Os Andarines reivindica el viejo proyecto de "El Jardín de la Jorgeada" en el acto final de la marcha

Un millar de participantes han llegado a Huesca desde Zaragoza con una andada que empezó con Lorenzo Ortas de Jorgeador y ha terminado con la plantación del árbol y el pañuelo a San Jorge

M. A. B.
23 de Abril de 2024
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Jorgeada 2024 en la plantación del árbol.
Jorgeada 2024 en la plantación del árbol.

La plantación del árbol en las faldas del cerro de San Jorge -este año ha sido una carrasca- y la colocación del pañuelo a San Jorge en la ermita han sido el perfecto colofón a la 23 edición de la Jorgeada que un año más ha unido Zaragoza y Huesca bajo la organización de Os Andarines de Aragón. Bueno, el broche de oro, sobre todo para el casi millar de andarines -y un centenar largo de voluntarios- ha sido la comida con la que han repuesto fuerzas en el Palacio de los Deportes servida a base de ensalada, paella mixta y natillas y regada con cerveza, vino, gaseosa y agua, a gusto del consumidor.

Una Jorgeada que se iniciaba a última hora de la noche de este lunes en el Palacio de la Alfajería, en la capital aragonesa, y en el que el gran protagonista era Lorenzo Ortas, vicepresidente de Peña Guara y santo y seña del montañismo oscense, aragonés y español. Ortas presidía la entrega de los premios de las Andadas Populares de la última temporada y cortaba la cinta de salida.

Jorgeada 2024. El corte de la cinta para dar la salida, a cargo de Lorenzo Ortas.
Jorgeada 2024. El corte de la cinta para dar la salida, a cargo de Lorenzo Ortas.

Al filo del mediodía, cuando ya habían aterrizado los primeros andarines en la capital oscense, tenían lugar dos momentos simbólicos y tradicionales. El primero de ellos, en las faldas del cerro, la plantación de un árbol. Una amplia representación municipal se encontraba presente y han cumplido a rajatabla las órdenes del presidente de Os Andarines, José María Gállego, cuando ha dicho “quiero ver a todo el mundo echando, como mínimo, una palada”. Dicho y hecho.

Ha recordado Gállego que la plantación se hizo por primera vez en la cuarta edición y también ha echado la vista atrás. “Cuando empezamos con la Jorgeada todos éramos de Huesca -yo soy de Buñales- pero por el trabajo me tuve que ir a Zaragoza y allí estoy con los almendrones”, ha comentado con una sonrisa.

A la hora de hacer balance, ha recordado que esta Jorgeada ha sido una noche de perros porque “los andarines han pasado bastante frío”, acompañada por el siempre molesto viento. Aunque también ha comentado que hace dos o tres años aún resultó más dura por la lluvia que tuvieron que soportar los caminantes a lo largo del trayecto.

Sin más incidencias que torceduras, ampollas, fatigas y lesiones leves, y una lipotimia sin mayor importancia, todo ha estado dentro de la normalidad en este tipo de caminatas.

Una Jorgeada que mueve mucha gente y un gran volumen de intendencia, “y sobre todo trabajo”. “Para los que estamos en la organización es un día duro, tanto como a los andarines,porque hoy han estado con nosotros voluntarios que llevaban años haciendo la marcha andando y hoy se han quedado sorprendidos porque la faceta de estar en este lado no la conocían. Y ha sido una verdadera soba. Aunque encargamos catering, para que nos salga mejor y podamos dar mejores servicios a los participantes, hacemos nosotros los postres y ponemos el vino, la gaseosa, el pan… para que nos salga mejor. Y es agotador”, ha indicado Gállego.

Jorgeada 2024. José María Gállego, presidente de Os Andarines.
Jorgeada 2024. José María Gállego, presidente de Os Andarines.

EL JARDÍN DE LA JORGEADA, UNA VIEJA REIVINDICACIÓN

No ha faltado el momento de la reivindicación, que ha nacido desde el simbolismo que tiene la plantación del árbol. “Es un recuerdo de cada Jorgeada que hemos hecho de Zaragoza a Huesca. Es muy bonito, pero me gustaría que esto se urbanizara de una forma independiente este sitio de forma que cada árbol tuviera su espacio y su nombre. Hace 16 o 17 años presenté un proyecto del Jardín de la Jorgeada, pero aquello no había dinero o no los pareció bien o lo que sea. Yo contaba hacer ese espacio en el cual, cada año, tuviera su árbol, su espacio y su historia”.

Son ya 23 años con esta vieja aspiración y no ha ocultado que se siente cansado porque “la edad no perdona y cada vez cuesta más hacer cosas nuevas. Hace unos años tenía más inquietud y lanzadera porque me metia en berenjenales en todo momento”.

El caso es que, tras esta declaración a EL DIARIO DE HUESCA, y en el breve discurso que ha dirigido a las autoridades allí presentes, Gállego lo ha soltado:  “Me han dicho que este años el Ayuntamiento tiene mucho poder económico. Y me gustaría que tuviese en cuenta ese proyecto de el Jardín de la Jorgeada”.

Unas palabras que han encontrado eco y respuesta en el concejal de Medio Ambiente, José Miguel Veintemilla, que ha recogido el guante y ha mostrado interés en llevarlo a cabo: “Me gustaría conocer ese proyecto”.

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