dicté las ordinaciones para la elección con las bolsas". Se vuelve al público que llena los bancos por un lado y permanece de pie por otro. "¿Vosotros me habéis reconocido? Dios mío, ¿pero esta gente en qué colegio han estudiado?".

En un sentido felicita al secretario. "Ha cumplido con su palabra y veo que hay mujeres en su concejo". Y nuevamente se dirige a los sentados. "Ustedes, oscenses, ¡ay, qué harta me teníais1 Que fatos erais. Siempre se ha hecho así.  Erais mis preferidos. Cada día me gustáis más ". Cuando le recuerda aquel que el rey Fernando suprimió 19 años este método de elección, la reina María se dirige a su sobrino como Fernandito. Aparece el monarca. "No me llaméis Fernandito, que toda esta gente me pierde el respeto.  Soy Fernando rey de Aragón, Sicilia, Navarra...". Tras una disputa oratoria, tía y sobrino salen del estrado para permitir la evolución del acto de elección. Un niño menor de 10 años saca los redolinos con los nombres de las bolsas alojadas en el arca. Y este es el resultado:  

Extracción del prior de jurados . Javier Calvo

Jurado segundo. Alberto Cea

Jurado tercero. Ismael Zafra

Jurado cuarto. Rosana Beired

Almutazafe. Francisco Javier Martínez 

Padre de huérfanos.  Sandra Aso

Mayordomo. Sergio Labarta

Abogado. Miguel Angel Giménez 

Asesor del Justicia. Jaime Ferrer

Procurador de la ciudad. Loreto Bermúdez de Castro 

Regidor de hostal. Victoria García 

Pesador de Almutazafe. Verónica Martínez 

Veedor de diferencias. Alberto Romeo

Tasador de la huerta. Enrique Trallero

Cequiero. Javier García Antón 

Justicia. Jorge Goded

Un pequeño incidente se ha ocasionado con el nombramiento de Martín García y Almuniente. Ante su ausencia, su tío Damián, pendenciero y fraudulento en un cargo anterior, ha pretendido hacerse con el cargo, hasta que ha sido expulsado por el Justicia y la guardia.

Exactamente igual que en toda la trayectoria histórica de 1445 a 1707, los miembros del concejo salientes y entrantes escuchan la explicación del triple mandato que reciben: "“En la empresa o escudo de esta ilustrísima ciudad se ven unos mudos documentos que instruyen a sus ministros. Se ve un caballero que, sin silla, da a entender que los que subieren sobre el mando no han de tomarlo ni de comodidad ni de asiento. Se ve también sin estribos, para que fíe el ir derecho más en acciones propias que en las ajenas. También va sin espuelas, para que entendamos que el estar en el puesto no ha de ser para picar ni herir”. Y todos, al alimón, aceptan y juran que, en el año próximo, sin retribución alguna, van a servir "sin silla, sin estribos, sin espuelas". En la plaza de la Catedral y la de López Allué, se repite el fin de esta liturgia cívica. Y los cientos de asistentes saben que, desde ya, cuentan con abnegados administradores de lo público. El 1 de noviembre de 1668 será otro Año de Regimiento.

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