Había decenas y decenas de aficionados en la salida de El Alcoraz cuando ha emergido por la puerta 0 Antonio Hidalgo. El aplauso ha sido cerrado y hermoso, tanto que ha despertado una franca sonrisa del entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca,, que no ha negado ni uno solo de los muchísimos autógrafos, fotos y encuentros que le han pedido quienes ya se han rendido a su proeza. Sin duda, es el ídolo de Huesca.
Acababa de comparecer ante los medios de comunicación, aunque quizás valorar el choque ante el Levante ha sido lo de menos: “El partido ha sido complicado de jugar, con menos tensión de lo habitual, la gente con menos minutos ha disfrutado de ellos y tienen el mismo valor que los titulares. El final con la afición ha sido increíble, ver la comunión con la grada ha sido muy bonito, les hemos dado pocas cosas en El Alcoraz y han sufrido muchísimo. Nos habría gustado darles una victoria en casa”.
Su nivel de autoexigencia promete grandes alegrías en Huesca: “Con nuestra gente tenemos que ser más poderosos, si los partidos de casa hubiesen sido más normales no habríamos sufrido tanto este curso. todos hemos empujado y hemos sido más poderosos tenemos que seguir esa línea. La categoría va a ser complicada y se va a igualar todo mucho más”.
Ha repartido parabienes no sólo futbolísticos, sino también humanos, como el caso de Juan Pérez, que ha afirmado que aporta todos los "valores deportivos que quiere un entrenador".
Su integración en la ciudad ha caminado paralela a su trabajo con sus futbolistas: “Estoy muy bien aquí, me siento muy querido, doy las gracias a mis jugadores porque me han ayudado y se han volcado para ayudarme a cerrar una herida que tenía en el fútbol profesional”. El técnico hace una lectura muy positiva: “Me llevo un aprendizaje brutal, estoy en una ciudad que defiende el club a muerte y poco a poco me empapo de esto, que es lo más bonito de este deporte. Tenemos que disfrutar de lo que hemos conseguido".
Sin duda, el personaje de la tarde ha sido Antonio Hidalgo, y los aficionados le han hecho saber que están felices de su continuidad.