El Club de Montaña Javieres ha completado la Travesía GR15, el atractivo recorrido pirenaico que recorre la provincia de Huesca y que constituye una prueba exigente para los 47 deportistas que salían a las seis de la mañana del sábado 18 desde las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y en dirección Bestué.
El primer día la ruta tuvo origen en Bestué y destino en Nerín, de 16 kilómetros y 900 metros de desnivel. Pernoctaron en Nerín, ya que en el albergue la máxima disponibilidadad era de 33 otros 14 se han debido repartir por tres casas rurales.
La jornada ha tenido momentos emocionanes como el ascenso de seiscientos metros en 3,5 kilómetros por bosque de boj y pino primero, para dar luego pso a ls hayas haasta los 1.550 metros de altitud en su cota más elevadas. Bajo los Pueyos de Sestrales, han buscado una explanada pra reponer fuerzas y reconfortarse con la vista a Bramapán, Tozal de San Miguel y Nabaín. Tras abandonar el valle de Puértolas, al Valle de Vio para avistar Sercué, Nerín, Buisán y Fanlo.
En la canal del Salto se gozaban los colores otoñales de las hayas, pasaban por las bordas abandonadas de Aso y alcanzaban la entrada del Cañón de Añisclo, punto más bajo con 940 metros. Tras la visita del puente y la ermita de San Úrbez, continuaban por la margen izquierda del río Bellos, cruzaban el Cañón de Añisclo por el puente Sangons y abanconaban para ascender hasta aravesar el Portiello, llegar a Sercué y su ermita románica de San Martín y desembocar en Nerín tras pasar por las faldas de Mondoto y el puente Ballatar.
El domingo, la previsión era de un día largo, nada menos que 26 kilómetros, con 850 metros de desnivel. Han salido a las 7 de la mañana con los frontales puestos hacia Buisán y Fanlo, donde han llegado ya de día. Magnífico recorrido por la Pardina del Señor, un bosque de hayas, roble y pino frondoso, una maravilla. El espectáculo natural ofrecía biodiversidad con abetos, acebos, pinos y robles conforme se acercaban a Buesa. Han pasado junto a las bordas de San Esteban y la Fuente Baño y sus aguas medicinales. Desde Buesa, la esplendidez del río ara y de las montañas del Sobrepuerto. Sobre las 17 horas han llegado a Broto, justo cuando empezaba a llover. Luego ya les esperaban los atascos de Monrepós. Pero ese es otro cantar que no enturbia dos jornadas fascinantes del GR15.