En este mundo del fútbol en el que todo el mundo entiende y puede opinar, me atrevo a introducir un asunto que casi siempre provoca divisiones: la suerte. Y entenderán que lo traiga a esta columna, sobre todo, después de haber ganado el Huesca los dos últimos partidos en casa en el minuto 94. El mismo en el que el Real Madrid de Sergio Ramos ganaba muchos partidos incluso levantaba copas de Europa.
Los más somardas aducirán que de esta manera se impide que el rival te pueda remontar, pero marcar en la llamada ‘Zona Cesarini’ -expresión utilizada para definir el tramo final de los partidos de fútbol- es cada vez más frecuente, el 40% según un informe publicado hace un par de temporadas. Con lo que los aficionados, y más los azulgranas, estamos abocados al sufrimiento hasta el final.
Agustín Lasaosa, actual presidente, siempre ha manifestado que en el fútbol, además de hacer muchas cosas bien, “es necesario que luego te venga a ver San Lorenzo todos los domingos”. Otros hablan de no reblar, de luchar hasta que pite el árbitro, de la fe en las posibilidades, de que hasta el final todo es toro. Un sinfín de similitudes para decir lo mismo: hemos tenido suerte. O como me dijo Pichichi al acabar el encuentro: “Se nos ha vuelto a aparecer la virgen”.
Si lo miramos por el lado más científico nos podemos amparar en el libro del premio nobel de Economía ‘Pensar rápido, pensar despacio’ de Daniel Kahneman, quien entendía que la suerte juega un factor muy importante en todos los deportes. “Somos propensos a sobrestimar lo que entendemos del mundo y a subestimar el papel del azar en los acontecimientos. Al explicar el pasado y predecir el futuro, nos concentramos en el papel causal de la aptitud e ignoramos el papel de la suerte”.
Luego están los que no creen en la fortuna, en su mayoría los entrenadores, y lo justifican con frases como “la suerte es para quien la busca” o “para quien la trabaja”. Para los técnicos, “lo único que no se entrena es la competencia, ya que ésta es única e irrepetible, pero todo lo demás (las variables físicas, técnicas, tácticas, mentales, etc) son entrenables, y es ahí donde los entrenadores deberían poner el acento para achicar la dependencia del azar”.
Otros argumentos sobre que “la suerte no existe en sí misma o mejor dicho no hace que algo ocurra o que no ocurra o que suceda de determinada manera”, se cimentan en una realidad. “No invoquemos a la suerte o en todo caso no esperemos nada de ella, porque tal vez existe, pero tan solo como una expresión”. Por lo tanto afirman que “las oportunidades pueden darse o no; lo más importante es que puedes buscarlas; eso sí, mientras mejor preparado estés mejor resultado obtendrás cuando estas se te presenten…, tendrás mayor o menor suerte”, según Santiago Romero (Jockey Club Córdoba).
Lo que no admite dudas es que las cábalas, los ritos y las supersticiones existen en el fútbol, y si no que se lo pregunten a Juanjo Camacho y su manía de sembrar algunas zonas de los campos de fútbol con sus amuletos de la suerte, o a Vicente Jover, portero del Huesca, que no se cambiaba de jersey mientras el equipo siguiera ganando. Otros entran al césped con la pierna derecha, se ponen siempre las mismas medias…
Así que a los aficionados no nos queda más que seguir apoyando al equipo para que siga sumando puntos y se pueda vivir una campaña ilusionante. El Fieles siempre, sin reblar entra de lleno en ideario azulgrana, que también contempla la ayudita de la veleidosa fortuna.
P.D.
Antes de comenzar el partido, un seguidor del Málaga agradecía en X el comportamiento del club oscense porque le había dejado entrar al campo para hacerse unas fotos y después se llevó una grata sorpresa al encontrarse en la Oficina de Turismo con una bienvenida y los escudos de los dos clubes. “Esta gente me ha ganado”, apostillaba. Y lo mismo debió pensar con el recibimiento que hace por megafonía el Huesca a todos los equipos visitantes. Algo que no sucede en ningún campo que yo sepa. Porque en Málaga el Frente Boquerón el año pasado tuvo un pésimo comportamiento, quizá de ahí que la Policía Nacional utilizara el sábado un dron y aumentara su presencia en los aledaños del estadio.