4.000 gargantas mueven la marea verde del Peñas "en el partido de nuestra vida reciente"

El presidente, Fernando Lascorz, "contento y nervioso" ante una cita que marca un punto de inflexión en el proyecto ilusionante que arrancó hace nueve meses

05 de Abril de 2024
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Los jugadores del Lobe Huesca la Magia agradecen el apoyo del público tras ganar a Alcalá. Esta noche de sábado se espera la celebración con más euforia
Los jugadores del Lobe Huesca la Magia agradecen el apoyo del público tras ganar a Alcalá. Esta noche de sábado se espera la celebración con más euforia

Mañana toca titularazo. Grande, corto, del estilo de los que marcaban aquellas epopeyas de la salvación ante los grandes de la ACB, ante Cajamadrid, ante Andorra... ¡Gloria! ¡Salvados! Aquel viejo pabellón con miles de voces poniendo calor en medio de un frío climático inhábil para las delicadas yemas de los Petrovic, Sibilio, Villacampa o Corbalán. El nuevo, con Augusto Guardiola (RIP) sudoroso abrazándose con el entusiasmo juvenil que le caracterizaba. De aquel 1996, 13 de mayo de 1996, con Ford (RIP), Tinkle y nuestro Nacho Biota, hemos pasado, casi veintiocho años después, a ver esta tarde de sábado el Palacio de los Deportes con 4.000 gargantas que se van a desgañitar para que Lobe Huesca La Magia salve la categoría y marque un punto de inflexión en el nuevo proyecto deportivo que ha cargado de ilusión a la afición peñista. Este 6 de abril de 2024, es el "partido de nuestra vida reciente", asegura el presidente, Fernando Lascorz.

Reconoce el presidente que en el club están "muy nerviosos". "Orgullosos", eso sí, del tremendo movimiento en marea verde de una afición que va a rebasar las cuatro mil gargantas cuyo clamor se cargará en las piernas y en los brazos de los jugadores del Zornotza vizcaíno para recordar que aquí manda San Jorge. "Es muy emocionante todo el respaldo. Las invitaciones distribuidas desde la Diputación y la Oficina de Turismo se han agotado y el sábado de 9 a 14 horas todavía van a estar disponibles".

Fernando Lascorz, que arrancó su nuevo proyecto (tras su interinidad en el primer mandato) , se expresa con contundencia. "Es un partido que tenemos que ganar y salvar la categoría. Llevamos nueve meses en nuestro proyecto y no esperábamos llegar aquí así, pero la verdad es que en la LEB Plata estamos nosotros y doce equipos más, y la mitad están involucrados jugándose algo hasta el final".

En medio del ambiente dramático que rodea este ultimátum, "alegría porque la ciudad está respondiendo tremendamente. Nos lo dice la gente por la calle. Los políticos están expectantes y nos respaldan. La gente se da cuenta de que el Peñas existe y tiene que existir. ya llevamos dos partidos en que hemos llegado a los 1.800 o 1.900, que son aforos que no se ven en Plata. Llegar a 4.000 personas es importante para el club y para la ciudad".

Para el presidente, es fundamental continuar en la categoría. "Cuando entramos la nueva Junta, entendimos que el recorrido de nuestro proyecto es de cuatro años y estoy convencido de que, si nos mantenbemos, el futuro va a ser muy positivo. El equipo ha tenido un perfil que ha gustado mucho a la gente, que ha enganchado. Nos merecemos continuar". Llegar en esta situación al final de la liga regular produce "una sensación confusa desde fuera, pero hay que contextualizar. Estamos en la tercera categoría de un país que tiene la mejor liga después de la NBA. La ACB es brutal, y en LEB Oro hay equipos que son proyectos de ACB, como Estudiantes, o como Fuenlabrada, o el Betis".

Esta noche, Fernando Lascorz no va a conciliar el sueño. Y, sin embargo, el sábado a las 20 horas estará con su mejor expresión, junto a las autoridades casi en pleno, en el Palacio de los Deportes con un ambiente "muy parecido al de Vuelve la Magia, que para nosotros marcó un antes y un después". Sobre las manos, los brazos y las piernas de un equipo concebido como "una lanzadera de jóvenes talentos", se depositarán los efluvios de aquellos Jackson, Hall, Nix, Morton o Gibson, o sobre los más recientes Grigonis o Bruzuela. Se conjura con el público: "No pienso en otro desenlace que un final feliz". Dios le oiga y a la conclusión se escuche el grito mítico de "¡Peñas, sal!"

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