Terminado el paréntesis del verano, el pasado domingo día 7 reiniciamos las travesías con una ruta que nos llevó desde la estación de Candanchú hasta el refugio de Lizara pasando por la cabecera del barranco del Aspe y el puerto de Aísa para descender por los valles de Igüer y Riguelo hasta Lizara.
Sobre las 8,45 iniciamos la marcha desde en parking de la estación de Candanchú en dirección al collado de Causiat por el trazado de la GR-11, poco antes de llegar al mismo nos desviamos dirección sur y teniendo en frente una bonita vista de la Zapatilla ascender hasta un abrigo bajo las rocas conocido como la cueva de los contrabandistas con buenas vistas de la zona de Candanchu desde lo alto.
Después de un pequeño descanso, seguimos subiendo por fajas herbosas alternando con otras de lajas calizas hasta que alcancemos la cota de 2.000 metros en la vertical derecha del barranco del Aspe desde donde pudimos disfrutar de espléndidas vistas del espectacular barranco desde su inicio hasta la zona de Sansanet y Forges de Abel, picos como la Ruaba del Bozo y Labate entre otros.
Nos encontramos con la variante GR-11.1 que viene desde Candanchú por las pistas de esquiar del Tobazo y zona de Tuca Blanca, muy bien marcada nos guió hasta Lizara. Descendimos unos 100 metros de altitud hasta el inicio del lecho del Aspe pudiendo observar en la ladera de enfrente unos llamativos y colosales plegamientos.

Cruzado el barranco tuvimos que afrontar el tramo más exigente de la ruta, la subida hasta el Collado de Aísa, 280 metros de desnivel en subida contante y acusada pendiente. Tras una hora de subida a las 13:00 horas alcanzamos el ansiado collado a 2.280 metros de altitud donde disfrutemos de las estupendas vistas del pico Llena del Bozo, Llena de la Garganta y cima del Aspe hacia el sur y por noroeste la Ruaba del Bozo, Labate y los picos de Bernera.
Tras un pequeño y merecido descanso iniciamos el largo descenso de 6 kilómetros hasta Lizara por las zonas de Foya de Aragües, Igüer, Rigüelo y el Collado del Bozo, discurriendo el sendero por debajo del impresionante macizo de Bernera por el norte y al sur el barranco de Rigüelo y el valle Napazal. Sendero cómodo de andar en su mayor parte aunque salpicado de algún tramo con escalones de rocas que nos obligaba a pasarlos con precaución y teniendo que pasar uno ellos equipado con sirgas para hacerlo con mayor seguridad.
Sobre las 16:45 horas de la tarde terminábamos la travesía en el refugio de Lizara habiendo recorrido 12,5 kilómetros en un tiempo total de 8 horas de las cuales 4,45 fueron movimiento de 4,45 horas haber realizado un desnivel positivo de 910 metros y negativo de 980 metros.
Tras el alivio de quitarnos las botas e hidratarnos para apagar la sed iniciamos el viaje de regreso, muy entretenida la carretera hasta Aragüés del Puerto donde el conductor se tuvo que emplear a fondo para tomar las curvas, para llegar a Huesca sobre las 8 un poco cansados pero con la sensación de haber disfrutado de un día esplendido de montaña.
