Jon Pérez Bolo era autocrítico este jueves en la previa del encuentro de la SD Huesca ante la Cultural Leonesa, pero ha dejado muy claro que él vive de "energías positivas", intentando apartar lo negativo para que no influya en el día a día. Es sabedor que su equipo debe corregir errores que se cometieron ante el Valladolid, pero está esperanzado en ver una mejora en las próximas semanas.
"Tenemos que mejorar varios aspectos. No podemos repetir esos fallos que tuvimos. Fue una derrota dura y lo sabemos. Si nos caemos, tenemos que levantarnos. En el fútbol y en la vida", subrayaba el entrenador bilbaíno.
El Huesca es en estos momentos el tercer peor visitante con sólo cuatro puntos y, además, es el equipo que menos anota a domicilio (3 goles). "Eso me preocupa, pero me ocupo. Si queremos ganar tenemos que hacer goles", reconocía. "Lo veo como energía positiva. Tenemos que agarrarnos a las cosas positivas. Si sólo miramos lo negativo, nos atraerá cosas negativas. Los jugadores confían a muerte".
Sobre el planteamiento de cara al partido del viernes, el técnico decía que "ya me vais conociendo: cuando pierdes 1-4 y analizas cosas te haces preguntas, pero el equipo está trabajando bien. Algún cambio haremos, pero no nos fijamos sólo en el resultado final. Tenemos que valorar muchas cosas. Esto va de acertar. Esto es un camino largo e iremos trabajando duro día a día".
NTAMACK, BAJA; SIELVA Y HUGO PÉREZ, DUDAS
El entrenador ha confirmado que tanto Sielva como Hugo Pérez serán duda hasta última hora. Ambos "han tenido molestias y hoy queda el último entrenamiento. Lo valoraremos. Tenemos una plantilla amplia y me agarro a las energías positivas. Si no están no me voy a volver loco. Saltaremos al Reino de León con 11 jugadores".
Bolo ha reconocido que, tras el partido de Valladolid, se marchó "jodido porque pensaba que Ntamack se había roto de verdad. Dentro del percance, parece que no será grave. Intentaremos recuperarlo lo antes posible, pero sin prisa y sin correr riesgos".
SOBRE EL RIVAL
El míster también ha ensalzado la labor de Cuco Ziganda en el banquillo rival. Un entrenador que conoce bien él y el propio Huesca, pues ya dirigió a los altoaragoneses hace unas temporadas. "Desde su llegada ha dado un paso adelante en resultados y juego. Todos los partidos tienen su dificultad. La tranquilidad que trasmite el Cuco, la experiencia que tiene y la vuelta que le ha dado al juego del equipo… Tiene muchos registros. Esa organización que tienen todos los equipos hace que sea difícil meterles mano".
Advertía que la Cultural tiene "jugadores veloces, rápidos y que juegan a banda cambiada. El partido de Valladolid ya lo hablamos, pero los dos primeros goles son de transiciones rápidas. Cuando en esta categoría cometes esos errores lo normal es que te penalicen. Lo hemos trabajado. Tenemos que convivir con el error, pero tenemos que rectificar".