Las batallitas del carca: los entrenadores

La actual tendencia a mistificar el papel de los entrenadores no descubre nada no inventado antes

16 de Agosto de 2022
Guardar
Cuco Ziganda, entrenador del Huesca. Las batallitas del carca y los entrenadores
Cuco Ziganda, entrenador del Huesca. Las batallitas del carca y los entrenadores

Partiendo de la base de que, en mi opinión, los entrenadores están sobrevalorados, me parece que la actual tendencia a mistificar el papel de los técnicos en el desarrollo de los partidos no descubre nada que no haya sido inventado antes.

En mi juventud, allá por el año 77, fue a Luis Costa a quien primero escuché eso de que había que “ir partido a partido” que ahora ha hecho famoso al Cholo Simeone. El mismo técnico alicantino, en su etapa en el Huesca, no se cansaba de repetirnos que “si tienes el balón el rival no te puede hacer gol”. Que trasladado al modernismo papanatas de los últimos tiempos se traduce por la manida posesión que tanto a glorificado a Guardiola.

Más sencillo y directo era Anquela, que por mucho que trabajara la colocación y estrategia de los futbolistas durante la semana, les acababa diciendo: “Tú dásela a Francisco (Mérida), que él ya sabe lo que hay que hacer”. Ahora todos se llenan la boca con el “jugador diferencial”, que viene a ser el que se sale de la norma que imponen los técnicos más rígidos, a los que Onésimo llevaba la contraria cuando Ángel Royo se esmeraba en trabajar las jugadas a balón parado: “Para eso sólo hace falta uno que la ponga bien y otro que remate”, simplificaba el vallisoletano”, ansioso por empezar las pachangas.

Siempre se ha dicho que el fútbol es de los futbolistas y Manuel Vázquez Montalbán, -culé confeso- escribió un delicioso libro sobre el balompié, “Una religión en busca de un Dios”, en la que afirmaba que “los entrenadores jamás pasarán de la condición de ángeles de la guarda” y los comparaba con algunos críticos literarios: “aprenden a entrenar una vez en la vida y luego repiten el esquema”.

Además, en este juego tan maravilloso tienen cabida todos los discursos, siempre que acaben teniendo éxito y para gustos están los dulces. Por eso nos encomendamos a la sabiduría del Cuco Ziganda, fieles sin reblar, para que disponga de las mejores piezas y las sepa hacer funcionar, que también es sabido en este mundillo que con un buen arsenal se ganan más batallas.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante