Por fin la meteorología nos dio una tregua y este pasado domingo pudimos realizar las prácticas sobre terreno nevado, una jornada ya tradicional en los cursos, dedicada a iniciarse a practicar este deporte sobre dicho terreno, escenario que tanto cambia de encontrarlo nevado, a una pradera con bonitas flores. Esta actividad se realiza con el fin de que los más jóvenes además de disfrutar de un día de montaña lleno de risas, revolcones, toboganes y terminar mojados completamente, que sepan cómo construir un iglú o un improvisado vivac y también que comprendan la importancia de conocer el material, manejo del mismo, formas de progresar por una ladera, como auto detenernos en caso de caída, etc.
Los diferentes grupos elegimos lugares diferentes para dicha actividad. Los adultos, con el grupo de peques, partieron de la boca sur del túnel de Bielsa-Aragnouet. Los primeros, en dirección al puerto de Bielsa, con la intención de encontrar las mejores condiciones de nieve. Para los peques, a pesar de su corta edad, todo un reto ascender al collado y Puerto Viejo. El resto de participantes al valle de Barrosa aquí la nieve está un poco más lejos y se tiene que caminar algo más, pero merece la pena por la belleza de este paraje.
Preciosa ruta por el tranquilo, bello y poco transitado valle de la Barrosa. La ruta comienza en el kilómetro 88 de la carretera A-138, en el sentido túnel de Bielsa. Por lo cual el autobús nos dejó, a la bajada, después de dejar al grupo de peques, en un pequeño parking a la izquierda de la carretera, indicado como valle de Barrosa, desde donde parte una pista que nos adentra en el valle pasando por lo que fueron las antiguas instalaciones de lavados de minerales y teleféricos de las minas de Liena o Mallo Ruego. El camino va en suave ascenso, es muy evidente y está señalizado. Al principio iremos por pista forestal y más adelante se convierte en senda. Nosotros fuimos hasta el refugio de la Barrosa, desde se puede contemplar la belleza de este lugar bajo la atenta mirada de la Munia y la Robiñera, que le dan una espectacularidad al valle muy potente. La vuelta es por el mismo camino.
El grupo de los peques comenzaron la excursión en la boca sur del túnel de Bielsa-Aragnouet (lado español). El autobús aparcó en la explanada junto a la boca del túnel, algo más allá del edificio del servicio de mantenimiento del túnel. El camino comienza en la ladera frente a esta explanada, con largas lazadas que ganan altura hacia el oeste, hacia el Chorro de la Pinarra que hemos visto desde el aparcamiento. Llegamos al umbral del valle, una maravilla de verdor, el torrente encajonado algo por delante de nosotros. El sendero, sin pérdida, se va adentrando en el valle. El puerto se ve claramente delante de nosotros. Sarrios y marmotas durante el ascenso hicieron las delicias de los más pequeños. Todo un lujo.
A la izquierda dejamos el camino que sube al Collado de la Forqueta. Ruta elegida por el grupo de adultos. Sin dejar de perder altura llegamos a las praderas que cierran el circo por este lado, y finalmente al puerto que poco a poco vamos ascendiendo por los primeros neveros que van apareciendo donde los peques no podían resistirse a jugar y disfrutar entre ellos. Algo más al sur podemos ver el pequeño Lago del Puerto Viejo, que también merece una vista. Y hacia el NO el camino baja vertiginoso para unirse al que sube a los Lagos de Barroude. El regreso por el mismo sitio a la boca sur del túnel.
