El bádminton español se ha quedado sin representación en la segunda jornada del Campeonato del Mundo Junior que se disputa en la India. La pareja de dobles formada por los oscenses Alejandro Gállego y Gonzalo Isabal ha caído en su primer duelo ante los filipinos Dalojo-Ramos en dos sets muy igualados (15-12 y 17-15), llevado al extremo el segundo. También ha dicho adiós el granadino Mario Rodríguez (becado en el CAR de Madrid) en otro emocionante choque a tres sets (15-11, 13-15 y 17-19).
Quizás la clave del partido haya que buscarla en el primer set, que ha empezado con un claro dominio de los del Huesca La Magia, que se han llegado a poner 0-5 y 1-7, recortado con la reacción de los filipinos antes de alcanzar el ecuador (4-8). Y nada hacía presagiar la tormenta que caería cuando el marcador se había disparado 7-12 para los pupilos de Roberto Mollinedo. A solo tres puntos de encauzar la victoria. Pero los volantes ya no respondían igual y los asiáticos se han venido arriba. El bloqueo de Gállego-Isabal les ha frenado en seco y con un parcial de 8-0 para sus rivales ha concluido la primera manga (15-12).
No quedaba otra que ganar para mantenerse vivos y buscar el tercer set. Las alternativas han sido constantes, con un ritmo vivo y los oscenses sin perderle la cara al encuentro. Punto arriba, punto abajo, del 7-5 se ha pasado al 7-8 con el parcial de 0-3 endosado por los oscenses antes de llegar al breve descanso. A la vuelta a la pista, se han mantenido las alternancias en un marcador que ha seguido equilibrado y sin que nadie mandara más que el otro.
Los filipinos han puesto el duelo al límite con el 15-14, que han salvado los nuestros con el enésimo empate (15-15). Y aquí es donde los asiáticos han estado más certeros, primero con el 16-15 y con el definitivo punto que les ha dado la victoria después de diez ataques seguidos, tremendos, de Alejandro Gállego, que han sido replicados por sus rivales hasta que en el undécimo el volante se ha ido fuera y han dejado sin campeonato a los del Huesca La Magia.
Caras de decepción en caliente, pero que en frío se convertirá en una experiencia única tras un partido que, como admitía Roberto Mollinedo al final, "se podía haber ganado". El entrenador-seleccionador hacía un "balance positivo" de la actuación de los jugadores en el que ha sido su primer Mundial. "Se ha visto que en un campeonato así el ritmo de juego, los planteamientos tácticos y el bádminton asiático es totalmente diferente a los que estamos acostumbrados. De hecho, los dos rivales con los que hemos caído eran asiáticos. Los nuestros tienen recursos técnicos para ese nivel, pero también hay que adaptarse a esa exigencia", ha señalado, para referirse "a un escenario en el que estaban los mejores jugadores del mundo" ante los que hay situaciones en cada partido que deben servir de aprendizaje para "saber manejar".
Y en esas están técnico y jugadores, en un proceso que llevan "por el buen camino, lo mismo que las habilidades técnicas" y que van a ayudar a enfocar la preparación para el corto, medio y largo plazo. También puede jugar un papel importante el hecho de que, como ha sucedido en el Mundial, los partidos pasen a resolverse a 15 puntos "porque eso supone un cambio total del estilo, la preparación y el planteamiento".
Y ahora ya, en el caso de los jugadores y el técnico oscense, a pensar en el reto más inmediato que es la Liga con el encuentro del próximo sábado ante el Ravachol en Huesca. Un partido que se jugará a las 5 de la tarde en la sede del Bádminton Huesca. El día anterior, viernes, tendrá lugar la presentación oficial del equipo en la Sala Saura de la Diputación Provincial a las 12 horas.