Biescas, Barbastro y Altorricón o la necesidad de tener un campo de fútbol digno

Los clubes de estas localidades lamentan el estado del césped, que “da pena”, y algunos incluso se ven obligados a ir a otros pueblos a entrenar

Adrián Mora
Periodista
31 de Diciembre de 2022
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Once del Altorricón en un partido disputado en el Municipal, el cual presenta un pésimo estado.
Once del Altorricón en un partido disputado en el Municipal, el cual presenta un pésimo estado.

En tiempos donde impera la necesidad de jugar a ras de césped, donde el fútbol del pelotazo no está demasiado bien visto, hay algunos equipos que son incapaces de jugar con dicho estilo. No porque no quieran, sino porque no pueden. Es lo que sucede a la UD Biescas, CD Altorricón y UD Barbastro. Los primeros militan en el Grupo 1 de la Regional Preferente. El último, en Tercera RFEF. Pero los tres sufren el mismo problema: el terreno de juego en el que juegan sus partidos como local. Están acostumbrados al barro, a ver poco verde, a los botes irregulares y a los raspones de un césped artificial que más bien es una lija.

Eduardo Oliván, directivo del Biescas, explica que “se planteó hace unos año un cambio de césped” pero, al final, “no se hizo y llegó la crisis. La intención la tenemos tanto los de la base como nosotros, los de la UD Biescas, pero el Ayuntamiento no da ni un paso. Llevamos padeciendo mucho tiempo. Bajamos a entrenar varios días a Sabiñánigo”. El Fernando Escartín lo pisa el Biescas, el fútbol base y el equipo veterano. “Está petado”, lamenta. Contra el Sabiñánigo, en el último choque, recuerda que “estaba destrozado”.

Lo peor de todo es que hay “poca intención” de sustituirlo. “Pienso que es un tema político. Nosotros lo miramos con Mondo, una empresa. En Japón salió con tintes negros y nos lo dejaban barato. Para nosotros es un déficit, pierdes toda la identidad al bajar a Sabiñánigo y la gente se rebota”. Por si fuera poco, lamenta que ahora el campo se utiliza “como si fuera un parque. No lo quieren vallar. Si pone uno artificial te obliga a vallarlo. Entra quien quiere, como si fuera un parque. Hay meadas y cagadas”. En este sentido, echa la vista atrás para recordar que hace unos años el Biescas organizaba un torneo de fútbol 7. “Lo hemos tenido que quitar porque no da para más”. Lo único positivo es que hace dos años arreglaron los vestuarios.

El Barbastro está sufriendo un auténtico dolor de cabeza con los campos de fútbol. Mejor dicho, con el consistorio barbastrense. “Somos un equipo de Tercera con aspiraciones de subir de categoría. El campo de fútbol será la causa por la que la actual junta directiva se marchará”, subraya de manera rotunda el presidente del club, Rafa Torres. Hace unos días tuvo una reunión con la concejal de Deportes, Pilar Abad, y el alcalde, Fernando Torres. “Me dijo que la instalación del campo de césped natural estaba para clausurar. Ese campo necesita una remodelación de arriba a abajo. Son 27 equipos de fútbol entrenando y jugando ahora en el artificial con 18 años de antigüedad”. Una remodelación que no solo debe acometerse sobre el césped, sino que también necesita una mejora en todo el entorno: el muro que rodea el campo, el graderío, los vestuarios, etc. "Y eso que el año pasado le dimos un lavado de cara con un pintado de gradas y tribuna, asumiendo nosotros el gasto".

Uno de los muros que rodean el campo Municipal de Barbastro presenta un pésimo estado.
Uno de los muros que rodean el campo Municipal de Barbastro presenta un pésimo estado.

Las obras para ejecutar los nuevos campos de fútbol necesitan un nuevo pliego de licitación. Nuevo, afirma el presidente rojiblanco, porque el primero “estaba mal hecho, cuando dos empresas ya se habían presentado. Existe un debate interno, y ahora hay que contratar a un arquitecto externo y se deberá incrementar el presupuesto porque los materiales han subido”.

Otra cuestión que evidencia la escasa calidad de las instalaciones deportivas es la iluminación. Para el derbi ante el Monzón que se disputó en horario nocturno, se tuvieron que girar los focos del campo de césped natural y encender los de las pistas de atletismo. “El Barbastro entrena en un campo de fútbol 8 y solo tiene un día a la semana el campo entero. Los críos pequeños han entrenado en un campo de tierra estos meses. No vemos visos de que se solucione”. El primer equipo volverá al césped natural el próximo día 3 de enero después de resembrarlo. “Luego ya se verá. Han sido tres meses que no se ha utilizado para nada. Vamos haciendo virguerías pero la realidad nos hace ser pesimistas. Y si la junta se va desaparecerá el club. No vamos a pasar por otra temporada como esta”, asegura convencido.

El graderío también presenta un mal estado.
El graderío del Municipal de Barbastro también presenta un mal estado.

Abriendo un paréntesis, “no hemos cobrado la subvención de la temporada pasada. Tampoco hemos cobrado la del fútbol base. No la quieren dar porque dicen que ha desaparecido, pero realmente se ha fusionado”.

En la comarca de La Litera también muestran su descontento, pues desde Altorricón aseguran que el suyo es el “peor campo” de la provincia. El entrenador, Román Panadero, asevera que el martes entrenaban y “daba pena”. Apenas se vislumbra hierba y “está muy mal. Lo han intentado arreglar pero lo han matado. Ahora se han cargado todo el trébol”. Ignacio Ramos, presidente del club literano, recuerda que en su día sí que se habló de cambiar el firme con el Ayuntamiento, pero todo quedó en agua de borrajas. El Municipal de Altorricón lo pisan los equipos infantiles y prebenjamín, así como el primer equipo. “Es imposible jugar en ese campo. El jueves, por ejemplo, se marcharon a entrenar a Tamarite. Da pena mirarlo y pisarlo. Es todo tierra y agujeros. El tiempo de ahora también afecta mucho. Nosotros entrenamos lo mínimo posible, pero ya hemos tenido que ir a entrenar dos veces a Tamarite. Es una pena”.

Así está el terreno de juego donde disputa los partidos como local el Altorricón.

Otras localidades ya disfrutan de su cambio de césped

Fraga, Jaca, Sariñena o Tamarite. Son algunos ejemplos que ya han olvidado lo que todavía sufren muchos. La Estacada de Fraga estrenó en el verano de 2019 su nuevo césped artificial. El anterior acumuló 14 años de vida. Un año antes, en 2018, el Oroel de Jaca sustituía su antigua piel natural por una superficie artificial. Un paso importante en la historia del club jaqués, pues hasta entonces tuvo que lidiar con las inclemencias meteorológicas propias de dicha localidad. La Colomina de Tamarite también decidió dejar a un lado la hierba natural y apostar por el firme artificial. Después de 27 años, en el año 2016 renovó el terreno de juego. Sariñena, por su parte, ha sido la última localidad en adherirse a este cambio tan significativo. El pasado verano, El Carmen estrenó nuevo campo y tanto el CD Sariñena como todo el fútbol base ya disfruta de una instalación de categoría.

El Carmen de Sariñena cuenta con un terreno renovado desde el pasado verano.
El Carmen de Sariñena cuenta con un terreno renovado desde el pasado verano.

 

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