Que un maratón con sus algo más de 42 kilómetros no es cualquier cosa lo saben quienes lo corren, lo sufren y lo disfrutan. De todo ha habido este domingo en Valencia para los primeros espadas de la representación altoaragonesa en esta monumental carrera que ha reunido a más de 36.000 corredores.
Alberto Puyuelo fue contratado por la organización para ejercer de liebre y acompañar al grupo de atletas que querían estar en 2.24. Ha cumplido la misión encomendada como un reloj al guiar al grupo en el que iba la mejor atleta española en Valencia, la catalana Meritxel Soler, que ha completado el recorrido en 2.23.48. De ahí que el jaqués se mostrase satisfecho al final. “Estaba muy fuerte por la preparación que llevaba a tope de los 50 kilómetros, mejor que nunca, y todo ha ido muy bien”, ha señalado Alberto después de completar su undécimo maratón.
Se mantiene a la expectativa de si España va al Mundial de la India -está seleccionado- y si la RFEA renuncia, para esa misma fecha del 14 de marzo podría correr el Campeonato de España de maratón o una semana después el Campeonato de España de 50 kilómetros.
Su hermano Víctor no ha tenido las mejores sensaciones y se detenido para abandonar la carrera hacia el kilómetro 26. “Llegaba corto de preparación y estaba sufriendo, no iba a mejorar su marca y yo mismo le he dicho que lo mejor era retirarse”, ha señalado Alberto Puyuelo. La mirada de Víctor se dirige hacia el Campeonato de España, donde podrá llegar en mejor estado de forma.
El atleta de Intec-Zoiti Fernando Esperanza ha definido bien la experiencia de su octavo maratón: “Hoy ha salido más cruz que cara”. Ha comentado el Peke que desde el principio no iba donde hubiese querido si bien estaba cerca del grupo de Alberto Puyuelo y las sensaciones eran buenas. No ha sido muy rápido el paso de la primera media pero los problemas han llegado después ya que “desde el kilómetro 32-33 se me ha ido apagando el motor y el objetivo ha sido llegar a meta sin mirar el reloj”.
Esperanza ha detenido el crono en 2.26.22 y por tanto tendrá que esperar el noveno maratón para atacar el récord del club, en poder de José Carlos Ciprián, Cipri, desde el año 2009.
“Orgullosa y contenta”, ha dicho sentirse la otra zoitista en carrera, Bea Martínez, tras completar su octavo maratón con su segunda mejor marca, sin poder superar la mejor, obtenida este mismo año. Ha corrido en un tiempo de 2.46.47 y ha estado en el Top-10 de las españolas en Valencia. Ha comentado que en el medio maratón iba todo de acuerdo a lo previsto pero poco después ha tenido que pararse en dos ocasiones por problemas de deshidratación para beber agua, en los kilómetros 28 y 33. “Sentía que mi cuerpo estaba sufriendo y así no podía seguir. Después del segundo avituallamiento ya me he encontrado mejor y he terminado bien. Es mi segunda mejor marca y estoy orgullosa y satisfecha de haber podido acabar porque no era un día con las mejores condiciones por el calor y la humedad”.
Y a seguir corriendo, porque Bea es de las tampoco se detienen. A medio plazo apunta al dilema de correr el 14 de marzo el Campeonato de España de maratón o el 21 el nacional de 50 kilómetros. Y a corto plazo le espera el reto de la 10K de Valencia, el 12 de enero, para intentar mejorar su marca en la distancia. Cierra un año fantástico con los maratones de Castellón, Barcelona y Valencia y el subcampeonato de España de 50 kilómetros.
El quinto mosquetero altoaragonés en el asfalto valenciano ha sido el barbastrense Javier Mariño, discípulo de Phondy desde su más tierna edad. Ha corrido en un tiempo de 2.28.19, cerca de su marca personal, que era el objetivo que quería superar. “Hasta el kilómetro 32 ha ido muy bien, pero luego le han salido ampollas en el pie y ha sabido sufrir para acabar. Iba toda la carrera a ritmo de 2.26.59 y ha estado a punto de parar. Pero lo ha sabido pelear y ha acabado”, ha comentado su entrenador, Phondy.