Tan sólo es una joven de 17 años, pero ya está dando mucho de lo que hablar en el tenis profesional. Es Mirra Andreeva, la pupilo de la altoaragonesa Conchita Martínez que se está saliendo en Roland Garros. La rusa se ha plantado en semifinales del torneo francés y la sonrisa de la preparadora montisonense no puede ser más amplia.
Andreeva se ha cargado a Sabalenka -número 2- en cuartos de final (6-7, 6-4 y 6-4) en un partido de casi dos horas y media y ya entra en la historia de los Gran Slam porque ninguna tenista tan joven (17 años y 37 días) había logrado pisar las semifinales desde hace 27 años. La última que lo hizo fue Hingis, en el US Open de 1997.
Este jueves por la tarde, la aprendiz de Conchita Martínez se ha medido a la italiana Paolini, la número 15 del ranking WTA. Paolini ha cuajado un gran partido y ha superado con facilidad a la rusa por 6-3, 6-1.
Un lapsus en la entrevista
Andreeva tuvo un pequeño lapsus en la entrevista post partido tras superar a Sabalenka. Con Martínez en la grada, la rusa comentó: "Mi entrenadora y yo teníamos un plan hoy, pero nuevamente no recordaba nada, así que sí, solo trato de jugar como siento y eso es todo".
Esto hizo sacar una gran sonrisa a la extenista montisonense. "Todavía la necesito. Me está brindando un gran apoyo. A veces puedo recordar un poco de información, pero sí, tenerla a mi lado es una ventaja increíble para mí y estoy muy feliz de que trabaje conmigo", concluía.
Martínez ha estado en las últimas semanas previas al torneo en Cannes, lugar de residencia de la tenista rusa, con el fin de trabajar y "acostumbrarnos la una a la otra". Andreeva se considera una "adolescente normal" que lleva una vida de lo más corriente. Por eso sorprende el desparpajo de su juego sobre la pista, algo que sin duda le está funcionando a las mil maravillas.