Bada sella otro año más en Plenitude tras un colosal segundo tiempo ante Rebi (33-26)

Una gran defensa ha favorecido a un equipo que ha recordado que correr es ganar, con Mosquera, Benites, Tercariol y Cordies estelares

19 de Abril de 2024
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Los jugadores de Bada Huesca celebran en el centro del campo la victoria
Los jugadores de Bada Huesca celebran en el centro del campo la victoria

FICHA TÉCNICA

Bada Huesca: Tercariol, Moya (1), Mosquera (8), Benites (8), Cordies (6), Dija Cruz (5), Adriá Pérez (3) (siete inicial), Gucek, Óscar García (1), Ignacio Suárez, Miguel Malo (1)

Rebi Balonmano Cuenca: Espinha, Hackbarth (4), Aurelien-Morgan (3), Pozzer (2), Juanjo Fernández, Teixeira (3), Nacho Pizarro (3) (siete inicial), Federico Pizarro (4), Simonet (1), Tavares (1), Río Iglesias (1), Arnau Fernández (1), Sergio López (3).

ARBITROS: Ernesto Ruiz Vergara y Alberto Macías de Paz. Excluidos Gucek y Benites por Bada y Juanjo Fernández (2).

Parciales: 3-3, 6-3, 8-6, 10-8, 12-10, 14-12 (descanso), 16-17, 19-18, 22-20, 26-22, 30-23 y 33-26.

INCIDENCIAS: Magnífica entrada en el Palacio de los Deportes de Huesca, alrededor de dos mil espectadores que han animado permanentemente al equipo.

Bada Huesca ha despejado cualquier atisbo de incertidumbre con una rotunda victoria ante Rebi Balonmano Cuenca (33-26) con una planificación ingenieril de Nolasco, que ha ido probando la resistencia de los materiales de los conquenses para acabar aprovechando los agujeros en una segunda mitad pletórica en materia defensiva para proyectarse con éxito en ataque. Diecinueve goles en los últimos treinta minutos que han desatado la felicidad de los aficionados, esta tarde congregados en gran número para gozar con la exhibición ofensiva de Benites, Mosquera y Cordies, y la inmensidad de Leo Tercariol.

Bada Huesca ha salido consciente de la importancia del partido para abrazar una tranquilidad casi definitiva, confiado en los brazos de sus estiletes ofensivos, con Frank Cordies y Rodrigo Benites rompiendo las primeras defensas conquenses que, sin embargo, replicaban con Teixeira Nacho Pizarro y Aurelien-Morgan. Los de Nolasco defendían realmente bien incluso con los dos minutos de exclusión de Gucek y, después de los primeros minutos, parecían encarrilar la ruptura del marcador hasta el 6-3 con Dija y un portentoso Rodrigo Benites. Estiraba la ventaja el cuadro local con un misil de Mosquera.

Sin embargo, no está hecha la tranquilidad para el cuadro rojo, sobre todo cuando Hackbarth (no hay peor cuña que la de la propia madera) se ha soltado después de fallar un penalti horroroso (luego Aurelien-Morgan le ha imitado). No aprovechaba Bada la exclusión de Juanjo Fernández para despegarse, aunque manteía a raya a los castellanos. En los últimos minutos se ha ajustado el electrónico que ha despejado Mosquera (14-12).

El segundo periodo ha comenzado por los mismos derroteros con Rodrigo Benites marcando por partida doble a rebufo de Aurelian-Morgan y Hackbarth. El partido cambiaba con los goles de Arnau y Pozzer (16-17) y la exclusión de Benites. Pero, lejos de desmoronarse, los de Nolasco han remontado con tantos de Mosquera, Dija y Cordies. Había buen desempeño defensivo y Tercariol estaba desatado. Federico Pizarro acortaba con un movimiento interior fantástico pero Mosquera estiraba otra vez (20-18).

Estaba eléctrico el partido, ora Sergio López, ora Adriá Pérez que se sumaba a la juerga goleadora, y nuevamente reducía Rebi, pero Cordies dejaba en el ecuador el 22-20. Alargaba Adriá Pérez su momento feliz con otro tanto fantástico. El gol del inmenso Rodrigo en el 17:46 obligaba a Lidio Jiménez Carrascosa a pedir tiempo muerto con 25-21. Hackbarth resolvía el 25-22 tras una tremenda defensa de Bada, pero Dija burlaba a Espinha, que la pagaba con la portería con un puntapié que dolía solo de verlo.

Ya iba siendo ora de que el nuestro, Miguel Malo, se estrenara, y lo ha hecho fajándose en el pivote como un gladiador (27-23). Y Adriá Pérez al contragolpe tras robo de Rodrigo obligaba, con 22:48 del segundo tiempo, a Carrascosa otra vez a detener la hemorragia (28-23), que prolongaba Mosquera (29-23), que había cogido su fusil (30-23). Y Leo Tercariol estiraba sus "gachetobrazos" (13 paradas de 39) hasta la inmensidad para desmoronar el ánimo conquense. Mosquera se lucía desde el extremo y Benites a puerta vacía (32-24).

Todo estaba visto para sentencia, la salvación garantizada (tendrían que cruzarse las madres de todas las desgracias y es imposible) y, tras la amargura reciente, llegaba por fin la sonrisa de los dos mil espectadores que han gozado de lo lindo (33-26).

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