Bada aguanta a duras penas el apetito insaciable del extraterrestre Barcelona (41-29)

Meritorio primer tiempo de los de Nolasco, participación de los más jóvenes y segunda mitad con el guion preestablecido por la infinidad de recursos azulgranas

17 de Mayo de 2024
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Dija Cruz ante Javi Rodríguez en el Barcelona Bada. Foto Marc Graupera
Dija Cruz ante Javi Rodríguez en el Barcelona Bada. Foto Marc Graupera

FICHA TÉCNICA

Barcelona: Gonzalo Pérez de Vargas, Aleix Gómez (2), Mem, Richardson, Luis Frade (5), Carlsbogard (5), Ariño (5) (siete inicial) , Javier Rodríguez (3), Petar Cikusa, Djordie Cikusa, N'Guessan (3), Makuc (2), Janc (7), Wanne (6), Langaro (3) y Saric (portero suplente).

Bada Huesca: Pablo Casterad, Ian Moya, Domingo Luis Mosquera, Janez Gucek, Rodrigo Benites (5), Frank Cordies (3), Adriá Pérez (3) (siete inicial), Miguel Malo (5), Dija Cruz (1), Óscar García (3), Ignacio Suárez (6), Samuel Cordies (1), Danylo Osadchyi (2), Álvaro Acosta, Juan Cánovas, Dani Arguillas (portero suplente)

ÁRBITROS: José Antonio Huertas y Antonio Javier García. Exclusiones: Mem, Samuel Cordies y Rodrigo Benites.

INCIDENCIAS: Jornada 29 en el Palau Blaugrana de Barcelona, un tanto desangelado.

Parciales cada cinco minutos: 4-1, 9-3, 12-5, 13-6, 15-10, 17-14 (descanso); 22-16, 26-18, 30-21, 35-24, 38-26, 41-29.

Bada Huesca ha cumplido bien el trámite de su visita al Palau Blaugrana, con una doble constatación: que el Barcelona es imparable porque sus recursos son infinitamente superiores al resto y que los de Nolasco han llegado en una buena forma al final de temporada. Dignísima irrupción en la primera media hora, en la reanudación la inercia inevitable ha llevado hasta el 41-28 final. Honrosa derrota. El debut de Casterad, Acosta y Cánovas ha sido una bonita alegría.

José Francisco Nolasco ha alineado en el campo a Pablo Casterad como premio justo en una verdadera catedral del balonmano, acompañado de Ian Moya, Domingo Luis Mosquera, Janez Gucek, Rodrigo Benites, Frank Cordies y Adriá Pérez, tocaba defender de principio. 

El Barcelona ha salido en forma de rodillo con el gol de quien sería gran protagonista del primer acto, Ariño, al que ha respondido un Rodrigo Benites que está acabando la temporada de una forma admirable. En esa fase inicial los de Carlos Ortega corrían como lebreles, respondiendo a cada fallo de un precipitado Bada con una precisión matemática en contragolpe. Carlsbogard, Frades y Áleix marcaban de dos en dos hasta remachar el 9-3 con la sóla oposición de Dija y Benites. Llevaban 9:09 y Nolasco ha tenido que detener la sangría. Se le oía decir que sólo dos tantos azulgranas habían sido en posicional. La única alegría había sido el estreno de Casterad con dos paradas a tiros de culés.

La arenga de José Francisco ha surgido efecto, los de Ortega ya no fluían tanto, Arguillas iniciaba un recital (acabaría el primer periodo con un 40 % de aciertos) y un doble efecto de ajuste de la defensa y acierto de Miguel Malo (los dos primeros de penalti ante Pérez de Vargas) y de Rodrigo Benites, finalmente acompañados de Ignacio Suárez con un doblete acercaban al descanso a los oscenses hasta el 17-14.

LAS BESTIAS DESATADAS

Han confluido en el arranque del segundo tiempo dos circunstancias determinantes. Por un lado, la fiereza de unos atacantes enchufados, Carlsbogard, Frade y N'Guessan, a los que se agregaban nuevos actores como Janc y Wanne. La segunda, la bajada de brazos convertida en anarquía de algunos jugadores del Bada, donde la buena noticia era la alineación de Álvaro Acosta que valientemente ha intentado, aunque en vano, superar a Pérez de Vargas.

Corriendo es imposible plantar cara al Barcelona, que encontraba en Janc y Wanne los argumentos para una lección de balonmano vertiginoso. Era una fiesta a la que se sumaban todos, Óscar García, Cordies, Adriá Pérez, Osadchyi, Ignacio Suárez... Las distancias eran insalvables y ya fluctuaban en torno a la decena de distancia (35-24 cuando restaban diez minutos), con Langaro en despedida de su cancha camino de Bucarest recreándose en la faceta realizadora. Agradecían los de Ortega los regalos, ya con la sangre en las fauces (38-26). La alegría era juvenil con dos paradas de Casterad... Pero el Barcelona quería celebrar la Liga a lo grande y todos han participado de una borrachera goleadora (41-29)

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