La conocida "tragedia aragonesa en el K2" se ha recordado este lunes en el Salón Azul del Casino de Huesca donde Paula Figols, escritora y periodista zaragozana, ha presentado su nueva obra, "13 de agosto". Se trata de una novela poco convencional pero que contiene recuerdos, "todos ellos válidos". La expedición contó con Lorenzo Ortas, Manuel Avellanas, Manuel Ansón y Pepe Garcés. Javier Escartín, Lorenzo Ortiz y Javier Olivar fallecieron la noche del 13 de agosto de 1995.
El evento, organizado por Peña Guara y editorial Doce Robles, ha llenado el Salón Azul. Junto a Figols han estado dos de los protagonistas de la historia como son Lorenzo Ortas y Manuel Avellanas, además del editor de Doce Robles, Javier Lafuente.
La escritora se puso manos a la obra hace cinco años y es que el camino ha sido muy largo. "Esta historia es un regalo que me hizo Javier. Es una historia potente y yo me sentía un poco intrusa", decía. Figols, deportista y amante de la montaña, añadía que hablar del K2 "son palabras mayores".
¿Y por qué se ha decidido a escribir esta novela? "Quiero que se conozca esta historia más allá de Huesca. Contar cómo ha seguido la vida después. La literatura permite un poso y una reflexión, a diferencia de la inmediatez del periodismo. Es una historia de recuerdos, que todos son válidos".
Ortas comentaba que lo que más le gusta de la historia es que "la hemos contado nosotros". Aunque Paula se ha puesto enfrente, "nuestras familias forman parte del relato porque casi todo el mundo ya sabe qué pasó".
También dejaba claro que los que "realmente me dan pena son las familias, que se han quedado sin sus seres queridos. Y por nosotros, que no hemos vuelto a ver a nuestros amigos".
Manuel Avellanas (médico) ha suscrito las palabras de su compañero de expedición: "Creo que está muy bien novelado y el libro nos ha ayudado a salir de esos 30 años", decía.
En lo que es su tercera novela, Paula Figols también ha querido citar a Alison, una mujer que aparece en el libro que es un personaje secundario. "Me parece un caso ejemplar porque era madre de dos hijos. Subió con la expedición y falleció. Tom siguió los pasos de su madre y también murió en invierno intentando abrir una vía. El destino unió esos destinos tan trágicos".
Hay que recordar que tanto Pepe Garcés (jefe del equipo) como Lorenzo Ortas se quedaron en el campo IV a 8.000 metros y no participaron en la conquista de la cima y sufrieron además un dramático descenso.